Se dio a conocer un mapa del contenido de carbono del suelo en el sur de Patagonia con el uso de modelos y evaluación de los cambios de acuerdo al clima, vegetación, desertificación y pastoreo. Comprender las causas de variación y mapeo del contenido de carbono del suelo en la Patagonia permite evaluar la sostenibilidad del manejo de la tierra.

El Grupo Forestal Agrícola y Manejo del Agua de la Estación Experimental Agropecuaria Santa Cruz dio a conocer un mapa del Contenido de carbono del suelo en el sur de Patagonia con el uso de modelos y evaluación de los cambios de acuerdo al clima, vegetación, desertificación y pastoreo. Los investigadores recalcaron que “contar con un mapa a nivel provincial de Santa Cruz de contenido de Carbono en el suelo (0 a 30 cm de profundidad) y los principales factores que influyen (pastoreo, clima, tipo de vegetación, desertificación) brinda información sobre su impacto en temas como productividad de los ecosistemas naturales, la fijación de carbono respecto al manejo y cambio climático, y estimación de la huella de carbono en la producción animal”.
Peri explicó que “el mapa brinda información sobre cuánto carbono hay en el suelo de la provincia”. “Esta información es importante porque el carbono determina la productividad de los pastizales, arbustales y los sistemas forestales, cuánto más carbono, en general, aumenta la productividad y la biodiversidad de los sitios”, expresó. Además, el investigador del INTA recalcó que “los mercados internacionales tienden a conocer la huella del carbono en la producción de carne y lana”.
El trabajo es el resultado de los muestreos de campo de la red PEBANPA de parcelas permanentes monitoreo a largo plazo para evaluar los cambios ambientales debidos al cambio climático y al uso del suelo, y el uso de modelos. Los ecosistemas naturales proveen importantes servicios como los que mantener la capacidad productividad de plantas y animales. Los objetivos en este estudio fueron modelar el contenido de carbono en el suelo (30 cm de profundidad) a escala regional utilizando variables climáticas, topográficas, de uso (pastoreo, aprovechamiento forestal) y de vegetación para establecer una línea de base que pueda usarse como un indicador de la condición de los pastizales, arbustales y bosques.
Los investigadores concluyeron que “el almacenamiento de carbono del suelo es influenciado por un gran número de variables que interactúan entre sí: las más importantes son las condiciones climáticas, el grado de pérdida de suelo y la cobertura vegetal. Ecosistema con mejores prácticas en su gestión (tipo e intensidad de pastoreo) puede aumentar el almacenamiento neto de carbono en pastizales, matorrales, humedales y bosques, pero se necesitan incentivos económicos para mantener o aumentar las existencias de C en el suelo”.
“Comprender las causas de variación y mapeo del contenido de carbono del suelo en la Patagonia es un primer paso que permite la evaluación de la sostenibilidad del manejo de la tierra y que puede ayudar no sólo a aumentar la resiliencia de los pastizales a nivel regional en la Patagonia, sino también a abordar los problemas a escala mundial como la mitigación a los efectos del cambio climático, desertificación y conservación de la biodiversidad”, expresaron.
Los autores del trabajo son Pablo Luis Peri (INTA-UNPA Yamina Micaela Rosas (Laboratorio de Recursos Agroforestales, Centro Austral de Investigaciones Científicas – CONICET Brenton Ladd (School of Biological, Earth and EnvironmentalSciences, University of New South Wales – Escuela de Agroforestería, Universidad Científica del Sur Perú Santiago Toledo (UNPA-CONICET Romina Gisele Lasagno (INTA) y Guillermo Martínez Pastur (Lab. de Recursos Agroforestales, Centro Austral de Investigaciones Científicas CONICET).

Más información inta.gob.ar/santacruz

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