Pasaron los años y con ellos llegó el deterioro de la cartelería, que en algunos casos se volvió ilegible. Lo que muchos no advirtieron u observaron, pero no los movilizó, le generó una duda a un vecino del barrio “Nuestra Señora del Carmen”: ¿a quién se le podía solicitar la reparación?
Así comenzó a consultar en busca de una respuesta.
“Los carteles que había visto no se podían leer, mucha gente pasaba de largo. Tengo 45 años y algunas cosas de las que se cuentan en los carteles no las sabía, hasta que empecé a investigar“, cuenta a La Opinión Austral Nelson Cárdenas.
Durante aproximadamente tres años, Nelson insistió y perseveró, así llegó al Departamento de Patrimonio Cultural del Municipio y le planteó su inquietud a Jorge Achimon, jefe del área.
“Cuando se acercó el vecino fue bien recibido, realizó una crítica constructiva. Lo primero que hicimos fue un relevamiento a fondo de los carteles que tienen la historia de nuestra ciudad: Capipe, la primera canilla, entre otros”, comenta Jorge Achimon.
Luego se elevó una solicitud formal.
Hace poco más de un mes, los carteles comenzaron a desaparecer y el motivo llenaría de alegría a Nelson.
La Dirección General de Servicios estaba retirando la cartelería para ponerla a nuevo. Hace algunos días, los primeros carteles totalmente renovados y pintados a mano fueron repuestos. Además, para darle mayor protección a la cartelería, el área de Señalización les colocó una laca.
“Fue un trabajo que íbamos chequeando mutuamente y haciendo los pedidos, el vecino ayudó mucho porque estaba al pendiente de que se fuera avanzando con este tema“, señala Jorge y agrega que “lo más valioso es que se le pudo dar respuesta al vecino”.
Asimismo, subraya la importancia de “poner en valor la historia” y en este sentido, marca que “es importante dar un mensaje de protección del patrimonio cultural de nuestra ciudad, tenemos que cuidarlo entre todos“.
De a poco, la cartelería está siendo colocada. “Hace años tenía esa inquietud, me generó alegría que las cosas se cumplieran no sólo para los turistas, sino también para la gente de Gallegos que a veces pasamos por un edificio y no sabemos qué pasó ahí”.
Cerrando, Nelson expresa: “Me generó mucha felicidad ver que se están arreglando los carteles“.
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