Entre 1997 y 1998, la tira infantil Cebollitas fue la más popular en la televisión argentina. La ficción dirigida por Víctor Stellay Mono Flores era transmitida en Telefe y contó con un total de 458 episodios.

Más de 20 años después, uno de sus protagonistas, Juan Yacuzzi (Coqui en la ficción) relató el costado no tan conocido de la serie y cómo eran las duras jornadas de grabación con el elenco infantil.

“Para hacerla corta, si hoy grabaríamos de nuevo Cebollitas y tendríamos celulares, grabaríamos algo entre grabación y grabación, las cagadas a pedos y los gritos de los directores, hoy no se podría hacer”, relató el actor de 40 años, que en ese entonces tenía 16.

En esa línea, recordó la dureza con la que los directores se dirigían a los niños.

Se escuchaban unos gritos, unas cagadas a pedos terribles, innecesariamente o cuando nos tentábamos, que éramos chicos, nos cagaban a pedos como si hubiéramos matado a alguien. Si hoy grabarías ese griterío con un celular, hay varios que no trabajarían más”, aseguró.

Cabe recordar, que alguno de los actores eran bastante más chicos que él en el momento de la filmación como el caso de Brian Carruzo (Gamuza) y Dalma Maradona, la hija del astro argentino que no tenía más de 9 años.

A Dalma la cagaban a pedos también, la trataban como uno mas y para nosotros era lo normal. Si un padre hubiese visto como nos gritaban, se hubiese metido a frenar eso. Te lo puede decir cualquier Cebollita no se cómo será otras grabaciones. Yo te digo lo que viví y por ahí no se dijo por miedo a que no te llamen más”, recordó.

Por último, comentó que esta metodología se implementaba en todas las series infantiles e incluso se llegaron a aplicar métodos más cuestionables, como mantenerlos encerrados en un cuarto hasta la hora de salir al set.

 

“Lo que hacían, que se lo copiaron de Chiquititas, agarraron un cuartito de 4 x 4 y nos encerraron hasta grabar, estábamos cómo diez horas encerrados, todos juntos, no podíamos salir de ahí un caos que no podíamos salir de ahí. Los de Chiquititas lo llamaban ‘la pecera’ y nos encerraban ahí hasta grabar, antes estábamos en el bar, en el camarín hasta que dijeron ‘a partir de ahora todos encerrados’ y nos cuidaban las madres”, concluyó.

 

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