La embajada de Chile en la Argentina ubicada sobre la calle Tagle, entre las avenidas Figueroa Alcorta y del Libertador, fue protagonista de una condecoración muy especial.
El embajador José Antonio Viera Gallo (había estado en el período 2015/ 2019 y volvió a ser designado en 2023) le entregó la Orden Bernardo O’Higgins, grado Comendador, a Mario Alejandro Scholz, por su contribución a las relaciones entre Chile y Argentina. Es una condecoración que se otorga a destacados ciudadanos extranjeros (se creó en 1956), la concede el Presidente de la República a sugerencia del Ministro de Relaciones Exteriores.
El 29 de noviembre de 1984, las delegaciones de ambos países se reunieron en la Sala Regia del Vaticano para firmar el Tratado de Paz y Amistad (TPA), en una ceremonia encabezada por el cardenal Agostino Casaroli. Aquel día fue histórico para ambos países.
Hace días se cumplieron 40 años y se recordó esa fecha con diversos actos en Chile y Argentina.
Mario Alejandro Scholz (60, Río Mayo, Chubut), es abogado, analista internacional. Estudió en Comodoro Rivadavia y en Santa Cruz. Actualmente es una referencia en política internacional. También es becario de los gobiernos de Estados Unidos y Francia. Representa a unos de los principales “think tanks” de España para el Cono Sur, la Fundación Alternativas. Recibió la distinción junto a sus familiares, políticos, académicos e invitados especiales. Lo acompañaron su padre Mario Enrique Scholz, su hija Agustina Scholz Magliano, su hermano Fabián Gustavo Scholz, Mercedes Magliano y Jacqueline Castagnet.
En el salón del primer piso de la embajada (al que se llega por una amplia escalera de mármol), tiene las paredes de color rojo decoradas con varios cuadros (entre ellos de Bernardo O’ Higgins), un tapiz enorme de Aubusson y delante, las dos banderas, de Chile y Argentina. A la derecha, un piano negro reluciente y la izquierda, el atril, desde donde salieron las palabras con elogios y argumentos. Muy cerca, la mesa, donde estaba la medalla de la condecoración. Sillones y ventanales con vista a un amplio parque completaron la escena.
Los invitados, entre saludos protocolares, compartieron un encuentro donde se respiró democracia y constitucionalidad.
Lucas Figueroa, amigo, médico y profesor de la UCA, fue el primero en hablar y destacó la relación de amistad y los atributos que tiene Scholz para fortalecer los vínculos entre Argentina y Chile.
Entre los invitados estuvieron Miguel Angel Pichetto (senador por Río Negro), Atilio Benedetti (diputado nacional de la UCR por Entre Ríos)), Federico Storani (ex diputado y fue miembro informante del Tratado de Paz y Amistad de la Comisión de Relaciones Exteriores), Marcelo Diaz (ex embajador chileno, antecesor de Viera Gallo, estuvo en 2014/ 2015, cuando dejó el cargo para asumir como vocero de Michelle Bachelet), Juan Carlos Juárez (ex diputado y director de Relaciones internacionales de la UBA); Ricardo Paterson (ex diputado de Santa Cruz y representante de la provincia en el Consejo Federal Pesquero); Roberto Suárez, director del Grupo Jornada (Mendoza); Pedro Hernández González (Subdirector de Migraciones Internacionales del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, oriundo de Punta Arenas, Magallanes). Scholz le dijo a La Opinión Austral:“ Es un amigo de hace 30 años. Viajó especialmente a Buenos Aires por mi condecoración. Es sobrino Omar González, el Obispo de Punta Arenas, Magallanes, a quien Pinochet acusó del ‘Obispo Rojo’ por ser Defensor de los Derechos Humanos.”
