La ciudad de Río Gallegos volvió a ser el epicentro del sentimiento malvinero con una nueva edición de la Vigilia del 2 de abril, un evento que crece año tras año y que reafirma el compromiso de la comunidad con la causa de Malvinas. En una entrevista con La Opinión Austral, el veterano de guerra Fernando Alturria expresó su emoción por la gran convocatoria y la evolución de la vigilia, que ha pasado de una modesta carpa en 2010 a convertirse en la capital de la Vigilia por Malvinas.

“La Vigilia ya no es sólo de los veteranos, es del pueblo”

“Me emociona ver tanto acompañamiento, llueva o caiga granizo, los vecinos de Río Gallegos nos acompañan. Ya no es algo solo de los veteranos, sino del pueblo”, destacó Alturria en diálogo con este medio.

Este año, el evento contó con la participación de más instituciones y la instalación de casi ocho carpas, lo que demuestra el creciente interés por mantener viva la memoria de Malvinas.

El veterano subrayó el papel clave de la juventud en esta tradición: “Veo mucha gente joven con sus hijos, con la nariz roja por el frío, pero vienen igual. Eso es la esperanza, que esto nunca va a morir”. La transmisión del legado malvinero a las nuevas generaciones es fundamental para que la lucha por la soberanía continúe en el tiempo.

Río Gallegos, la ciudad más malvinera del país

Alturria reafirmó que Río Gallegos es la ciudad más malvinera de Argentina, un sentimiento que se refleja en la gran cantidad de monumentos y murales dedicados a Malvinas en cada barrio. “Si alguien duda de eso, que vea que somos la ciudad con más monumentos a Malvinas en el país. Acá el sentir malvinero es muy fuerte”, afirmó.

Un contexto desafiante para la causa Malvinas

En el actual escenario político, el reclamo por la soberanía de las Islas Malvinas enfrenta nuevos desafíos. Alturria señaló que “pasamos por gobiernos que han dejado de lado el reclamo, pero en estos momentos difíciles es cuando más debemos estar unidos y gritar más fuerte que Malvinas son argentinas”.

Asimismo, destacó la responsabilidad de todas las autoridades, tanto nacionales como provinciales, de no desentenderse de la causa: “Nosotros se lo vamos a hacer sentir, tanto a quienes la apoyen como a quienes vayan en contra”.

El legado de los combatientes

En este sentido, Alturria reafirmó que la lucha por Malvinas no termina con los veteranos, sino que se mantiene viva en las nuevas generaciones: “Nosotros no somos excombatientes, seguimos combatiendo esta lucha para continuar dejando el legado”. Aseguró que, cuando los veteranos ya no estén, serán los santacruceños quienes tomarán la posta y seguirán levantando la bandera de Malvinas hasta ver flamear nuevamente la celeste y blanca en ese territorio.

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