Flora Rodríguez Lofredo falleció este martes 15 de diciembre, a los 91 años. La histórica poetisa y escritora nació en España, en un pueblito de la Región Asturiana llamado Sama de Langrio. Durante la Guerra Civil sus padres decidieron partir hacia la Argentina, en búsqueda de un mejor destino para la familia.
La llegada a Río Gallegos
La familia llegó a Río Gallegos, previa escala en Buenos Aires, debido a que, por estas latitudes, ya vivía un hermano de la madre de Flora, Don Genaro La Fuente, dueño del viejo Hotel La Fuente.
Florita llega a nuestra ciudad con solo 4 años y su hermano Manolo con 5. En el pueblo, la familia Rodríguez se aloja con un pariente, en una casa ubicada sobre calle Vélez Sarsfield. Con el paso del tiempo la familia adquiere un terreno sobre calle Pasteur, y allí construirían su tan anhelado hogar.
Flora cursó sus estudios en la Escuela Nacional Nº 1. “Desde primero inferior a cuarto grado, los cursos eran mixtos, luego en Quinto y Sexto nos separaban por varones y mujeres. Creo que allí comencé a definir mis gustos literarios”, comentó la escritora en una entrevista que dio a la Revista “La Huella”.
Su encuentro con la Literatura
A Flora siempre le fascinó realizar los textos para los actos de la Escuela. Recuerda que buscaba que sus palabras no fueran las mismas que utilizaba el común denominador de sus compañeros, “entonces me empeñaba en crearlos con la ayuda del diccionario, ya que después me lo hacían leer frente a todos en la Avenida San Martín”, comentó orgullosa. Ese fue el surgimiento, quizás, de quién se transformaría en la poetisa más importante de Río Gallegos.
Entre sus diversos textos se pueden encontrar referencias a la familia, los amigos y al amor, pero sobre todas las cosas a la ciudad que la acogió y le permitió ser alguien en la sociedad.
Su primer libro fue “Perfil de viento”. Lo editó Juan Hilarión Lenci, un pilar fundamental para conocer la historia de la provincia de Santa Cruz. Desde entonces, su perfil literario se fue consolidando hasta transformarse en una de las más respetadas plumas santacruceñas. Entre sus obras se puede encontrar: “En nombre de mi tierra”, “Vientos y Presagios”, entre otros. Ademas escribió dos libros junto a su ex maestra y maestra de plumas Sofía Vicic de Cepernic, “Copos de Nieve”, en el año 1993 y “De Anclas y Timones”.
Algunas distinciones
Flora fue distinguida en muchas ocasiones e incluso recibió un premio que ella siempre destaco, el Premio Nacional de Literatura en el Teatro General San Martín de Buenos Aires. El mismo, le fue entregado por Alejandro Storni, hijo de Alfonsina Storni.
A nivel provincial, en 2016 fue declarada “Patrimonio Viviente de la Provincia de Santa Cruz”, por la Cámara de Diputados de Santa Cruz. En esa misma sesión del 24 de noviembre, también declararon a su obra literaria, desde 1975 a 2016, como “bienes integrantes del Patrimonio Cultural”.
Este martes, la noticia de su partida conmovió a todos los habitantes de la ciudad. Flora partió con 91 años de edad, pero nos deja su legado y su extensa obra, dedicada casi de manera exclusiva a su querida y amada Provincia de Santa Cruz.
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