“La economía argentina ingresó en la segunda mitad de 2020 con signos de recuperación mayores a los esperados”. Con esta afirmación arranca el último informe del Centro de Estudios para la Producción (CEP XXI), que depende del Ministerio de Desarrollo Productivo a cargo de Matías Kulfas. El trabajo analiza cada una de las actividades económicas del país, su evolución mensual e interanual, tanto en facturación como en los niveles de actividad; como así también el impacto global de la pandemia, donde la Organización Mundial del Comercio (OMC) acaba de modificar sus estimaciones.
A diferencia de otros países, en Argentina se logró mitigar el nivel de desempleo (que igual se acrecentó) a partir de la distribución de recursos vía ATP y otras políticas públicas. En relación a la Patagonia, la pesca fue una de las actividades que mejor operó durante los últimos meses.
La Organización Mundial del Comercio (OMC) modificó sus últimas estimaciones para la economía global, en este contexto de pandemia. Según un reciente informe, se espera que el intercambio comercial en el mundo caiga un 13 por ciento, es decir 20 puntos porcentuales menos que el oscuro panorama trazado en abril.
Cada documento de análisis vinculado a la evolución económica global marca una certeza: no es la cuarentena la que explica las caídas sino la pandemia, a pesar de que en los medios de comunicación hegemónicos porteños insistan en cuestionar con virulencia el distanciamiento social.

La pesca exportó 135,7 millones de dólares en mayo de este año, 9,1% más que en 2019.

A partir del análisis realizado por el CEP XXI, “para las economías de América Latina, el impacto de la pandemia contrasta con una gradual pero sostenida reapertura de actividades”, a pesar de que la región se convirtió en el epicentro de la pandemia. Por otro lado, de acuerdo con las estimaciones de la CEPAL, las exportaciones podrían contraerse un 23 por ciento (en valor) y las importaciones un 25 por ciento.
Las ventas hacia los Estados Unidos podrían caer un 32 por ciento y las intrarregionales, otro 28 por ciento. Las exportaciones a China, en las que predominan las materias primas, serían afectadas en mucho menor medida (-4 por ciento) ya que el gigante asiático, a pesar del contexto, tendrá crecimiento económico (más moderado que otros años, pero lo tendrá).
En el caso de Brasil, según estimaciones de su Banco Central, la contracción esperada sería del 5,7 por ciento, frente al 8 por ciento de caída vislumbrado por el Banco Mundial o el 9,1 por ciento que estimó el FMI.
Por su parte, la economía chilena cayó en mayo un 3,4 por ciento en relación a abril, y un 16,4 por ciento abajo en relación a lo registrado en febrero. “En términos interanuales, cayó un 15,3 por ciento, un nuevo récord a la baja, aunque en junio la caída interanual se recortó a 12,4 por ciento”, analizó el CEP XXI.
En Europa la situación no es mejor: las caídas interanuales de junio se ubicaron en los dos dígitos en las economías más grandes: Francia (-12,5), España (-14,4), Alemania (-14,5) e Italia (-14,7). En el segundo trimestre del año estas economías finalizaron con caídas interanuales superiores al 20 por ciento.
Frente a este contexto, la Unión Europea aprobó a través del Consejo Europeo (órgano supranacional) un fondo específico por 750.000 millones de euros, con 390.000 millones en asistencia directa para los países miembros y otros 360.000 millones en préstamos, de los cuales un 70 por ciento serán desembolsables entre 2021 y 2022, y el 30 por ciento restante en 2023. Es decir, expansión fiscal para contener las consecuencias de una pandemia inédita.
A contramano del resto del mundo está China, que mantiene ciertos niveles de crecimiento. Durante el segundo trimestre de este año, creció un 3,2 por ciento luego de haber registrado una merma del 6,8 por ciento en los primeros 3 meses del año, época en que el Covid 19 pegó de lleno en ese país.

La Argentina en el mundo

Según destacó el Ministerio de Desarrollo Productivo, la economía argentina ingresó en la segunda mitad de 2020 con signos de recuperación mayores a los esperados. El análisis del CEP XXI publicado la semana pasada, indica que “la actividad industrial registró una mejora importante, pasando de caer un 26,2 por ciento interanual en mayo a un 6,6 por ciento en junio”. Es decir, todavía no hay registros positivos pero descendió el ritmo de caída a partir de las aperturas económicas que fueron dándose en todo el país.
Según la cartera que conduce Kulfas, hay varias explicaciones que permiten entender el porqué de la incipiente recuperación económica.En primer lugar, sostiene el trabajo del CEP XXI cuyo director es Daniel Schteingart – parte de la recuperación se debió a la recomposición de stocks tras el freno de abril y parte de mayo. Las empresas y fábricas que pudieron reiniciar su actividad aprovecharon el tiempo para acumular mercadería.
En segundo lugar, hubo un incremento en la demanda de bienes durables vinculados al hogar; más familias se quedaron en sus casas, por ende los ahorros fueron canalizados a adquirir este tipo de productos. Para ello fue clave el Programa Ahora 12, donde se destacaron las ventas de muebles, colchones, materiales de construcción o línea blanca. Según el Indec, la producción de pinturas trepó un 29,1 por ciento interanual en junio.
La producción de alimentos fue una de las actividades que no frenó nunca al igual que la exportación de materias primas vinculadas al sector agropecuario. La fabricación de maquinaria agrícola tuvo una expansión del 28,4 por ciento interanual, lo cual a su vez impactó en la industria metalúrgica. La producción de agroquímicos también creció en junio (+13,9 por ciento interanual), con un acumulado del 12,0 por ciento en todo lo que va del año.

