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Un hecho estremecedor tuvo lugar en San Francisco Solano, Quilmes, donde un niño de 12 años actuó en defensa de su madre frente a un brutal ataque. El incidente, que se enmarca en un contexto de violencia de género, generó conmoción en la comunidad y reavivó el debate sobre la protección de los menores en hogares conflictivos.

El caso ocurrió cuando Rubén Cardozo, de 37 años, llegó en estado de ebriedad a la vivienda ubicada en calle 868 al 2800, donde residía junto a su pareja y cinco hijos. La agresión comenzó cuando Cardozo irrumpió en la habitación de su pareja, despertándola y sometiéndola a una violenta golpiza; incluso intentó ahorcarla. Según informaron medios locales, la madre había denunciado previamente a su pareja hace dos años, lo que deja en evidencia un patrón de violencia reiterado.

En medio del caos, uno de los menores alertados por los ruidos fue testigo de la escalada de violencia. Al encontrar a su madre acorralada, el niño tomó un cuchillo de la cocina y, apuñaló al agresor al menos cuatro veces en la espalda. Las imágenes y testimonios del suceso indican que, tras recibir los contundentes golpes, Cardozo cayó al piso sin reacción, desangrándose rápidamente. La madre, en estado de shock, llamó de inmediato a la Policía, y un servicio de emergencias confirmó el fallecimiento del agresor minutos después del ataque.

La Fiscalía caratuló la causa como un homicidio en legítima defensa en contexto de violencia de género, considerando las circunstancias extremas y la urgencia que impulsaron al menor a actuar. Este lamentable suceso pone de relieve la cruda realidad de muchos hogares marcados por el abuso y la violencia. Las autoridades continúan investigando el caso para esclarecer todos los detalles y evaluar la situación desde el punto de vista jurídico.

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