Las represas sobre el río Santa Cruz vuelven a ser foco de atención, por varios motivos. Por un lado, el Gobierno de China parece algo ansioso por lo lento que avanza la construcción del proyecto hidroeléctrico y dejó de enviar fondos comprometidos en el acuerdo bilateral.

 

 

No menos cierto es que parte de todo el retraso tiene que ver con la decisión del exgobierno de Cambiemos de frenar las obras durante buena parte de su mandato. Pero también surgió otro inconveniente en 2019, que fue un desplazamiento del suelo que, claramente, no estaba contemplado en los planes originales.

 

Los trabajos de hormigonado fueron importantes desde el invierno pasado en adelante.

 

De esta manera, se llegó a un 2021 donde China sigue siendo uno de los socios geopolíticos más relevantes del país, con inversiones en infraestructura y comprador de materias primas y más del 70 por ciento de las exportaciones de carne.

Además del swap con el Banco Central que contribuye a reforzar nuestras reservas internacionales. Aunque ahora con algunas señales de alerta.

 

De no avanzarse con los desembolsos chinos, el Tesoro tendría que salir al rescate del proyecto

 

El tema es que dicho acuerdo bilateral tiene una especie de cláusula de “default cruzado”, es decir que si cae un proyecto, se caen todos. Y esto pone en alerta a más de uno. Entre ellos, a José Luis Antúnez, titular de Nucleoeléctrica Argentina (NASA), la empresa que gestiona las tres centrales nucleares Atucha I y II y Embalse-, que a su vez está proyectando una cuarta central con tecnología china (Hualong, que quiere decir dragón chino).

 

Ministro Santiago Cafiero.

 

El esquema de financiamiento de esta cuarta central es similar al planteado en las represas.
También quien mira el asunto es el ministro de Economía, Martín Guzmán, porque de no avanzarse en lo inmediato con más desembolsos chinos, el Tesoro tendría que salir al rescate del proyecto.

“Todavía se está estudiando qué hacer. Las obras en Cepernic no están paralizadas, están ralentizadas. En la Kirchner están por hacer un pozo para hacer un estudio de suelos más profundo. Hay tres opciones para solucionar el tema del deslizamiento, se está viendo la mejor opción, si es que la hay. Se siguen otros casos que hubo en Canadá. Respecto del dinero, tendría que aparecer desde el Tesoro”, indicó a La Opinión Austral un funcionario de la empresa Integración Energética Argentina (IEASA SA).

 

Sostienen que las obras en central Cepernic no están paralizadas, están ralentizadas

 

Cabe destacar que este pozo no es un condicionante para que se desembolsen más fondos.

Los problemas de deslizamiento en el suelo parecen ser más complejos de lo imaginado, como así también sus posibles soluciones, si es que las hay. Aunque voceros de la UTE a cargo del proyecto indicaron a este diario que “ya está todo encaminado”.

 

Voceros de la UTE a cargo del proyecto indicaron a este diario que “ya está todo encaminado”

 

Historia de una licitación

Las obras para la construcción de las represas se adjudicaron en agosto de 2013 a la UTE integrada por Gezhouba (China), Hidrocuyo y Electroingeniería (ambas argentinas).

En 2010, el consorcio integrado por las empresas IMPSA (Argentina), Corporación América (Argentina) y Camargo Correa (Brasil) no lograron el financiamiento que el proyecto requería. Luego de una extensión de casi dos años, los Gobiernos Nacional y Provincial (Santa Cruz) dieron por cerrado este primer proceso licitatorio.

 

Para el 2010, el mundo seguía convulsionado por la crisis financiera internacional, cuyo primer estallido ocurrió en 2008 con las hipotecas subprime.

 

El invierno no fue impedimento para que se sigan realizando algunos trabajos.

Recién en agosto de 2012 se inició una nueva licitación. Seis meses más tarde, hubo 5 ofertas con la participación de 21 empresas (14 argentinas, 2 brasileñas, 2 chinas, 1 francesa, 1 coreana y 1 española). La preselección ocurrió en junio del mismo año con 4 ofertas, hasta que en agosto finalizó todo el proceso.

A partir del acuerdo con China, el financiamiento de 4700 millones de dólares es aportado por tres bancos chinos -CDB, ICBC y Bank of China-. Este préstamo se repagará a partir de la venta de la energía que generen las represas.

 

 

Estado actual

El consorcio Represas Patagonia SA a cargo de la construcción de las hidroeléctricas está integrado por China Gezhouba Group Company Limited, Electroingeniería e Hidrocuyo S.A.

