La
Ley de Equidad de Género que se aprobó el año pasado en Santa Cruz garantizó
que el cincuenta por ciento de las listas parlamentarias que compitieron el
domingo estuviesen integradas por mujeres, sin embargo, dejaron que menos del
20% pudiera encabezar listas ¿el resultado? el género femenino empeoró su
participación en la Legislatura.

*Por Sara Delgado

Lo
veníamos advirtiendo. Si las listas no reservaban lugares expectantes para la
participación del género femenino, entonces la inequidad que existe en la
Cámara de Diputados no iba a cambiar. Y no sólo que no cambió, sino que
empeoró.

No
hubo, pese a la ley, ningún interés por parte de quienes diseñaron las listas
electorales, para tomar acciones positivas que garantizaran que el espíritu de
la paridad entre géneros se tradujera en más mujeres en la Legislatura, entre
ellas, haber permitido que más dirigentes o militantes pudieran encabezar.

Santa
Cruz es la provincia que tiene la Cámara de Diputados con la peor participación
de mujeres en sus bancas. Solamente 4 de 24 lo son, y con la estrenada Ley de
Paridad, ese número incluso baja ahora a 3.

El
dato es bochornoso, y amerita el reconocimiento de los privilegios de los que
gozan los dirigentes y la autocrítica de quienes trabajando en lo colectivo,
dicen tener perspectiva de género.

Todos,
absolutamente todos los diputados por el Pueblo son varones, y aun con un
discurso de todos y todas, lo cierto es que se trata de un ciento por ciento de
diputados electos por el oficialismo.

Como
ensayo de equidad, el resultado que arroja la ley no es bueno, y por eso va a
ser interesante lo que suceda en las candidaturas municipales, donde se ponen
intendencias y concejalías en juego.

Lograr
más mujeres en las bancas es importante para atender a una agenda de
problemáticas y proyectos que son propios al movimiento de mujeres, sin
embargo, ser mujer no significa tener perspectiva de género.

Un
ejemplo de esto se vio ayer, cuando en conferencia de prensa, el ex gobernador
Daniel Peralta denunció que uno de los argumentos para reclamar la reelección
en la banca de la candidata a diputada por distrito de su espacio, Gabriela
Peralta, es que la nueva composición no cumple con la Ley de Paridad. El
contrasentido, es que el día que se votó esa ley, de las únicas cuatro
diputadas mujeres, dos faltaron y una fue ella.

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