Your browser doesn’t support HTML5 audio

La historia comienza entre 1934-35 con Victoriano Peralvarez, nacido en 1910 en España, llegando a Buenos Aires.

“Era un fanático del diario, lo leía completo, siempre de atrás para adelante mirando los clasificados. Lo que buscaba era trabajo y en esos años se hablaba de la Patagonia, del futuro de la Patagonia”, cuenta Mario Braccalenti, a La Opinión Austral, sobre su abuelo materno.

Por esos años, Peralvarez trabajaba en tienda “La Central” en una localidad de la provincia de Buenos Aires.

ARTICULOS-DE-LA-TIENDA-LA-CENTRAL-1-728x485
La máquina registradora y la boina de Victoriano Peralvarez. Foto: José Silva/La Opinión Austral

A la Patagonia llegó con un puesto para trabajar con los Braun-Menéndez. Primero, en Puerto Santa Cruz y, después de varios años, se trasladó, con un mejor puesto, a Comandante Luis Piedra Buena.

ARTICULOS-DE-LA-TIENDA-LA-CENTRAL-2-728x485
Una antigua boleta de Tienda “La Central”, la casa de las medias. Foto: José Silva/La Opinión Austral

“Mi abuelo siempre decía: ‘Yo quiero hacer mi propio negocio, no quiero ser empleado toda la vida’. Toda su vida mi abuela tejió tejió muchísimo, le dabas dos agujas y te hacía cualquier cosa. En esos años empezó a tejer escarpines, eran cajas y cajas de escarpines”.

En la década del cuarenta, Peralvarez llegó a Río Gallegos, decidió iniciar su propio negocio y alquiló el local de Kirchner 923, donde hoy funciona una pizzería. “Armaron el localcito adelante y lo dividen con unas estanterías. Vivían atrás, vivían como podían, no tenían baño. Tuvieron que hacer un baño afuera en el patio al fondo”, comenta.

TIENDA-LA-CENTRAL-1-517x728
La Tienda “La Central” abrió sus puertas en la década de los cuarenta.

“Como mi abuelo tenía el contacto con La Anónima, fue a verlos para que le presten cajas vacías. Mi abuela le preguntó: ‘¿Pero, para qué tantas cajas vacías?’ y él le dijo: ‘Para llenar el el localcito con cajas para que no quede vacío'”.

Lo primero que vendieron fueron los escarpines.

La llegada de Roberto Iter, un vendedor viajante y además dueño de una fábrica textil, fue por demás oportuna, pero Peralvarez no tenía dinero para comprar. Sin embargo, a los 30 días le llegó una carga en consignación.

Cuando el local comenzó a quedarse chico, decidió comprar los terrenos donde se ubicaría la TiendaLa Central”.

TIENDA-LA-CENTRAL-3-728x494
Victoriano Peralvarez, el fundado de La Central, hoy Patio Central.

“La construcción se hizo en tres etapas. Primero la parte de la tienda (donde hoy se ubica una sucursal de cadena de farmacias), después se hizo lo del medio que continuó con la tienda y después, la tercera parte, fue la zapatería que es lo que hace un tiempo fue Rentas”, indicó sobre el edificio de Kirchner 1045.

En 1985, Mario Braccalenti (padre), yerno de Peralvarez, compró el terreno donde actualmente se ubica la actual tienda, en Kirchner 970, que recién en 1991, abrió sus puertas como Patio Central.

EMPLEADOS-DE-PATIO-CENTRAL-1-550x728
Históricos empleados de Patio Central.

“Mi padre quería ponerle ‘shopping central’ y le dije que la palabra shopping ya estaba trillada”, recuerda.

Teniendo en cuenta la magnitud del edificio y el diseño de las barandas, como las de Patio Bullrich de Buenos Aires, le sugirió el nombre Patio Central.

Los cambios

Desde hace aproximadamente un mes, Patio Central inició una liquidación y comenzó a vender el mobiliario. De a poco, pero más ágilmente en los últimos días, los riogalleguenses concluyeron que el comercio cerraba.

Esta transición la vengo pensando hace años. Del año ’91 a la fecha hemos pasado muchas crisis, salimos de muchas crisis con mucho esfuerzo y mucho trabajo”, afirma Braccalenti.

 

Mario Braccalenti (padre), yerno de Victoriano Peralvarez.

Desde los 17 años, Mario Braccalenti (hijo) acompañó a su padre en el negocio hasta cuando falleció en 2013, a partir de allí con 46, se puso al frente de la empresa.

“Desde hace años, venimos poniendo y perdiendo plata, sosteniendo algo que no se puede sostener”.

“Papá decía: ‘No puedo gastar un peso en las vacaciones porque eso lo tengo que poner en el negocio’. Acá, más allá de la historia, hay mucho sacrificio de mi abuelo y de mi padre. Lo que ha hecho mi padre acá en este local, no sé cuántas personas lo harían hoy”, reflexiona.

La marquesina original de Patio Central está siendo renovada. Foto: José Silva/La Opinión Austral

En Patio Central, menciona “hemos llegado a ser 48 empleados, había un movimiento tremendo, no teníamos el problema de la competencia de Chile y otras competencias que fueron naciendo en el mismo Río Gallegos“.

“Desde hace años, venimos poniendo y perdiendo plata, sosteniendo algo que no se puede sostener”, expuso con relación al costo laboral, pero también a los servicios. “Los gastos te aumentan a un nivel increíble, pero la venta no te aumenta”, señala.

MARIO-BRACCALENTI-ENTREVISTA-LOA-728x485
“Del año ’91 a la fecha hemos pasado muchas crisis, salimos de muchas crisis con mucho esfuerzo y mucho trabajo”, afirma Braccalenti a La Opinión Austral. Foto: José Silva/La Opinión Austral

“Antes criticaba a la gente que iba a Punta Arenas a comprar y dejaba la plata allá, pero hoy llegas a Punta Arenas y lo digo con tristeza… Punta Arenas parece Nueva York al lado de de Río Gallegos, por lo que creció. Hoy tenés un shopping enorme, hay una hotelería espectacular, tenés lugares para comer una gastronomía increíble, tenés otras variantes”, comparó con la ciudad chilena que tiene apenas 37 años más que la argentina.

Patio Central realizará liquidación hasta el 30 de septiembre. Foto: José Silva/La Opinión Austral

“Durante muchos años, lamentablemente, Río Gallegos no creció, en vez de ir para adelante, fue un poquito para atrás, entonces todas esas cosas no fueron positivas para Patio Central. La vas luchando hasta donde podés”, explica.

Respecto a cuál será el nuevo rubro con el que abrirán dentro de algunos meses, Braccalenti manifiesta: “Vamos a transformarnos y estamos con un proyecto que va a ser muy novedoso para Gallegos. No te puedo decir qué es, pero es algo que falta en Río Gallegos. Patio Central va a seguir. Vamos a cambiar el cartel, hay que invertir, no podía seguir con la marquesina como estaba porque ya estaba muy fea, vamos a hacer algo más moderno”.

“Patio Central va a seguir y todos los empleados que están hoy, siguen, hoy hay nueve, y creo que con el proyecto que vamos a hacer vamos a necesitar más gente”, cerró.

 

Leé más notas de La Opinión Austral

Ver comentarios