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Luego de más de dos meses derivada en Buenos Aires, la querida vecina solidaria, Graciela Suárez, regresó a Río Gallegos y ya está con su familia. Fueron días y semanas intensos, de mucha incertidumbre, preocupación y dolor, por un diagnóstico complicado.
Fueron varias las intervenciones quirúrgicas para tratar una severa infección renal causada por una piedra de gran tamaño que obstruía su vía urinaria. Su salud se vio gravemente comprometida, requiriendo tres cirugías y la colocación de sondas para facilitar su recuperación.
Finalmente, tras una gran lucha en la que fue acompañada por toda la comunidad de Río Gallegos y el gran profesionalismo de los médicos que la atendieron en Río Gallegos y Buenos Aires, Graciela hoy está en casa, en donde continúa con una larga recuperación.
La vecina solidaria “llegó de sorpresa” y su hija Noelia Cuevas compartió en las redes sociales un video del emotivo reencuentro.
En las imágenes se ve el momento en que Noe abre la puerta del auto sin entender mucho que pasaba, ve a su mamá y se funden en un abrazo. “La emoción más hermosa, poder abrazar a mi viejita después de dos meses y medio! De extrañarla tanto. Volvió!! Gracias a Dios sana. Te amamos muchísimo ma!! Que feliz nos puso tu sorpresa”, escribió.
Luego de varias intervenciones y mucho tiempo de espera y paciencia; finalmente el deseo de Graciela se hizo realidad y ahora se encuentra en Río Gallegos, rodeada el cariño de su familia, amigos y vecinos.
Ahora, con la esperanza de recuperar su vida normal, Graciela continuará con reposo y controles médicos en la capital santacruceña.
En diálogo con Radio LU12 AM680, Graciela contó que aún tiene días con fiebre y tiene muy poco apetito, y que está en constante diálogo con sus doctores. “Tuviste una cirugía muy grande me dicen”, cuenta. “No aguantaba más, mis hijos me daban fuerza”, recuerda sobre los días difíciles.
Dijo que debe volver a Buenos Aires el 20 de junio para realizarse un chequeo médico completo, y principalmente, “ver como está el riñón, que quedó complicado”.
En otro tramo de la nota, dijo que mientras estaba internada en Buenos Aires y luchaba con los dolores constantes, la Red de Mujeres Solidarías Río Gallegos que dirige, nunca se paró. “Me comunicaba con las chicas y si había mercaderia para los que necesitaban se entregaba. Nunca se paró la fundación”, destacó. “Les decía a las chicas, ‘por más mal que yo esté, ustedes nunca paren‘”, recuerda.
El alta del sanatorio Anchorena, en Buenos Aires, se la dieron el 19 de marzo. “Me dijeron vas a quedarte unos días en el hotel recuperándote”, contó y agregó: “No le dije a nadie, quería darle una sorpresa a mis hijos”.
Para finalizar, destacó el gran acompañamiento de la comunidad de Río Gallegos, que colaboró en las campañas para reunir dinero para ella y su hijo, mientras estuvieron en Buenos Aires. “Es tremendo lo que la gente hizo por mi”, agradeció.
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