Por Pablo Silva (Especial, desde Paris)

 

Genaro Alberto Olivieri (N° 231 en el ranking ATP), deslumbró nuevamente en el Roland Garros y avanzó a la tercera ronda tras vencer al italiano Andrea Vavassori (N° 148) por 7-6 (9-7), 3-6, 6-4 y 7-6 (7-3), luego de 3 horas y 17 minutos de juego.

Olivieri, oriundo de la ciudad bonaerense de Bragado, ya había sorprendido en la ronda inicial al superar al juvenil francés Giovanni Mpetshi Perricard (N° 237) por 7-6 (7-4), 4-6, 4-6, 7-5 y 6-1, en su debut absoluto no sólo en Roland Garros, sino en un Grand Slam.

Este jueves, volvió a cumplir una actuación sólida y eficaz para deshacerse del italiano Vavassori, un rival de no tan buen presente, pero mejor rankeado que el argentino. Ahora, por la tercera ronda, Olivieri se medirá ante el dinamarqués Holger Rune (6), de tan sólo 20 años y una de las promesas del tenis, quien avanzó sin jugar ante la no presentación por lesión del francés Gael Monfils (N° 394).

– Vamos a comenzar con una frase cuando debutó Diego, cuando dijo: “No quiero que me despierten de este sueño”, ¿qué podemos decir al respecto?

– Yo tampoco quiero que me despierten del sueño pero a la vez tengo que seguir. A pesar de que es un sueño, tengo que seguir siendo humilde y seguir trabajando porque todavía seguimos acá y faltan espero que más partidos. Por ahora fue un partido muy importante, tal vez el rival de mayor jerarquía que voy a enfrentar en mi vida, hasta ahora. Así que hay que prepararse y con la mente clara de que hay que preparar el partido a full.

FOTO: PABLO SILVA

– Vos estás acostumbrado a jugar challengers y futures durante casi toda tu carrera, este es tu primer main draw grande, ¿qué es lo primero o la diferencia más grande que notás estando en este torneo con respecto a lo que jugaste casi siempre?

– El trato del torneo es una cosa impresionante, cambia absolutamente. Hay muchos challenger que son muy buenos también, pero acá hacer prensa y todas estas cosas que son nuevas a mí por lo menos me cuesta un poco, que soy un poco vergonzoso, pero bien. Los estadios, está todo muy bueno, en los vestuarios tenés que ir de un estadio al otro. Hay que acostumbrarse a eso porque las clubes son grandes, tenés que tomarte un carrito de golf para ir de un estadio a otro, y son cosas diferentes que se viven acá en estos torneos y está increíble.

– Venís de estos challengers, estás metiéndote en este circuito grande, ¿se piensa en ese momento “me estoy jugando tantos puntos, me estoy jugando estar a este nivel, me estoy jugando tanta plata”?

– No imposible, no hay espacio para eso, o sea, si lo pensás perdés, es muy sencillo. Porque en esos momentos lo único que tenes que pensar es en el tenis y cómo va a pasar la pelota para el otro lado y complicarlo al rival, o ganarle puntos con un winner. No, no, no hay lugar para eso porque si dejas mínimo espacio te come la duda y chau, se te va el partido. Trato de concentrarme en la respiración en ese momento para que no vengan pensamientos ni negativos ni positivos, y seguir punto a punto, a ver qué voy a hacer en ese punto sacando o devolviendo, y eso te va manteniendo en el partido en estos partidos largos que no bajan de dos horas y media, pues son mínimo tres sets, entonces eso eso es lo más importante.

– ¿Cómo te sentís jugando partidos así de largos? Porque es la primera vez, y este ya fue tu segundo match.

– Físicamente aguante bárbaro los dos, también jugué con dos jugadores que sacaban muy fuerte, entonces por ahí por momentos había games que pasaron de largo sin tocar la pelota. Pero igualmente hay que estar ahí, hay que mantener la energía, porque hay momentos que baja, que sube, y cuando hay que apretar, hay que apretar y no no hay otra chance. Yo toda la vida fui de jugar partidos largos también, aunque sean a tres sets. Tres horas, dos horas y media siempre, vivo de eso, de correr, de meter y estoy acostumbrado.

– Esta fue una victoria importante que te pone en tercera ronda de Roland Garros. Sintéticamente, ¿cómo fue el partido tácticamente que tuviste que hacer para poder ganarlo?

– Bueno, primero tuve que volver metido, porque sabía que él hacía mucho saque de red y si yo le devolvía metido no iba a tener tanta chance de hacerlo. De hecho no lo hice tanto en todo en todo el partido, en momentos que me veía atrás lo hacía. Eso primero, después con el saque era un tres cuartos fuerte de primer saque para poder estar bien plantado con la primera pelota y empezar a moverlo. Lo importante era que él corra, que no juegue plantado de derecha invertida más que nada. Es más peligroso porque te mueve para allá, te abre para la derecha. Pero esas fueron las dos chances, los dos tips del partido claves que hicieron que salga adelante.

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