Das asco, asesino. Sinvergüenza, triste. No van a poder caminar tranquilos, la van a pagar porque en la vida todo se paga“, fue solo una de las amenazas que una mujer exclamó contra el familiar de un hombre que está señalado por la muerte de un joven que entró a su concesionaria a amedrentarlo.

Se trata del caso de Roberto Neil y Franco Cuevas, conocido en Río Gallegos como “el crimen de la concesionaria”  que se registró en junio del año pasado y que, por estos días, sigue sumando páginas y denuncias judiciales.

Es que, en el medio, tras la detención, liberación y actual prisión domiciliaria para el acusado, han habido hechos de violencia que continúan sucediendo con acusaciones cruzadas en ambas familias. Por el lado de Franco Cuevas, de manera periódica, usan un perfil de Facebook en el que denuncian públicamente a los Neil de “acercarse e intimidarlos” mientras que, hasta este momento, la familia del agenciero solo se estaba manejando con la justicia con las exposiciones correspondientes por hechos de daños y amenazas que han estado sufriendo desde un tiempo a esta parte.

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El frente de la concesionaria. (FOTO: LA OPINIÓN AUSTRAL)

En la mañana del 2 de junio ocurrió la tragedia. Franco fue a increpar a Neil y, tras alejarse y volver a ingresar a la concesionaria, con un arma de fuego, se trenzaron en un confuso episodio y fue en este momento en el que el Franco Cuevas murió.

Fue un día de furia, los allegados de la víctima llegaron a intentar a atacar a los policías que habían llegado a calmar la situación. Hasta incluso, alguna piedra voló por los aires. Todo era bronca, desconcierto y dolor.

Neil estuvo detenido unas semanas en la Comisaría Segunda hasta que finalmente su situación había cambiado a “exceso de legítima defensa“, fue liberado por orden de la Justicia. En paralelo, los seres queridos de Cuevas hicieron manifestaciones y se sumaron a otras personas con hechos similares en movilizaciones que se han registrado en el último tiempo.

La familia del agenciero son víctimas de un asedio constante por parte de los allegados de la víctima. Ellos, a través de sus abogados, eligieron a La Opinión Austral para dar a conocer sobre los hechos de amenazas que sufren por parte de los Cuevas en cualquier ámbito y hasta como destruyen -de manera sistemática- los cristales de la concesionaria donde ocurrió la muerte del joven.

Una de las pintadas que quedó en el lugar. (FOTO: LA OPINIÓN AUSTRAL)

En una batería de videos que se encuentra disponible en www.laopinionaustral.com.ar y las redes sociales de este diario que dan cuenta del accionar de los seres queridos de la víctima. Incluso como llegaron a increpar a trabajadores del Poder Judicial que habían llegado a la concesionaria a realizar sus labores.

Según pudo saber este diario, en el fuero penal ya hay seis denuncias por daños y amenazas. Fuentes judiciales consultadas indicaron que los acusados ya fueron señalados en esas exposiciones: ellos son del núcleo íntimo de Franco: Carlas Cuevas, Rosa Zúñiga, Jorge Muñoz y Lautaro Cárcamo.

En el mismo sentido, además de los trabajadores de la Magistratura, ellos están señalados de haber amenazado a un inquilino que había alquilado el local para un kiosco intimidándolo afuera del mismo diciendo que “si alquilaba el local iban hacerle la vida imposible” como así también a los trabajadores de la vidriería que estaban cambiando los cristales rotos por unos nuevos que, posteriormente, también destrozaron.

Los registros fílmicos son elocuentes y dan cuenta de como ocurren los hechos. Uno de ellos, que data del 18 de enero de este año, muestra a la madre de Cuevas arrojando al menos tres piedras contra los ventanales del local, para luego perderse por la esquina donde, hasta el momento, reside.

El siguiente video tuvo lugar el 26 de marzo, cerca de las cinco de la tarde. En el mismo se ve a una camioneta con cristales por cambiar y a seres queridos de Franco Cuevas intimidando a empleados de la Magistratura. Si bien los videos no tienen sonido, se puede ver como una mujer señala hacia el interior del local con el ceño fruncido con evidente muestra de enojo. Tanto ese registro como el siguiente, muestra a trabajadores de una cristalería subiendo por una escalera para cambiar los vidrios.