El primer semestre la agroindustria registró exportaciones por 13.631 millones de dólares.

Durante el primer semestre de 2020, el complejo agroindustrial registró exportaciones por 13.631 millones de dólares, cuando en el mismo período del año pasado se habían registrado ventas por 13.476 millones (Departamento de Economía Política del Centro Cultural de la Cooperación).
Por su parte, la industria alimenticia, que explica cerca del 30 por ciento del PBI industrial del país, tuvo un incremento de su producción del 4,8 por ciento en junio; la elaboración de carne vacuna aumentó un 11,3 por ciento, básicamente por la mayor demanda de China.
En el caso de la carne aviar, la expansión del 6,9 por ciento también se explicó por una mayor demanda interna. Según el relevamiento del CEP XXI, el aislamiento reforzó un cambio en los hábitos de consumo.

Sectores afectados

Los sectores industriales más castigados por la pandemia fueron la fabricación de cerveza y café, donde la mitad de las firmas registró bajas en su facturación del 88,8 por ciento y el 57,3 por ciento, respectivamente.
También se vieron afectados los fabricantes de calzado, cuero, y talabartería, los artículos deportivos, y los insumos para el turismo; todas actividades vinculadas directamente a la circulación de las personas, restringida desde marzo.
Por otro lado, los comercios más afectados fueron “aquellos ligados a la movilidad automotriz como lavaderos de autos y equipos de GNC, y aquellos que se asocian a estar en la calle, como kioscos, diarios y revistas, golosinas y paraguas; a las reuniones sociales, como bijouterie y joyería; y al trabajo enoficinas, como muebles para oficinas y panaderías, cuya demanda también depende en parte de las reuniones sociales”.
Pero sin dudas, los más afectados fueron hoteles y restaurantes (-74,3 por ciento interanual), aunque con un recorte de la caída de 11 puntos porcentuales con respecto a abril debido a las aperturas vía entrega a domicilio o “para llevar”.

Actividades patagónicas

La producción de petróleo crudo de junio fue de 2,3 millones de metros cúbicos, un 4,5 por ciento menos que un año atrás, aunque se trata de una baja de 7,3 puntos porcentuales menor a la registrada en mayo. “El retroceso de la producción de YPF volvió a ser mayor que el del resto de las empresas (-5,4% vs. -3,7%), pero su participación en el total se sostuvo en el 46 por ciento. La baja de junio cerró un segundo trimestre en negativo, revirtiendo la suba del primero. La producción acumulada en el semestre registró un retroceso del 1,9 por ciento interanual”, puede leerse en el informe del Ministerio de Desarrollo Productivo.

Minería: las ventas al exterior cayeron en junio 44% en comparación con el año pasado.

En cuanto al gas, la producción disminuyó un 10 por ciento interanual en junio y totalizó los 3800 millones de metros cúbicos. “Todos los segmentos cayeron: el convencional, que arrastra una tendencia negativa desde 2016, bajó 9,9 por ciento, el shale cayó un 3,7%, y el tight, otro 17,9%”, sostuvo el trabajo del CEP XXI.
En cuanto a la minería, las ventas al exterior cayeron en junio un 44 por ciento en comparación con el mismo período del año pasado. Las exportaciones finalizaron la primera mitad del año un 26 por ciento por debajo del mismo período del año anterior. Una de las principales mermas fue en los volúmenes de oro, con una caída del 43 por ciento.
“Las restricciones a la movilidad entre provincias y la necesidad de operar con planteles reducidos ante los protocolos deprevención para la pandemia afectaron el nivel de producción en proyectos de gran porte, como Cerro Negro o Cerro Moro en Santa Cruz”, sostuvo el informe oficial. Sin embargo, la caída en los volúmenes fue compensada por mayores precios internacionales.
El mejor rendimiento para las actividades desarrolladas en la Patagonia fue la pesca. El complejo pesquero exportó 135,7 millones de dólares en mayo de este año, un 9,1 por ciento más que en el mismo período de 2019. Las cantidades exportadas se incrementaron un 27,7 por ciento y alcanzaron las 44.000 toneladas.
China siguió consolidándose como principal país receptor de estas producciones; el valor de sus compras creció un 161,8 por ciento interanual en mayo, aunque en el acumulado del año el resultado todavía sigue negativo (-1,5 por ciento).

 

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