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Un sismo de magnitud poco frecuente sacudió anoche la localidad de Río Turbio y sus alrededores, generando particular preocupación en la comunidad minera de la Cuenca Carbonífera, dada la presencia de trabajadores en el interior del yacimiento. Tal como lo informó La Opinión Austral, fue aproximadamente a las 21:47/48 del 12 de mayo, se tomó conocimiento del movimiento telúrico, con un epicentro situado a muy pocos kilómetros de la mina, entre 7 y 10 kilómetros hacia el noreste en territorio argentino, y una profundidad también escasa, estimada entre 7 y 15 kilómetros.
Esta cercanía y superficialidad explican por qué el temblor se sintió de manera tan rápida y brusca, percibiendo las ondas superficiales que se transmiten a través de la corteza.
Ante esta situación, y siguiendo lo establecido en el plan de emergencia vigente, la gerencia de Mina definió solicitar la evacuación total del personal. De inmediato, se ordenó la evacuación del interior de la mina, afectando a 180 personas que desarrollaban labores en el cuarto turno. La evacuación se llevó a cabo de forma normal y ordenada, sin generar psicosis en la comunidad ni registrar lesionados. Los colectivos para el traslado comenzaron a ingresar al interior de la mina tan solo seis minutos después de tener conocimiento del sismo, a las 21:55, y para las 22:45, apenas 55 minutos después, la totalidad del personal ya había sido evacuado. Los operarios recorrieron ordenadamente los kilómetros necesarios desde sus frentes de trabajo hasta los puntos de encuentro, sin pánico ni nerviosismo. Se estableció un control físico en el ingreso para restringir el tránsito y facilitar la salida exclusiva de los colectivos de evacuación.
Las comunicaciones telefónicas y metalométricas de la mina funcionaron correctamente, permitiendo una rápida y efectiva evacuación.
Tras analizar la situación en conjunto con el comité mixto, el interventor del YCRT y todas las áreas de seguridad y correspondientes de la mina, se decidió suspender las labores hasta las 12 del mediodía del día 13 de mayo. Esta suspensión, que abarcó no solo el interior de la mina sino también todas las áreas de superficie, como la planta curadora, talleres centrales y el edificio de administración, se determinó como medida preventiva ante la posibilidad de que se generaran réplicas. Inicialmente, las inspecciones preventivas se habían planificado para el primer turno nocturno, pero basándose en la información recibida de Protección Civil y la posibilidad de réplicas, se decidió trasladarlas al segundo turno para minimizar riesgos.
A partir de las 7 de la mañana del día 13, se iniciaron simultáneamente los recorridos de verificación en más de 15 labores del interior de la mina. Estos recorridos fueron realizados por distintos niveles de jefatura de la mina, incluyendo personal de Seguridad Operativa, la Brigada de Emergencia, el Departamento Técnico, el Área de Apoyo Logístico, y jefes de Mina, Geología, Producción, Mantenimiento y Transporte, y Ventilación.
Participaron alrededor de 35 jefes de estas áreas. Adicionalmente, la Brigada y la Gerencia de Seguridad recorrieron todos los sectores de superficie.
Los resultados de estas exhaustivas inspecciones trajeron tranquilidad a la comunidad y al propio personal del yacimiento. Según lo relevado, la mina en sí no ha sufrido daños que generen preocupaciones futuras. Específicamente en el interior, los frentes largos de producción se encuentran en completa normalidad, no notándose cambios sustanciales ni afectaciones a la productividad, maquinaria o a la propia roca. El yacimiento ha “absorbido bien” las ondas y esfuerzos transmitidos por el sismo.
El geólogo presente explicó que un sismo es una liberación súbita de energía, producto de la fricción y acumulación de tensión entre placas tectónicas, como la de Nazca/Antártica y la Sudamericana, en una zona de subducción cercana a la Cordillera de los Andes. Aunque esta zona presenta estructuraciones como pliegues y fallas debido a esa interacción, el área de Río Turbio está catalogada como de riesgo sísmico bajo, con eventos poco frecuentes. Subrayó que, si bien es posible que se repitan sismos, es completamente imposible predecir cuándo ocurrirán.
Para llevar tranquilidad a la población, se estableció contacto rápido con la gente de Protección Civil local y provincial, compartiendo información y asegurando que se estaban tomando todos los recaudos. Las autoridades mineras agradecieron y felicitaron a todo el equipo del yacimiento por su actuación inmediata y la toma de decisiones en la circunstancia, así como a los trabajadores por evacuar con normalidad y calma.
A partir del mediodía de este martes, se esperaba la normalización del tercer turno y el retorno a las labores.
Si bien se reconoce que los operarios podrán ingresar a la mina con una sintonía distinta, con el alerta propio que genera un evento tan inusual en la zona, se ha garantizado que el personal de seguridad y la brigada se mantendrán en un estado de alerta aún mayor ante cualquier eventualidad. Se ha recalcado que se han tomado todos los recaudos para garantizar no solo la seguridad, sino la integridad psicofísica de todos los agentes. La miniconferencia de prensa, que contó con la participación del Interventor vía Zoom desde Buenos Aires, fue destacada como fundamental por los medios locales para llevar información directa y tranquilidad a una comunidad donde prácticamente toda familia está ligada al yacimiento. El mensaje final es claro: las instalaciones están seguras y se retoma el trabajo con la debida cautela.
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