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Con la emoción propia de las grandes citas deportivas y un encendido mensaje de integración regional, Comodoro Rivadavia dio inicio este martes por la noche a una nueva edición de los Juegos EPADE, el tradicional certamen patagónico que reúne a lo mejor del semillero deportivo del sur argentino. La ceremonia de apertura, realizada en el Club Huergo, marcó el puntapié inicial de una semana cargada de competencia, sueños y convivencia entre más de 500 atletas de Chubut, Tierra del Fuego, Santa Cruz, Neuquén, Río Negro y La Pampa.

 Más de 500 atletas de Chubut, Tierra del Fuego, Santa Cruz, Neuquén, Río Negro y La Pampa. Más de 500 atletas de Chubut, Tierra del Fuego, Santa Cruz, Neuquén, Río Negro y La Pampa.
Más de 500 atletas de Chubut, Tierra del Fuego, Santa Cruz, Neuquén, Río Negro y La Pampa.

La ciudad oficia como sede de las pruebas de atletismo, una de las siete disciplinas que conforman el cronograma del evento junto con natación, ciclismo, judo, fútbol, básquet y vóley. Hasta el sábado 26 de abril, las instalaciones de la Pista de Solado Sintético en Kilómetro 4 serán el escenario donde se pondrán a prueba meses de entrenamiento, ilusiones personales y proyectos deportivos provinciales.

El intendente Othar Macharashvili encabezó el acto junto a referentes del deporte patagónico, como Hernán Martínez (Comodoro Deportes) y Milton Reyes (Chubut Deportes), además de autoridades institucionales de las provincias participantes. La joven atleta Olivia Conesa tuvo el honor de ingresar con la antorcha encendida, símbolo del espíritu deportivo que alimenta el encuentro.

La joven atleta Olivia Conesa con la antorcha.

Este es un esfuerzo colectivo, de los gobiernos provinciales, municipales y sobre todo de los deportistas que vienen trabajando en sus escuelas, clubes y ciudades”, afirmó Macharashvili en su discurso de apertura. “Comodoro los recibe con los brazos abiertos. Queremos que disfruten de nuestra ciudad, que es una ciudad hermosa y que ha crecido con el deporte como eje”.

No fue menor la mención al Hotel Deportivo de la ciudad, una obra que hoy alberga a decenas de chicos y chicas de toda la región. “Es fruto de una visión compartida, pensando en un desarrollo a largo plazo para el deporte de rendimiento”, subrayó el jefe comunal.

Desde el corazón del deporte regional, Hernán Martínez también dejó su mensaje: “Queremos que estos juegos sean una fiesta, a pesar de los momentos difíciles que atravesamos. A cada técnico, cada entrenadora, les decimos gracias. Y a ustedes, deportistas, les pedimos que se lo tomen como una oportunidad: están en una pista de jerarquía, vinieron a buscar un sueño”.

Por su parte, el titular de Chubut Deportes, Milton Reyes, resaltó la decisión política que implicó realizar el evento en un contexto complejo: “Hubo que tomar decisiones valientes, conjugar voluntades de distintos municipios para llegar a este resultado. No es fácil hacer atletismo en la Patagonia, donde muchas veces entrenamos con viento, lluvia o nieve. Pero acá estamos”.

En una intervención especialmente emotiva, la atleta chubutense Vanshi Thomas cerró la ceremonia con palabras que resonaron entre los presentes: “La escuela del deporte me dio herramientas para toda la vida. No bajen los brazos nunca. Sean buenas personas, buenos compañeros. Eso les abrirá puertas en el deporte y en la vida”.

El espíritu de los Juegos EPADE va más allá de los resultados. Se trata de un espacio para que las nuevas generaciones de deportistas compartan valores, forjen vínculos y, por qué no, descubran en una semana intensa de competencia el primer gran paso de una carrera mayor.

Desde hace 18 ediciones, este certamen fortalece el desarrollo deportivo regional, impulsa el talento emergente y fomenta una identidad común entre jóvenes que comparten no solo una geografía desafiante, sino también una pasión por el deporte. La pista de Kilómetro 4, reacondicionada para la ocasión, vuelve a ser símbolo de ese compromiso sostenido con el deporte amateur y la construcción colectiva de oportunidades.

A medida que avancen las competencias, Comodoro Rivadavia se convertirá en el centro de las miradas deportivas del sur argentino. Lo que está en juego no es solo una medalla: es el reconocimiento al esfuerzo diario, a los entrenamientos silenciosos en clubes de barrio, a los viajes largos en colectivos provinciales, al acompañamiento de las familias y a la vocación de cientos de entrenadores que creen en el deporte como herramienta de transformación.

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