La obra fue concebida con un compromiso de financiamiento por parte de tres bancos comerciales del gigante asiático: China Development Bank Corporation (CDB), Industrial and Commercial Banck of China Limited (ICBC) y Bank of China Limited, que integraron un préstamo de 4.700 millones de dólares a 15 años, con los primeros cinco de gracia, y una tasa del 3,8 por ciento más líbor. Del total, fueron desembolsados 1.500 millones.

 

En abril de 2021, las represas presentaban un avance del 21,8 por ciento, según informó el jefe de Gabinete Santiago Cafiero en su última visita al Congreso.

La hidroeléctrica Néstor Kirchner en un 19,3 por ciento; la de Jorge Cepernic en un 27,1 y la línea de alta tensión en un 6,5 por ciento.

En 2018, los bancos chinos dejaron de girar los fondos comprometidos cuando sólo llevaban entregado el 36 por ciento del crédito total.

 

Mira geopolítica

El proyecto para generar energía hidroeléctrica a partir del cauce del río Santa Cruz fue pensado por la administración de Cristina Fernández de Kirchner como parte de la diversificación de la matriz energética, y una apuesta geopolítica por la alianza con China, la segunda economía el mundo.

China es el principal comprador mundial de trigo, soja, arroz y carne, y primer prestamista de los países de América latina. Supera en préstamos al Banco Mundial y al Banco Interamericano de Desarrollo.

Es el mayor financista del Tesoro estadounidense y primer poseedor de reservas internacionales. Es el segundo PBI del mundo.

 

Ministro Martín Guzmán.

Según los investigadores Marcos Antonio, Macedo Cintra y Eduardo Costa Pinto, el aumento del peso comercial de China fue a costa de los Estados Unidos y Europa.

Entre 2002 y 2011 el peso de Norteamérica en las exportaciones latinoamericanas bajaron del 57,4 al 35,1 por ciento, y del 47,1 al 30,3 por ciento las importaciones originadas en USA (Revista Voces en el Fénix).

En este contexto, el país asiático sigue siendo el destino principal de la soja que se produce en el país, al igual que las ventas de carne, destino que representa el 75 por ciento del total exportado.

Pero las represas no fueron un invento del kirchnerismo. Como tampoco lo fue la usina termoeléctrica en Río Turbio.

En 1976, por encargo de la ex Agua y Energía Eléctrica, el ingeniero Mariano Castillo inició los primeros estudios para instalar cuatro represas sobre los ríos La Leona (que une la cuenca del lago Viedma con la del lago Argentino) y Santa Cruz.

 

Las represas se adjudicaron en el año 2012.

 

Con el paso de los años, quedó reducido a dos: el complejo Cóndor Cliff-La Barrancosa, luego rebautizadas como represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic.
La vinculación energética de la Patagonia con el resto del país es parte de un proyecto de desarrollo nacional que fue obturado por el macrismo.

 

Potencia patagónica

La potencia instalada hidroeléctrica actual puede discriminarse de la siguiente manera: Cuyo (1072 MV), Comahue (4692 MV), NOA (217 MV), Centro (918 MV), GBA-Lit- BAS (945 MV), NEA (2745 MV) y la Patagonia (519).

Estos números indican dos cosas, que entre la región del Comahue y NEA, concentran el 67 por ciento de la generación hidroeléctrica.

Actualmente, la potencia instalada de la Patagonia representa el 4,6 por ciento del total de la generación hidroeléctrica. Una vez que las represas estén generando una potencia de 1350 MV, la Patagonia pasaría a generar un total de 1869 MV. De esta manera, la región representará el 15 por ciento del total de la potencia hidroeléctrica instalada en el país.

 

Las enormes paredes demuestran por dentro esta obra colosal.

 

“A partir de la interconexión eléctrica del país realizada en estos últimos años, la Patagonia puede aportar al Sistema Argentino de Interconexión para que su electricidad se funda con la del resto de las regiones y provincias. Asimismo, debe tenerse en cuenta que la interconexión eléctrica ha permitido igualar todos los costos de generación (generación y transporte en todas las provincias interconectadas las fija el Estado Nacional)”, había analizado el Observatorio de la Energía, Tecnología e Infraestructura para el Desarrollo (OETEC).

 

Con la energía aportada por las represas tal como fue diseñado el proyecto, la Argentina dejaría de importar combustibles (gas sobre todo) por cerca de 1.100 millones de dólares, una suma nada despreciable en un contexto estructural de restricción externa.

 

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