El Gobierno echó a la titular de la exAFIP, Florencia Misrahi, por ponerle impuestos a streamers e influencers

El Gobierno nacional echó este sábado a la titular de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), Florencia Misrahi, por orden del presidente Javier Milei. Este desplazamiento responde a una medida del organismo recaudador que comenzaba a gravar la actividad de streamers e influencers.

El vocero presidencial, Manuel Adorni, confirmó la noticia mediante un posteo en su cuenta de X (exTwitter), donde también adelantó que otros dos funcionarios de la exAFIP  fueron apartados de sus cargos.

“El Presidente de la Nación tomó la decisión de echar a la titular de ARCA y a dos funcionarios por la modificación al régimen de streamers e influencers”, precisó. Además, informó que “Juan Pazo asumirá como nuevo titular de ARCA y Pablo Quirno asumirá el rol de Secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería Argentina”.

Posteriormente, la Oficina del Presidente emitió un comunicado en la misma plataforma en el que ratificó este anuncio y aseguró que la acción del organismo recaudador “fue inconsulta y será revertida de manera inmediata” luego de la salida de Misrahi.

“Este Gobierno no va a perseguir a las nuevas formas de negocios digitales y reafirma su compromiso para trabajar en un régimen tributario simplificado. La solución al persistente déficit fiscal que sufrió por décadas la República Argentina no es buscar nuevas formas de recaudación sino bajar el gasto público”, se indico.

La decisión del jefe de Estado se dio tras el malestar generado por una resolución de la ARCA publicada en el Boletín Oficial, por la cual instagramers, bloggers, influencers y otras personas o grupos de personas que crean o difunden contenido audiovisual en redes y plataformas digitales deben inscribirse en los impuestos a nivel nacional y provincia, empezar a pagarlos y hacer aportes jubilatorios.

La Resolución General 5.607, publicada el 28 de noviembre, incorporó la actividad 731002, que abarca la “creación, edición, producción, difusión y/o publicidad de contenido audiovisual” que se utilicen o reproduzcan en redes sociales, aplicaciones y plataformas digitales “y otras actividades económicas vinculadas a creadores de contenido”.

A su vez, la normativa alcanza fiscalmente a la criptominería y las transacciones digitales. Y es que surge como parte de una actualización en el “Clasificador de Actividades Económicas” (CLAE) que introdujo la resolución firmada por la ahora exjefa de ARCA.

La implementación del nuevo CLAE permite identificar a los creadores de contenido digital y establece una “base imponible” que incluye a instagramers, bloggers, youtubers, tiktokers y otros influencers que, en adelante, deberían facturar por sus servicios, sin posibilidad de elusión impositiva, ya que incluso los canjes se calcularían a valor de mercado.