Jorge Altieri, el ex combatiente que 37 años después de la Guerra de Malvinas recuperó el casco que le salvó la vida en medio de un combate habló en el aire de LU12 AM680 y contó detalles de lo ocurrido.

Primero repasó su arribo a Río Gallegos, antes de volar hacia las islas. “Viajamos en un avión de línea y cuando llegamos dormimos en la losa radiante del aeropuerto. Al día siguiente nos instalamos en Monte Longdon“.

 

“Nos quedamos preparando todo, pasaron los días, hasta que el 11 de junio de 1982 comenzó nuestro combate contra el batallón 3 de paracaidistas inglés. Los ingleses tenían la orden de fusilar y no tener prisioneros. Hicieron violaciones a los tratados, fusilaron, pero dejémoslo ahí porque es un poco fuerte esa parte”, prosiguió.

 

“Empezamos a las 10.30 de la noche a combatir. En un momento nos tuvimos que desplazar porque por cada soldado argentino había 10 ingleses. De repente aparece un suboficial y Fernández y Rito y yo nos subimos al monte a pedido de él. Llegamos a un punto que nos tuvimos que instalar”, continuó.

 

Pasaron nuestras posiciones por radio y empezó el bombardeo. Una de las bombas cayó cerca, a un soldado lo mata, a otro lo hiere en las piernas y a mi me pega en el casco. Caigo y mientras caía sentía el derrame de la sangre por mi cara y quedo ahí inconsciente y hubo un momento en que me levanté“, recordó.

 

 

“Después me llevan y del casco no supe más nada. Estuve internado en el Hospital Regional de Comodoro Rivadavia. Ahí me operaron. Cuando comienza el cese de hostilidades, uno de los ingleses recoge el casco y se lo lleva a Inglaterra”.

 

“El muchacho muere y sus familiares empezaron a rematar las cosas. Me enteré en un programa de radio que mi casco estaba en remate. Y digo ‘no, imposible, mi casco quedó tirado en Malvinas”.

 

“Entonces, me mandaron una foto en la que se ve que en la parte de adentro está escrito con birome ‘Altieri, Beto’. Está en remate, puede buscar la forma de comprarle. Un amigo ofertó 450 libras en el remate, pero faltando un minuto para que termine se metió un británico y lo compró a 800 libras”,  reveló.

 

“Conseguimos el nombre del hombre que se lo apropió, le propusimos pagarle más, pero se negó. Pasaron cuatro años, me llamó una periodista de Infobae, me hizo un reportaje y al día siguiente me entero que el casco mío se había puesto nuevamente en remate”, expresó.

 

“Cuando voy a Infobae me reúno con Daniel Hadad. Le pasé el número, lo llamó y habló con el inglés. Me dijo quedáte tranquilo que el casco lo vas a conseguir. De repente veo la pantalla y desapareció del remate. Al final, el que lo compró había sido Daniel Hadad”.

 

“La primera noche durmió conmigo, me hizo compañía. El primer fin de semana me filmé con un champagne y dos copas brindando con mi amigo, el casco. Me salvó la vida”.

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