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Enzo Trujillo (24) es uno de los 146 profesionales que el viernes 14 de noviembre recibieron su titulo en el acto de colación de la Unidad Académica Río Gallegos de la Universidad Nacional de la Patagonia Austral (UNPA-UARG).

Conoció el Campus Universitario en 2018 durante una visita con su curso del Secundario N° 10. En 5to año, aún no estaba muy seguro sobre su futuro, le interesaba estudiar Profesorado en Educación Física, pero no estaba dentro de sus posibilidades migrar a Comodoro Rivadavia o a Córdoba.

Participando en las Jornadas de Ingeniería Química y carreras afines.

“En 2017 tuvimos muchos paros. Mi secundario fue uno de los que menos clases tuvo y en 5to año, pasó lo mismo, muchos paros, mucha ausencia de profesores. El establecimiento siempre tuvo problemas de calefacción, de agua, hay mucha falta de recursos entonces eso afecta”, expuso a La Opinión Austral.

Durante su primer año como universitario, el mayor de siete hermanos decidió enfocarse en la carrera: Ingeniería Química. “Le metí todo el tiempo al estudio, eso me ayudó un poco. Empecé a cambiar el pensamiento sobre cómo era estudiar. No podía salir de la clase, llegar a mi casa y no hacer nada hasta el otro día, tenía que repasar, sino no te queda todo lo que dijo el ‘profe’. El horario de clase es muy corto para todo el contenido”, señaló.

La tercera es la vencida

En el primer cuatrimestre de primer año se dicta Química General, una materia “filtro” para la carrera.

“Es muy complicada porque tenés todos los contenidos en cuatro meses, la pude regularizar y eso me permitió poder seguir. Cuando fui a rendir, sentía que estaba preparado y desaprobé, me faltaban un montón de contenidos. Fue uno de los primeros finales que rendí, me di cuenta que iba a tener que cambiar mi forma de estudiar, si quería seguir la carrera, tenía que priorizar esa materia y enfocarme en aprobarla”, recordó.

En el laboratorio, enseñándoles una actividad a los estudiantes secundarios durante unas Jornadas de Extensión.

Al año siguiente, se declaró la pandemia por Covid. El aislamiento y la restricción de actividades, modificaron todo el escenario.

“No podíamos rendir finales y eso un poco me ayudó porque me permitió anotarme como ‘pendiente’ a las materias, con la virtualidad podía cursar muchas al mismo tiempo, pero no tenía el contacto con los profesores, ni las prácticas, eso jugó en contra”, mencionó.

Además, al no poder rendir con periodicidad, los finales comenzaron a acumularse.

Finalmente, en modalidad virtual, Enzo volvió a rendir Química General. “Pasé la parte teórica, dentro de todo me fue bien, pero la profe me desaprobó y me dijo que estaba para un poco más. Decidió que la rinda de nuevo, ella decía que podía llegar a rendir un mejor final para tener una mejor nota”, recordó.

“Un poco me enojé porque sentía que tenía para aprobar, que había estudiado bastante. Cuando me presenté la tercera y última vez y aprobé con un 10, fue una satisfacción después de haber estudiado tanto tiempo, fue un premio que merecía”, valoró.

Oscar, Genaro, Enzo y Gonzalo, parte del equipo de fútbol que representó a la UNPA en los Juegos Universitarios en Entre Ríos.

La pandemia fue el período más complejo. “Fue la situación más difícil que atravesé porque me encontraba solo, en primer año había abandonado el deporte, me había alejado un poco de mis amigos para centrarme en la universidad, después fueron dos años de pandemia… cuando volví, sentía que necesitaba despejar la mente, volví a hacer deporte, volví a salir, traté de empezar a trabajar para juntar plata y poder viajar, hacer otras actividades”, repasó.

Volver a encontrarse con sus amistades y regresar a la práctica deportiva, le dio el respiro que necesitaba. “Creo que fue lo que me ayudó en el último año a poder seguir avanzando, porque si solamente te centras en estudiar y te va mal, después no sabes dónde refugiarte”, manifestó.

Hace tres meses, el 12 de agosto, rindió su último examen. “Siempre que salís de un final están algunos de tus compañeros, es muy raro ver a toda tu familia y festejar todos juntos, es una emoción muy grande”.

Además, compartió: “Soy el primero en mi familia en tener un título de grado, eso significó mucho. Mis papás sabían que me iba a ir bien, siempre les contaba cómo me iba. Cuando vieron la cantidad de gente que fue a recibirme y los profesores que le hablaban de mí, preguntaban cuántos chicos se recibían ese día, cuántos por año y ahí dimensionaron lo difícil que es la carrera y lo difícil que es la universidad y entendieron el esfuerzo que hice durante esos seis años y hoy en día, están muy orgullosos”.

Joven profesional

Durante la práctica profesional de la carrera, tuvo la oportunidad de visitar Pan American. “Conocí un poco lo que es la industria, qué hace el ingeniero químico dentro de la industria, me gustaron los procesos y cómo resolver los problemas que tienen”, comentó.

Las Jornadas de Ingeniería Química y carreras afines también posibilitan las visitas, así conoció al presidente de Venoil, mediante quien, una vez recibido, pudo sumarse a la empresa con un plan de Joven Profesional.

 

Este 14 de noviembre, Enzo Trujillo recibió el título de Ingeniero Químico en la UNPA-UARG.

Los programas, frecuentes en Neuquén y Buenos Aires, permiten a los profesionales que aún no tienen antecedentes laborales comenzar a “meter mano”.

