Los sueños de un proyecto familiar quedaron reducidos a cenizas, en horas de la tarde del domingo en Río Gallegos, cuando lenguas de fuego se apoderaron de una humilde gomería que se encontraba emplazada en el barrio 366 Viviendas.

Se trató de un asado que la familia Flores realizaba en una gomería que, hace exactamente un mes, había abierto con su hijo. “Era un poco para salir de toda esta crisis“, dijo Rubén, el padre de familia en declaraciones a La Opinión Austral.

El siniestro tuvo lugar en el local antes mencionado, ubicada en el pasaje Benítez, a unos pocos metros de la plaza del Centro Integrador Nº 4, alrededor de las tres de la tarde.

En esos momentos, la familia festejaba el día de la madre haciendo un asado y, el encargado de hacerlo -aparentemente- no tomó los recaudos necesarios. Le advirtieron por las brasas y la madera cercana pero éste hizo caso omiso. “Era evitable“, aseveró Rubén a este diario viendo como su lugar habia quedado reducido a cenizas.

Bomberos trabajando en el interior de la gomería. (FOTO: LEANDRO FRANCO/LA OPINIÓN AUSTRAL)

La gomería era de madera y el fuego rápidamente comenzó a propagarse. En el interior habían cubiertas y llantas que quedaron inutilizables.

En el caso trabajó el personal de la Unidad Segunda de Bomberos y de la Comisaría Tercera. Las autoridades rápidamente arribaron y se percataron de una situación no habitual en los incendios: había disturbios entre personas a unos pocos metros del lugar.

“Son cosas de familia, se echaron las culpas y se pelearon” dijo un hombre que tenía la nariz sangrando en la transmisión en vivo que realizó este diario y que se encuentra disponible tanto en el Facebook de La Opinión Austral y en www.laopinionaustral.com.ar.

Uno de los damnificados en el incendio buscando consuelo. (FOTO: LEANDRO FRANCO/LAOPINIÓN AUSTRAL)

Entre los asistentes al asado estaba la mamá de Rubén Flores. Una señora de avanzada edad que se descompensó por toda la situación y, en primer momento, fue llevada a la casa de un vecino para que se recomponga. Luego llegó el personal del Hospital Regional que la revisó.

Cerca de cien vecinos llegaron a las inmediaciones de la gomería y la vivienda, usando la plaza como “mirador” del desastre. Vieron como el personal de Bomberos comenzó a desplegar las mangueras y atacar las llamas.

Las columnas de humo eran negras y espesas. Ésto debido al caucho de las cubiertas del local comercial. Pese a la rapidez con la que trabajaron las fuerzas de seguridad, las llamas avanzaron rápidamente y llegaron a tomar contacto con la vivienda aledaña, también propiedad de Flores.

Desazón

El proyecto de la gomería era de Flores con uno de sus hijos. En la transmisión en vivo que realizó La Opinión Austral se lo puede ver en diferentes momentos en los que miraba las secuelas del incendio muy conmovido buscando entender que sucedió. Él fue contenido por otros vecinos y seres queridos.

En el lugar también trabajó el personal de Abordaje Territorial, dependiente del Ministerio de Desarrollo Social. Las agentes dialogaron con La Opinión Austral e indicaron: “tenemos que evaluar los daños que hubo pero lo importante es que no hay personas lesionadas”.

Confuso episodio

Apenas minutos después de controlado el incendio, hubo corridas en la zona cuando vecinos que viven a la vuelta de la gomería se enfrentaron con ellos. El personal de la Comisaría Tercera logró contener la situación antes que pase a mayores. Desde una casa, un hombre acusó a los damnificados de “robar en el barrio“.

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