Luego de que La Opinión Zona Norte diera a conocer su caso, las autoridades del Consejo Provincial de Educación hicieron posible que llegue a la capital de Santa Cruz para estudiar en la UTN.

 

Andrea Maldonado es una caletense de 18 años que alcanzó el mejor promedio de su colegio, sin embargo, no contaba con los recursos para poder trasladarse hacia una ciudad donde pueda estudiar la carrera que la apasiona: Ingeniería Electromecánica.

 

Andrea, tal como publicó La Opinión Zona Norte, sueña con viajar, estudiar, recibirse y apoyar a su familia de manera independiente, conformada por su mamá Alicia y por cinco hermanos menores. La semana pasada, el pedido de la jovencita se hizo viral a través de la ONG “Mamás Solidarias”.

 

Su idea, en principio, era irse a estudiar a Salta, aunque eso le valió algunos comentarios negativos en redes sociales. Sin embargo, como se sabe, muchas veces la elección del- destino no solo tiene que ver con encontrar la carrera indicada, sino que muchas veces radica en la red de familiares y amigos que pueden contener y dar lugar a los estudiantes. En este caso, en Salta está la familia de su amiga.

 

 

“Después de recibirme tengo que volver, mis hermanos y mi mamá están acá (Caleta Olivia) y uno de mis sueños es ayudarlos”, había dicho la adolescente en su visita a la oficina de La Opinión Zona Norte.

 

Andrea se recibió con el mejor promedio del Colegio Industrial Nº 10 de Caleta Olivia, todo un logro que enorgullece a sus familiares y seres queridos que ayer la fueron a despedir a la terminal de ómnibus.

 

 

La Opinión Zona Norte acompañó el momento emotivo, no solo por los nervios de la mamá, sino de la propia Andrea que apenas podía creer que la cartera educativa se hubiera fijado en su caso para hacerle una propuesta.

 

Con un bolso breve y campera liviana, Andrea partió rumbo a esta capital junto a su amiga, también egresada, con la que sueña alcanzar un título que les permita ayudar a su familia.

 

 

 

 

“Apoyemos y no juzguemos, la vida da muchas vueltas y uno nunca sabe dónde terminará mañana. Tengan empatía”, había dicho la mamá de la adolescente, que además es sostén de hogar y que, al igual que muchas mujeres, hace malabares para mantener a sus hijos y ayudarlos a progresar.

 

“El año pasado llevé la comida a la mesa vendiendo tortas fritas y cosas dulces”, reveló Alicia, explicando por qué su hija había hecho publico su pedido de auxilio para que su condición no la deje afuera de la carrera por ser una profesional.

 

“Mi hija estuvo hablando con gente de allá por trabajo, también se inscribió en becas. Desde ya quiero agradecer a toda la gente, familia, amigos, a “Mamás Solidarias” que nos está apoyando, que la alienta y la felicita. Muchísimas gracias porque esto la incentiva y le da fuerzas”, cerró la mujer, que prometió que esta vez su hija no va a tener que andar “pidiendo libros” porque ya consiguió trabajo.

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