Eduardo De Lázzari, ministro de la Suprema Corte bonaerense, falleció este lunes en el Hospital Italiano de la ciudad de La Plata, tras contraer coronavirus.

El magistrado de 76 años, que asumió en el Máximo Tribunal de Justicia bonaerense el 24 de junio de 1997, estaba pronto a jubilarse. Su renuncia ya había sido aceptada y entraba en vigor el próximo 1 de mayo, sin embargo formó parte de la Suprema Corte hasta el 1º de marzo pasado, fecha en la que presentó su renuncia para jubilarse.

Padre de cinco hijos, profesor Consulto de la Universidad Nacional de La Plata y con una
extensa trayectoria académica y en la función pública, De Lázzari llegó a ser Secretario de Seguridad bonaerense durante la gobernación de Eduardo Duhalde. Su salida fue después del asesinato del reportero José Luis Cabezas de la revista Noticias, en enero de ese año.

 

Su carrera judicial incluyó un paso como juez federal de la Cámara de Apelaciones de La Plata y la presidencia de la Cámara Segunda en lo Civil y Comercial de ese departamento judicial.

 

Los miembros de la Suprema Corte de Justicia de la provincia de Buenos Aires con el gobernador Axel Kicillof.

 

En sus últimos años había asumido una postura crítica respecto de la Justicia Provincial y no ahorró críticas en distintos episodios, desde la cuestionada designación de Sergio Torres como miembro del Tribunal, hasta el desempeño de Julio Conte Grand como Procurador federal. Incluso fue de los primeros en señalar el advenimiento del “lawfare” en el ámbito de la Provincia de Buenos Aires durante la gestión de María Eugenia Vidal.

 

Armado de causas, abuso de testigos protegidos y escuchas ilegales

 

El eje de la disputa de De Lázzari con Vidal arrancó con el voto en disidencia del juez al arribo al tribunal de Sergio Torres, el magistrado que había elegido la entonces gobernadora para reemplazar a Juan Carlos Hitters, que en ese momento se jubiló. Como De Lazzari, Hitters tenía perfil peronista.

 

 

Después, como titular de la Junta Electoral, habilitó la candidatura del entonces diputado marplatense de la Coalición Cívica, que después se peleó con Elisa Carrió, Guillermo Castello, en el espacio Despertar de José Luis Espert, que estaba invalidada, contra los deseos de la gobernadora.

 

 

Pero el pico de tensión llegó con una denuncia por “armado de causas”, “abuso de testigos protegidos” y “escuchas ilegales” en el poder judicial de la Provincia, que De Lázzari hizo en un seminario del Poder Judicial. Vidal le salió al cruce explícitamente: le exigió que presentara denuncias formales de todo lo que había dicho, algo que finalmente el juez no hizo.

 

 

Leé más notas de La Opinión Austral