Fabián Gustavo Scholz, radicado en Comodoro Rivadavia, dio un discurso que emocionó al homenajeado: “Mario mostró un interés por la política y particularmente por todo lo que tiene que ver con Chile desde muy chico, a los 12 o 13 años, cuando por razones familiares viajábamos con mucha frecuencia a región de Aysen, que limita con Chubut y Santa Cruz. Ya pedía que le compren los diarios y pasaba horas interesándose por las noticias. Y aquí hay algo seguramente en sus genes y en “el ambiente”: en cuanto a la herencia familiar, el abuelo Scholz, un nómade que residía en sus años más jóvenes alternativamente entre Argentina y Chile y ya mayor decidió afincarse finalmente en Coyahique, participó activamente en política en aquella región, llegando a ser electo en un importante cargo. En cuanto a las influencias recibidas en la adolescencia, seguramente el tío (abuelo) Ambrosio, fanático lector que residía en Puerto Aysen y Fernando, también de Puerto Aysén (que había estado preso por la dictadura chilena) formaron tácitamente parte importante de las decisiones que luego tomaría Mario. En 1983 se fue a estudiar abogacía a la Universidad de Morón, en Buenos Aires. Raúl Alfonsín lo marcó profundamente, se querían muchísimo y Mario lo acompañó en incontables oportunidades. En cuanto a la Patagonia, acá se conoce verdaderamente al pueblo chileno. Desde hace muchas décadas la Patagonia argentina ha recibido inmigrantes chilenos, esencialmente de la región centro y sur del país hermano, que llegaban a trabajar en la floreciente industria petrolera de aquel momento o en el rubro de la construcción. Esa corriente migratoria sin dudas se ha detenido, pero en la Patagonia Argentina tanto migrantes como sus descendientes conservan muchas de las tradiciones. Es así que cada 18 de Septiembre, cuando se conmemora la independencia de Chile, no pasa inadvertido en ningún rincón de la Patagonia, con festejos (oficiales y más mundanos) en los que abundan las famosas “empanadas chilenas”, y la música tradicional.”
El embajador Viera Gallo argumentó que Scholz merecía la condecoración por su constante trabajo y compromiso por el fortalecimiento de los vínculos bilaterales.
Qué dijo Mario Scholz después de la condecoración
Scholz, emocionado, luego de escuchar a su hermano Fabián y al embajador Viera Gallo, agradeció en un discurso breve, pero emotivo: “Esta hermandad nació en nuestros orígenes en la lucha por la libertad de ambos pueblos y quedó sellada en el Abrazo de Maipú, entre nuestros dos padres fundadores José de San Martín y Bernardo O´Higgins. Como dijera alguna vez el Obispo chileno de Ancud, Don Ramón Ángel Jara, y quedó inscripto en piedra allá en la cordillera de Los Andes: ‘Se desplomarán primero estas montañas antes que chilenos y argentinos rompan la paz jurada al pie del Cristo Redentor’. Una larga frontera de más de 5.000 kilómetros, la más extensa de ambas naciones, nos separa en el mapa, pero nos une en la vida diaria desde antaño. Y tengo la suerte por mi descendencia familiar, siendo argentino, de tener una segunda patria, Chile, país al que estoy unido por esos lazos de sangre y por mi más íntimo sentimiento de amistad.
Sólo me permitiré recordar algunos hechos de los que pude ser testigo, particularmente los relacionados con la firma del Tratado de Paz entre ambos pueblos de 1984, los vinculados con la tarea en favor de la recuperación de la democracia, la libertad y los derechos humanos en el continente en las dos últimas décadas del siglo XX, y desde entonces también los que hacen a la cooperación económica y comercial. En esa breve evocación debo recordar la tarea de Don Raúl Alfonsín, de su colega chileno Don Ricardo Lagos, del ex diputado Hugo PiucilL, del ex diputado Federico Storani, así como, por último pero no menos importante, del embajador Viera Gallo. Es un verdadero paladín del retorno de la democracia en su país, defensor de los derechos humanos que soportó el exilio y gran amigo de la Argentina y, por ello, promotor del estrechamiento de los lazos culturales, sociales, económicos y comerciales entre nuestros países.”
Scholz cerró con un mensaje familiar: “Orgulloso de poder honrar la memoria de mis ancestros.”
Por su parte, Diego Barovero, presidente del Instituto Nacional Yrigoyeano, dijo que Scholz “aportó a la permanente amistad argentino chilena desde lo político y académico. Ha sido siempre motivo de orgullo y especial atención de este Instituto por lo cual fuera oportunamente incorporado a su cuerpo de miembros de número y constituye una línea de continuidad con los principios de política exterior que desplegó nuestro patrono Hipólito Yrigoyen.”
El senador Pichetto destacó que “este reconocimiento refleja años de dedicación al fortalecimiento de los vínculos entre Argentina y Chile. Como argentino, celebro estos gestos que consolidan nuestra hermandad histórica. La integración regional se construye con el compromiso de personas como Scholz.”
Como lo reflejó el abogado y jurista fueguino Javier Da Fonseca, “Mario es ante todo, un soldado de la democracia. Con personas como él, la democracia está segura.”
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