Otro video, de aquel día, muestra como un gran número de personas se agolpó cerca de un auto que era en el que habían llegado los empleados de la Magistratura. Según la familia Neil, estos eran allegados de Franco Cuevas.

En la madrugada del primero de abril, nuevamente hubo otros hechos de daños. Fuentes policiales consultadas por este diario indicaron que las cámaras de seguridad de la concesionaria “son muy buenas” para poder identificar a las personas. Pese a ello, esta vez no fueron suficientes para que, a simple vista, se pudiera individualizar a dos hombres de mediana estatura que, con sus rostros cubiertos, desde la mitad de la calle tomaron piedras y las arrojaron contra el local.

Son seis piedrazos que dan contra los ventanales. Los hombres, que parecen jóvenes, comienzan a correr casi al unísono tras haber destrozado algunos cristales.

Desde que pasó lo que pasó, ellos empezaron a ir a la iglesia que queda en frente” indicaron a La Opinión Austral, familiares de Roberto Neil, sobre el accionar de los Cuevas tras el crimen: asisten a una iglesia que queda ubicada frente a la otra agencia de automotores en la calle Jofré de Loaiza.

Desde ese lugar, los familiares lanzan improperios a los seres queridos de Neil, con frases como la que comienza esta nota y el video que se encuentra disponible en la web de este diario. Hasta el momento la Justicia solo ha establecido “rondines policiales” en la zona, no así una restricción de acercamiento.

“Hasta el momento la familia Neil no se ha constituido como querellante en las causas de amenazas y daños para no tirar más nafta al fuego, pero analizamos tomar cartas en el asunto sino esto va a seguir pasando“, dijo Matías Gutiérrez, abogado en la causa sobre lo que puede ocurrir.

Cómo sigue la causa

Actualmente, Neil tiene prisión domiciliaria y tiene una tobillera electrónica. La Justicia resolvió esto en orden al cambio de carátula a “homicidio calificado” entendiendo su edad y la ausencia de antecedentes penales. Esto no dejó contentas a ninguna de las partes.

Tanto Gutiérrez junto a Mariana Barbitta -abogados de Roberto- y Jorge Trevotich, pidieron que se revea la decisión. Por el lado de la defensa de Neil, irán a casación entendiendo que se trató de un caso de legítima defensa, mientras que, por otro lado, Trevotich pidió que el agenciero vaya a prisión entendiendo la peligrosidad que representaría para la sociedad. “Hay gente que está en peor condición en las cárceles, que son más grandes, es inentendible”, aseveró hace unos días a LU12 AM680. Lo cierto es que la disputa de un terreno que se registró hace casi un año, continúa sumando páginas y la violencia no cesa.

Por último, en declaraciones a La Opinión Austral, Matías Gutiérrez indicó que: “nos sorprende la terminología utilizada por el letrado de la querella quien sostuvo que Roberto sería “peligroso”. No solo que las pericias realizadas a Roberto claramente desmienten los dichos de la querella sino que lo único que peligra y ha peligrado desde siempre, es la integridad física de Roberto y la de sus familiares; sin dejar de señalar los daños ocasionados a los bienes de Roberto”

En el mismo sentido, agregó que: “No se trata únicamente de las amenazas verbales hacia Roberto y sus familiares, sino que éstas han sido concretadas una y otra vez. Incluso han intimidado a terceras personas quienes visitando el inmueble con intenciones de alquilarlo, han sido “advertidas” por familiares de Cuevas que les harían la vida imposible si ocupaban el inmueble. Del mismo modo, No podemos dejar de mencionar que en los más de 300 días que Roberto estuvo en libertad luego de que se dispusiera su inmediata libertad, no sólo informó cada paso que realizó al Juzgado de Instrucción número dos. sino también ha sido nuevamente víctima de reiteradas amenazas las cuales denunció.

Para concluir, Gutiérrez expresó: “No hay que olvidar que Roberto, conociendo que existía un orden de detención en su contra, se presentó en forma espontánea y voluntaria a las dependencias policiales; entonces pretender tildar de “peligroso” a Roberto solo puede estar en la imaginación de la querella. La verdad es una sola y como defensora y defensor de Roberto, nos hemos acercado a la verdad de lo ocurrido demostrando que Roberto estaba en peligro y eso es lo que incomoda a la querella”.

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