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Este martes, en horas de la mañana, estudiantes y docentes de la Escuela Provincial Primaria N° 78 de Río Gallegos fueron evacuados de forma preventiva tras la comunicación de la percepción de un fuerte “olor a quemado”.
Tal como establece el protocolo, se acercaron al lugar personal de Camuzzi y Bomberos, quienes realizaron una inspección y determinaron que no hubo pérdida de gas. Cabe destacar que no se retiró el medidor y los equipos de calefacción funcionan correctamente.
La directora de Mantenimiento Escolar y Coordinación General del Consejo Provincial de Educación, Marcia Arroyo, se presentó en la institución educativa, mantuvo comunicación con los entes mencionados y concluyó que no había pérdidas de gases ni ninguna otra falla.
Destacó que, en el marco del plan de recuperación histórica de los edificios escolares impulsado por el gobierno provincial, la empresa MS, adjudicataria de la licitación, instaló nuevos equipos de calefacción, dando respuesta a una necesidad institucional de seis años.
Además, Arroyo lamentó que existan personas que atenten contra la educación y reafirmó el compromiso y trabajo activo del Consejo Provincial de Educación para revertir el “daño causado por la falta de inversión y la desidia hacia las instituciones educativas durante mucho tiempo”.
El Consejo Provincial de Educación denunció “atentados”
Marcia Arroyo dialogó con el móvil de LU12 AM680 desde las afueras de la Escuela EPP N° 78 para llevar tranquilidad a las familias y al personal. “Desmentimos categóricamente una pérdida de gas en institución EPP número 78“, afirmó, visiblemente preocupada por la situación.
Según relató, lo que realmente ocurrió fue que “hubo un olor, como dijeron los nenes y como dicen los los docentes en la institución, a huevo podrido”. Este olor fue detectado “alrededor de las 9:30, 10 aproximadamente” en “un aula aparentemente del fondo”, aunque luego “se fue”.
Fue enfática al reiterar que “no hubo ninguna pérdida de gas, no hubo pérdida de monóxido, no hubo un olor extraño que proviniera de los equipos de calefacción“. Si bien no tenía el número exacto de alumnos evacuados, señaló que la medida, aunque no se detectó un problema, “no fue totalmente en vano” al seguir el protocolo.
La funcionaria expresó su profunda preocupación por este tipo de eventos recurrentes que, a su entender, “ponen en vilo a la comunidad educativa, a las familias, a los padres” de forma “errónea y con una falta de criterio”.
No dudó en sugerir que estos incidentes podrían no ser accidentales: “Tenemos evidentemente un grupo de gente que que está atentando contra las instituciones educativas y la comunidad educativa”.
Consultada sobre si se trata de una cuestión sistemática, Arroyo respondió: “Hemos tenido atentados a a los establecimientos. Nos pasó con especial se también hace muy poco. Este hemos tenido un montón y cantidades de cuestiones en otros establecimientos educativos, cierras de llaves de agua, pasos de gas”.
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