El 27 de octubre de 2020 se cumplieron 10 años de la muerte de Néstor Kirchner y Rudy Ulloa accedió por primera vez a dar un reportaje. Entrevistado por Pablo Manuel, La Opinión Austral realizó un suplemento especial con el reportaje imperdible que incluyó un despliegue de fotos y videos inéditos.

 

Ahí empezó a engendrarse La Meta, el libro sobre Néstor Kirchner que está escribiendo “el hombre que más sabe”.

 

El día de la entrevista de Rudy Ulloa con La Opinión Austral. FOTO: LOA

La Opinión Austral accedió a algunos de los ejes del libro que ya provocó sólo con la difusión de su tapa un “terremoto” de llamados y consultas. “¿Qué dirá el libro?” es la pregunta obligada. Y también: “¿A quién nombra?”.

 

La Meta, reflexiones al país que nos debíamos, un rescate de la memoria“, según el adelanto de la tapa. Para Rudy Ulloa “es un libro que deja al descubierto revelaciones inéditas que todos los argentinos deberíamos conocer. Más allá de difundir el pensamiento y convicciones de Néstor Carlos Kirchner, uno de los líderes políticos que trascendió la historia argentina”.

 

Adelantó que será “una obra de fácil lectura” con los detalles de “la semblanza personal porque tuve la oportunidad de compartir sus agendas diarias“. Para Ulloa, La Meta permitirá “conocer muy de cerca las intimidades del ideario generador de valores fundamentales, los personajes y las acciones, que permitieron concebir una política de legítima representación social, que expresa la necesidad de integrar y de articular, para llegar a esa Argentina que todos soñamos. Aquí, ‘Las Muchachas‘ y ‘Los MuchachosPeronistas, tendrán un papel preponderante para hacer de esos postulados, el sentir de una nación”.

 

En las épocas de militancia.

El libro es un homenaje “a todos los compañeros de la militancia, que soñaron y lucharon desde la primera hora, a los que se sumaron y a los que vendrán, porque son dignos herederos de la historia de esa lucha, de orgullo, valentía y en muchos casos de dolor”. En este momento de incertidumbre política, La Meta “presenta la imperiosa necesidad de abrazar un modelo de construcción, de principios, apoyados en las bases que nos legaran Juan Domingo Perón y Néstor Carlos Kirchner“.

 

En La Meta se reflejarán tantas vivencias, como cuando él mismo reveló que “a Néstor lo acompañé hasta el final, incluso lo vestí después de su muerte para la última despedida en El Calafate“.

 

El militante peronista que conoció a Néstor en una Unidad Básica del barrio del Carmen -donde años después le hizo un monumento-, lo acompañó como su empleado en el estudio jurídico y lo siguió durante todo su ascenso político, también abordará los roles que cumplieron hombres clave en sus gestiones. Entre ellos, se destacan el de Julio de Vido.

 

Rudy en la entrevista para el especial de LOA.

A su vez, la política de Santa Cruz tendrá un espacio especial, sobre todo recordando a exfuncionarios provinciales y municipales.

 

Sin dudas, el libro de Rudy Ulloa generó una gran expectativa y se espera con ansiedad su llegada a las librerías.

 

La Opinión Austral pudo saber que podría haber una pre venta online. No se descarta que el libro sea presentado en Barcelona, España.

“Era un tipo normal, jodido, peleador, tirapiedras, amigo de los amigos, de ir al barrio, de compartir un asado; su papá siempre trabajó en el Correo, su mamá siempre laburó… No venía de nombre y apellido“, e incluso señala algo poco destacado en las biografías: “Fue el primer gobernador de Santa Cruz que no era terrateniente o estanciero. Va rompiendo con esas tradiciones. Nosotros lo cargábamos y le decíamos que él del campo sabía sólo que quedaba lejos”, recordó Rudy en la entrevista realizada en octubre pasado con LOA.

De izquierda a derecha: Rudy Ulloa, “Tito” Quiñones, Sendes, Néstor Kirchner, Raúl Andrade y Juan Carlos Villafañe. Mediados de los 90. En Puerto Deseado, un Néstor con medias rojas hablando de política.

Y añadió: “Él nunca dejó de ser de Río Gallegos, era pingüino. Y estoy convencido de que si alguna vez se jubilaba, iba a estar acá o en El Calafate. Él podía ir a cualquier lado, pero fíjense que venía siempre que podía, quería estar acá, con los amigos, tomando su café con (Emilio) García Pacheco, el “Toti” Arizmendi, discutiendo con nosotros; Río Gallegos era su cable a tierra. Y se encontraba con vos y te hacía sentir que eras parte, se preocupaba”.

 

Seguramente esto y mucho más formará parte del libro de Rudy.

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