Las empresas distribuidoras de gas realizaron sendas presentaciones ante el Enargas. Exigen una revisión extraordinaria de los cuadros tarifarios por la devaluación del peso que, aseguran, incrementó en más de un 30% de sus costos. Argumentan que están amparadas en la letra chica de la Ley 24.076 (del Gas). El organismo rechazaría el planteo.
La disputa entre petroleras y distribuidoras de gas originada por la brusca devaluación del peso sumó la semana pasada un nuevo capítulo. EcoGas, firma controlante de Distribuidora Gas del Centro y Distribuidora de Gas Cuyana, que brinda el servicio en Córdoba y Mendoza, presentó ante el Enargas una nota en la que solicita que el ente regulador la autorice a aumentar en forma inmediata las tarifas residenciales de gas en línea con el corrimiento del tipo de cambio, que se apreció casi un 30% desde principios de abril. Esto sin contemplar lo que sucedió ayer, donde la divisa volvió a apreciarse casi un 8% más.
La readecuación comercial del sector gasífero tras el cimbronazo cambiario fue el tema excluyente que se coló en los pasillos del Hotel Alma del Lago, ubicado frente al lago Nahuel Huapí en esta ciudad, donde se realizó el Natural Gas Day 2018, que reunió a los principales directivos de la industria.
En los más de 25 años desde que se privatizó la industria del gas, es la primera vez que una empresa regulada reclama formalmente un incremento de sus cuadros tarifarios por el efecto de la devaluación de la moneda local.
El planteo de la empresa ?que es propiedad de accionistas locales entre los que figuran Guillermo Reca, Gonzalo Pérès Moore, Nicolás Caputo y Ronaldo Strazzolini, entre otros? es que las tarifas para el sector de distribución, que se actualizaron por última vez el 1º de abril, están calculadas con un dólar a $ 20,55. La cotización actual del tipo de cambio por encima de los 28 pesos torna imposible que las distribuidoras sigan reconociendo el mismo precio en dólares a los productores de gas, un segmento liderado por YPF, Pan American Energy (PAE Total, Wintershall y Pampa Energía.
El problema es que los contratos de abastecimiento entre unos y otros, firmados en octubre pasado, están establecidos en dólares. Eso implicaría, desde una primera lectura inflexible del texto de los contratos, que las distribuidoras deberían cubrir con sus propios recursos económicos el salto del precio del gas en boca de pozo medido en pesos. Al menos hasta que el 1º de octubre, cuando está prevista la próxima actualización de las tarifas residenciales del gas.
Pero la disyuntiva para las distribuidoras ?lideradas Metrogas, Gas BAN y Camuzzi y la propia EcoGas? es política: desconfían que el Gobierno pueda trasladar en octubre el salto del dólar y de la inflación a las tarifas. Con esta cotización del dólar y la inflación proyectada para el año (cercana al 27% las tarifas deberían aumentar en casi un 30 por ciento.

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