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La publicación de la Resolución 460/2025 del Senasa, que habilita el ingreso a la Patagonia de carne con hueso plano desde otras regiones del país donde la fiebre aftosa está controlada con vacunación, generó una fuerte reacción del sector productivo patagónico. Desde Santa Cruz, Enrique Jamieson, presidente de la Sociedad Rural de Río Gallegos, expresó a LU12 AM680 su preocupación por las consecuencias sanitarias y económicas de esta medida.
“Siempre las resoluciones hay que terminarlas de interpretar, pero la verdad es que estoy preocupado, te diría que molesto. Estábamos en un proceso de diálogo con Nación tratando de hacer ver lo peligroso de esta resolución”, declaró Jamieson y alertó sobre los riesgos: “Ahora vamos a tener que rezar para que ninguna vaca se enferme al norte de la barrera, porque si eso pasa, vamos a estar en graves problemas”.
El dirigente explicó que el ingreso de carne con hueso, aunque limitado a cortes planos como el asado, la costilla y el esternón, pone en jaque el estatus sanitario diferencial de la Patagonia, reconocida mundialmente como libre de fiebre aftosa sin vacunación. Esto, señaló, podría afectar los mercados internacionales que actualmente valoran la calidad sanitaria de la carne patagónica.
“Nuestros antecesores supieron mantener esta situación sanitaria que es apreciada en todo el mundo. Lo grave de esto es que no se comprendió que producir en Patagonia no es lo mismo que producir en la zona centro del país”, advirtió.
Según Jamieson, la medida logró unir en el rechazo a todas las provincias patagónicas, y consideró que lo que debía hacerse era mejorar el control sanitario en el norte, en lugar de “ensuciar a la Patagonia”. Además, no descartó que los gobiernos provinciales evalúen respuestas legales o legislativas.
“Una resolución nacional está por encima de las provinciales, pero eso no quita que las provincias puedan establecer medidas. Hay que ver si los gobernadores pueden hacer algo. Hoy la situación parece cosa juzgada, pero todavía hay que dar la discusión”, planteó.
Jamieson también manifestó que esta decisión del Ejecutivo se suma a otros retrocesos que afectan a la región, como la derogación de la Ley Ovina, un instrumento que facilitaba el financiamiento de productores. “Es una suma de patas que le están sacando a la Patagonia. El productor patagónico es la punta del iceberg que después dispara muchas otras actividades, como la industria cárnica y la granera”, explicó.
Consultado sobre el impacto económico de la medida, Jamieson dijo que “puede que haya una oferta puntual al principio, pero después se corrige. Ya hoy, en algunas horas del día, el asado está más barato en la Patagonia que en el norte. Hay que ver qué tipo de carne entra: por ahí es vaca, más barata, pero de menor calidad”.
Finalmente, remarcó que lo económico no puede estar por encima de lo sanitario: “En el mundo moderno no se entiende por qué ensuciar una zona libre. En lugar de corregir hacia arriba, se corrigió hacia abajo”.
Actualmente, Santa Cruz cuenta con mercados abiertos en el sector ovino, incluyendo destinos como Japón, la Unión Europea, Israel y Estados Unidos. En bovinos, en cambio, no hay volumen suficiente para exportar, lo que hace más crítico preservar el estatus sanitario como diferencial competitivo.
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