En la última emisión de“MasterChef Celebrity (Telefe), Agustín “Cachete” Sierra vivió una de sus peores jornadas: no solo debió enfrentar una serie de errores técnicos que lo llevaron, directamente, a portar el delantal negro, sino que, también, tuvo que lidiar con un infortunio físico en plena competencia.

Todo sucedió cual el actor decidió apostar por una receta propia de pizza de roquefort con jamón y albahaca; sin embargo, la ejecución estuvo lejos de ser la ideal; desde el comienzo, la falta de sabiduría en el manejo de los tiempos y los utensilios le jugó una mala pasada.

Lo primero que captó la atención del jurado no fue el aroma de su preparación, sino una venda que cubría parte de su extremidad; ante la curiosidad, Damián Betular, no dudó en preguntar: “¿Qué te pasó en la mano?”. Con una mezcla de honestidad y resignación, el participante confesó que el incidente ocurrió al momento de retirar la pizza del horno; según explicó, la confusión al manipular la bandeja, teniendo el repasador en una mano y usando la otra desprotegida, terminó en una quemadura.

Lejos de buscar victimizarse, el joven actor optó por tomarse la situación con una pizca de humor negro; reveló que, debido a las altas temperaturas, el guante protector llegó a adherirse a su piel, lo que lo obligó a reaccionar con rapidez para evitar una lesión mayor; Cachete atribuyó este descuido a la energía negativa que ya sentía respecto a su desempeño en la prueba. “Sabía que iba a salir mal”, le dijo a Betular, reconociendo que su intuición le advertía sobre el desastre gastronómico que estaba por presentar.

El jurado no tuvo piedad con la estética ni con el sabor de la pizza, la cual fue descrita como un bloque macizo carente de equilibrio; mientras Betular señalaba la ausencia total de salsa y una masa que se fundía de forma poco apetitosa con el queso, Germán Martitegui se refirió al contenido de sodio, utilizando el sarcasmo para remarcar lo incomible del plato.

Por su parte, Donato de Santis fue, quizá,  el más tajante al comparar la consistencia de la masa con la dureza del cartón; en este marco, Sierra no tuvo más remedio que aceptar las críticas, admitiendo que el aspecto pálido y la textura fallida de su creación eran indefendibles.

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