Un emotivo acto de conmemoración por el 38 aniversario del bautismo de fuego de la Fuerza Aérea Argentina tuvo lugar ayer en la Base Militar de Río Gallegos, con la participación del ministro de Defensa de la Nación, Agustín Rossi.
El funcionario encabezó el acto antes de realizar una recorrida por el Hospital Militar, horas más tarde, con la gobernadora Alicia Kirchner.
“Mi homenaje y reconocimiento por el coraje y altruismo de todos los que combatieron en Malvinas”, expresó el ministro al iniciar su discurso, al tiempo que destacó el “compromiso para seguir trabajando por una Argentina grande, un pueblo feliz y unas Fuerzas Armadas hermanadas y equipadas para cumplir su misión”.
El ministro de Defensa recorrió luego el Hospital Militar con la gobernadora Alicia Kirchner
Asimismo, evaluó el rol de las fuerzas durante la pandemia, asegurando que su trabajo “le ha dado visibilidad y reconocimiento por el conjunto de la sociedad” y afirmando que “tiene que ser el escalón inicial para que podamos tener definida una política de defensa nacional con el equipamiento y la logística necesarios, para cumplir con su misión principal y las secundarias que las leyes indican”.
El brigadier mayor VGM Mario Fernando Roca pronunció un emocionante discurso. FOTO: FUERZA AÉREA
Durante el acto brindaron sus palabras el brigadier mayor VGM Mario Fernando Roca y el jefe de la Fuerza Aérea, brigadier Xavier Julián Isaac, quien ponderó “a los héroes de Malvinas” y celebró el trabajo de los hombres y mujeres “comprometidos con la misión ante el COVID-19”.
El brigadier Xavier Julián Isaac celebró el trabajo ante el COVID-19. FOTO FUERZA AÉREA
Participaron también los demás integrantes de la cúpula militar: el titular del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, general de brigada Juan Martín Paleo; el jefe de la Armada, contraalmirante Julio Horacio Guardia, y el jefe del Ejército, general de brigada Agustín Humberto Cejas.
La ceremonia fue trasmitida por streaming desde la BAM Río Gallegos y las imágenes en vivo se conjugaron con otras de la guerra y los vuelos rasantes en el mar que los pilotos argentinos realizaron en sus misiones contra la flota británica.
Los efectivos que estuvieron en la formación lucieron barbijos mientras portaban las banderas argentinas, se entonó el himno y un oficial leyó los nombres de los 55 oficiales, suboficiales y soldados del arma que perecieron en aquel otoño de 1982.
Un toque de clarinete sonó en honor a ellos y también se realizó una invocación religiosa a cargo del obispo, monseñor Jorge Ignacio García Cuerva.
Jorge García Cuerva, obispo de la diócesis, tuvo también un discurso en el acto. FOTO: FUERZA AÉREA
Malvinas
Desde la Base Aérea Militar de Río Gallegos, el ministro de Defensa de la Nación recordó que “Malvinas es una causa permanente para el conjunto del pueblo argentino”.
“Esa causa tuvo héroes que escribieron las páginas más gloriosas: el altruismo, la hidalguía, el coraje de aquellos que combatieron en las islas”, ponderó el funcionario nacional y recordó “a los que ya no están”.
En ese contexto, Rossi enumeró: “Malvinas debe ser la prioridad de la política exterior de nuestro país, Malvinas es muchas cosas, Malvinas es también nuestras Fuerzas Armadas” y allí reparó en “un hecho que vengo pensando desde que asumí como ministro: ya no nos quedan veteranos de Malvinas en actividad”.
“Entonces -siguió-, las nuevas generaciones tienen la obligación de transmitir con mayor intensidad todo lo que se jugó en Malvinas. Hay que rescatar el heroísmo, la causa. Allí esta el eje de la reivindicación histórica que tenemos que llevar adelante”, destacó.
El rol ahora
En otro orden, el ministro de Defensa admitió que “esta pandemia nos ha cambiado la vida. Nos miramos y no nos reconocemos porque estamos cubiertos con barbijos”, dijo mientras se dirigía a los presentes.
“Pero es cierto que esto ha provocado el mayor despliegue de las Fuerzas Armadas armadas argentinas desde la recuperación de la democracia. Están en todos lados”, ponderó.
“Las Fuerzas Armadas están en el mar, en el aire y la tierra. La Fuerza Aérea trabaja en la repatriación de los argentinos que están en el exterior, pero también asiste en salud y reparte alimentos, con la misma vocación de servicio que tuvo en el conflicto de Malvinas”, dijo y agregó que si bien el actual rol de las FFAA “es una de las misiones secundarias, todos han visto lo necesarios que son para llevarlas adelante”.
“Jugarse la vida”
En su discurso, por su parte, el obispo de la diócesis de Río Gallegos y Tierra del Fuego, Jorge García Cuerva, recordó a los caídos en Malvinas y trazó un paralelismo con un fuerte fragmento de un escrito de Eduardo Galeano al hablar durante el Bautismo de Fuego realizado en la Base Aérea Militar de Río Gallegos.
“Bautismo significa jugarse la vida, meterse de lleno”, dijo el obispo al recordar a los soldados de la Fuerza Aérea que participaron en el denominado Bautismo de Fuego.
“Se comprometieron hasta dar la vida, se sumergieron en la causa de la soberanía nacional, se empaparon de gloria para siempre”, expresó.
La ceremonia fue retransmitida en vivo en la web de La Opinión Austral y por Radio LU12 AM680
Dijo, entonces, que “fuego refiere a la pasión, a la intensidad, a la luz y a vivir con plenitud”, y en ese sentido recordó un fragmento del escritor Eduardo Galeano.
“Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende”, parafraseó y comparó: “De estos fuegos apasionados estaban encendidos los corazones de los hombres que hoy homenajeamos”.
El García Cuerva que murió en Malvinas
Se trata del primo hermano del padre del actual obispo Jorge García Cuerva. “El primer piloto fallecido en Malvinas, Gustavo Argentino García Cuerva, era primo hermano de mi papá”, había contado el obispo Jorge García Cuerva al visitar por primera vez Río Gallegos, una vez designado como titular de la diócesis.
Sobre la historia que los une, el obispo recordó en el acto que en su familia sienten con mucho orgullo al capitán y piloto de Mirage protagonista del Bautismo de Fuego en la guerra de 1982, remarcando que “el dolor nos une”.
García Cuerva, resaltó también “el orgullo de ser argentino en la vida. No hay amor mas grande que dar la vida por los amigos”, dijo.
“Dolores es el lugar en el que Gustavo Argentino había nacido, desde donde llegó mi tatarabuelo”, contó García Cuerva. “El orgullo familiar, primer pueblo patrio que dio al país a uno de sus hijos, que nos anima a volar alto, a reanimarnos en la esperanza y a jugarnos de lleno por los demás y dar la vida por la Argentina”, subrayó en su discurso. En otro fragmentó, llamó a que “nos anime a vivir el amor al prójimo, especialmente por los que sufren”.
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