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En plena víspera navideña, Thelma Fardín sorprendió a sus seguidores de Instagram tras brindar detalles sobre el problema de salud que se encuentra atravesando, el cual indicó que le está causando mucho dolor.
Los detalles sobre el problema de salud que tiene Thelma Fardín
Junto a una imagen en sus historias, donde se la puede ver agarrándose la cabeza con las manos, Thelma, expresó: “Quizás, lo que tengo es una sacroileitis. Si lees y tenés la receta o el tratamiento o la persona milagrosa, pasame el dato de regalo navideño”.
E, indicó: “Voy a enloquecer del dolor”.
Se trata de una una inflamación de la articulación sacroilíaca que se encuentra en la parte baja de la columna vertebral y conecta el hueso sacro con el hueso ilíaco, causando dolor y rigidez en los glúteos o la espalda al punto de extenderse a una o ambas piernas; incluso, estar de pie o sentado durante mucho tiempo o, subir escaleras, puede empeorar la sintomatología.
Cómo se trata la sacroileitis, la enfermedad que padece Thelma Fardín
El tratamiento inicial es conservador, ya que puede incluir fisioterapia, el uso de antiinflamatorios no esteroideos y cinturones para alinear correctamente la pelvis; sin embargo, si el malestar persiste, el médico puede sugerir la inyección de anestésicos o corticoesteroides. En casos extremos, en los que no se logra mejoría, la cirugía para la sacroileitis también puede ser una opción.
Ejercicios para la sacroileitis: llevar a cabo diversas actividades o ejercicios puede contribuir a reducir el malestar y favorecer la movilidad en los pacientes, aunque es fundamental consultar con un médico o fisioterapeuta antes de iniciarlos, para garantizar que sean apropiados y prevenir posibles lesiones.
Estiramientos de espalda baja: los estiramientos suaves son ideales para relajar los músculos de la zona lumbar y aumentar la flexibilidad de la columna. Un ejercicio especialmente efectivo es el estiramiento “gato-vaca”, que consiste en arquear la espalda hacia arriba y, luego, bajarla suavemente mientras se permanece en posición de cuatro patas.
Fortalecimiento de los músculos abdominales y lumbares: es clave para estabilizar la pelvis y disminuir la presión sobre la articulación sacroilíaca. Un ejercicio recomendado es la plancha, que implica mantener el cuerpo recto, apoyándose en los antebrazos y las puntas de los pies.
Ejercicios de estabilidad y equilibrio: prácticas como el yoga y el pilates, que mejoran la estabilidad y el equilibrio, son excelentes para fortalecer los músculos que protegen la articulación sacroilíaca y mejorar la postura general.
Natación: los ejercicios de bajo impacto pueden ayudar a fortalecer los músculos y mejorar la movilidad sin ejercer presión adicional sobre la articulación afectada.
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