“Hace dos meses, estoy en la empresa aprendiendo, no tenía experiencia y es muy difícil insertarse en el mundo laboral, sobre todo en la parte industrial, donde no hay empleo y, generalmente, para un profesional que no tiene experiencia es más difícil todavía porque las empresas están buscando ingenieros para poder resolver las empresas ya”.

 

Enzo Trujillo se incorporó como joven profesional a Venoil.

Esta es la primera experiencia para la empresa. “Están viendo cómo funciona el programa, cómo voy evolucionando. Generalmente los programas duran 12 meses, vas pasando por distintas áreas y después te ofrecen un puesto, donde puedas quedarte fijo y empezar a hacer tus tareas”, explicó.

En estos dos meses, Enzo ya notó los contrastes entre la teoría y la práctica.

“En la carrera, vemos mucha teoría, muchos cálculos a mano, libro, calculadoras mientras que la industria utiliza muchos simuladores y software. Esos software son diseñados por un ingeniero que sacan de las tablas que fueron calculadas a mano, el ingeniero tiene que aprender cómo calcular a mano, pero veo que la universidad no tiene incorporada esa parte de simulación y software, donde podamos resolver con mayor rapidez los cálculos”, observó.

Frustraciones y apoyos

Para Enzo, Química General marcó un antes y un después. “Esa materia es la que me dio la certeza de que me iba a recibir, ‘si saco esta, me recibo’. En el grupo de ingeniería, tratamos de apoyarnos, pero cuando un compañero termina dejando es por este motivo, siente que no avanzó y realmente no es así porque aunque hayas recursado, vas aprendiendo. Hay muchos chicos que se frustran cuando ven que sus compañeros siguen avanzando y ellos no pudieron seguir el ritmo, y hay muchos otros que entienden que no es una carrera y que cada uno lo hace a su tiempo”.

“Hay situaciones económicas distintas, empiezan a trabajar, empiezan a dejar materias, no les dan los horarios y siempre les decimos que no se bajoneen, que sigan, en algún momento se van a recibir. No importa si te recibís ahora o en 10 años más, vas a ser ingeniero, todos estamos en ese camino”, manifestó.

“Siento que si hubiera estado solo, no podría haber recibido el titulo”.
ENZO TRUJILLO, INGENIERO QUÍMICO

Enzo mencionó también a los profesores: “Me ayudaron mucho, muchos profesores aconsejaban y con compañeros avanzados fui trabajando en conjunto”.

Obtener el título, manifestó: “Fue un logro personal muy grande, pero no lo hicimos solos, siempre estuvimos acompañados. Es colectivo. Tuve una trayectoria donde siempre tuve profesores que me incentivaron a estudiar, en el Secundario tenía una profesora, Silvia Saldivia, que siempre me pinchó para que siga estudiando. Después, tuve a mis profesores de la universidad que siempre me apoyaron, me dijeron que me iba a ir bien y que siga intentando, luego, mis compañeros que me pasaban los apuntes, estudiábamos juntos. Mi familia me apoya siempre, mi pareja a quien conocí en la carrera y mis amigos que estuvieron siempre. Siento que si hubiera estado solo, no podría haber recibido el titulo”.

Un apoyo que no es emocional, pero también de gran importancia fueron las becas.

“Me ayudó la institución, fui becado durante toda la carrera, de fotocopias, de comedor, económicas. En la provincia hace un par de años recibía la Beca 60 años, cuando empecé a cobrarla, me ayudó mucho en la parte económica respecto a mi familia, me sacaba la preocupación de que necesitaba ganar mi plata para tener mis cosas, me ayudó a concentrarme solamente en estudiar”, destacó.

Estudiar en Río Gallegos

Recordando cómo se encontraba en 2019, sostuvo: “Si no hubiera estado la universidad pública, hoy no podría tener un título. Cuando salí del secundario no había posibilidad de que me vaya o de pagar una universidad a distancia, estaría trabajando”.

 

En agosto, Enzo Trujillo junto a Lorena, su mamá, celebrando.

El plan de estudios de Ingeniería Química es de cinco años, Enzo se recibió en seis. Pensando en los estudiantes que hoy están teniendo dificultades en sus cursadas, remarcó: “No es una carrera, que no sienta esa presión que tiene que terminarla ya, le diría que no se rinda, ya va a aprobar, todos nos vamos a terminar recibiendo, en tiempos distintos porque todos tenemos situaciones y dificultades distintas. Si no baja los brazos, lo va a lograr”.

“No sabía que me gustaba la ingeniería, la química, la matemática, hasta que lo intenté”.

“La etapa de la universidad, es muy linda, a veces no la podes volver a vivir o quizás alguien nunca la viva,  entonces hay que aprovecharla, que trate de anotarse a alguna carrera, aunque no esté la que le guste, uno nunca sabe lo que le gusta hasta que lo intenta, no sabía que me gustaba la ingeniería, la química, la matemática, hasta que lo intenté”, recordó.

 

 

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Enzo Trujillo se abraza con Lorena, su mamá, después de haber rendido su último final.

“Siempre me gustó estudiar, siempre me fue bien, pero habían habilidades que no sabía que tenía hasta que entre a la universidad”, reconoció.

Finalizando, insistió: “Tienen que intentarlo y si no les gusta, que se cambien de carrera, en algún momento van a encontrar algo que les guste. Por ahí conocen a algún grupo o un equipo de trabajo, quizás se le da la posibilidad de ingresar al mundo laboral a través de la universidad, siempre hay compañeros que tienen emprendimientos o proyectos. Hay que tratar de no bajar los brazos”.

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