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Un nacimiento extraordinario, de esos que la medicina considera excepcionales, volvió a repetirse en la Argentina y tuvo como protagonistas a una familia de Río Gallegos. El pasado 16 de diciembre, en el Sanatorio Sagrado Corazón de Buenos Aires, nacieron Venecia, Aitana y Alma, trigemelas idénticas, un fenómeno que se registra apenas una vez cada 100 millones de embarazos.
Las bebés llegaron al mundo por cesárea programada, a los siete meses de gestación, luego de que los médicos decidieran derivar a la mamá, Melany Taboada, desde Río Gallegos a la Ciudad de Buenos Aires por prevención y asegurar un mejor atención médica ante los riesgos propios de un embarazo múltiple de estas características. Afortunadamente, no hubo mayores compliaciones al momento del parto. Venecia pesó 1,140 kg; Aitana 1,150 kg y Alma tan solo 910 gr.
Hoy tanto las tres nenas como su mamá se encuentran en buen estado de salud y evolucionan favorablemente.
El caso se suma al reciente nacimiento de otras trigemelas idénticas en Trelew, Chubut, durante la Navidad, y a otro ocurrido en septiembre en Salta. Con este nuevo alumbramiento, Argentina registra tres casos de trigemelas idénticas en 2025, algo verdaderamente inusual.
Un fenómeno genético excepcional
Desde el punto de vista médico, las trigemelas idénticas se originan a partir de la fecundación de un solo óvulo por un espermatozoide, que luego se divide en tres embriones genéticamente iguales. Esto las diferencia de otros trillizos y explica por qué son tan poco frecuentes.
Además, estos embarazos implican mayores riesgos, ya que obligan a un parto prematuro y pueden presentarse complicaciones como la distribución desigual del oxígeno o el hecho de que los fetos compartan arterias.
La emoción de la abuela
En diálogo con LU12 AM680, la abuela paterna de las bebés, María Barría, compartió la emoción que atraviesan a la familia. “Las bebés son trigemelares idénticas. Sé que se da un caso cada 100 millones. La verdad que es un acontecimiento medio raro, pero nos tocó a nosotros”, relató.
María contó que las pequeñas se encuentran internadas, ganando peso poco a poco. Hoy, Venecia pesá 1,500 kg, Aitana 1,490 kg y Alma 1,040 kg.
“Son prematuras, nacieron de siete meses, por eso el bajo peso, pero gracias a Dios está todo más que bien”, aseguró la abuela.
Un papá emocionado y una realidad desafiante
El papá de las trigemelas, Carlos Andrade, vive este momento con una emoción indescriptible. “Mis hijas son hermosas”, repite una y otra vez, según cuenta su mamá. Carlos permanece todos los días junto a Melanie en el sanatorio: van desde el hotel por la mañana y se quedan hasta última hora acompañando a las bebés.
Sin embargo, la felicidad convive con la preocupación. Carlos no tiene un trabajo permanente y se dedica a hacer changas; Melanie sí cuenta con empleo estable. La pareja -ambos de 29 años- alquila una vivienda en el barrio Evita de Río Gallegos, un espacio que estaba pensado para un solo bebé, no para tres.
“Con las tres nenas va a ser un gasto enorme: pañales, leche, cunas, un alquiler más grande… es un mundo para nosotros”, expresó María Barría con total sinceridad.
Melanie, además, es mamá de una nena de 8 años, por lo que la familia pasará de ser tres a seis integrantes de un día para el otro. “Se fueron dos y vuelven cinco”, resume la abuela, entre risas y emoción.
Ante esta situación, la familia ya realizó algunas acciones solidarias, como ferias de pizza y rifas, para poder afrontar gastos de traslado y necesidades urgentes. También hubo personas que colaboraron de manera directa con depósitos a la cuenta de Carlos.
Quienes deseen colaborar pueden hacerlo al alias: cda.flex , a nombre de Carlos Daniel Andrade.
“Nosotros seguimos ayudando todo el tiempo, mandando dinero, y gracias a Dios la familia y mucha gente de Río Gallegos ha colaborado”, destacó María.
Esperando el regreso a casa
Para poder regresar a Río Gallegos, los médicos indicaron que las bebés deben alcanzar aproximadamente los 2 kilos de peso cada una. “Están bien de salud, solo necesitan tiempo para recuperar peso”, explicó la abuela.
Mientras tanto, la familia vive cada día con ansiedad, ilusión y esperanza. Entre fotos que llegan desde Buenos Aires, llamados diarios y sueños compartidos, ya se imaginan cómo será criar a tres bebés juntas, idénticas, únicas e históricas.
Un cierre de año que comenzó con temor, pero que hoy se transforma en amor multiplicado por tres.
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