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Un momento de absoluta desesperación pasó una familia en medio de un desalojo en el barrio 2 de Abril de Caleta Olivia. Un departamento de la escalera 47 era ocupado por dos mujeres adultas y dos menores, que estaba usurpando el espacio desde hace años. Sin embargo, tras un reclamo de los dueños y la acción de la Justicia, el personal de la Policía de Santa Cruz fue con una orden judicial para desalojar la vivienda.
Gisella Maldonado, hija, nieta y madre de los dos chicos, habló con los medios de comunicación y expresó “mi madre inició los trámites para no ser desalojada pero lamentablemente en estos momentos la están querido sacar de la casa y dejarla en la calle”. La mujer dio a conocer que la orden judicial se la dieron de un día para el otro y remarcó que si se la entregaban con tiempo iban a poder buscar otro lugar para alojarlas, como un alquiler.
“Lo que pedíamos es unos días más para encontrar otro lugar, no nos queríamos quedar con el departamento, solo tiempo para buscar algo más, pero esta gente (los dueños) no quisieron escuchar; mi mamá tiene cáncer y mi abuela epilepsia, dejaron a dos mujeres así en la calle”, comentó la vecina, totalmente desesperada y al borde del llanto. Le había pedido al gobernador Claudio Vidal y al intendente Pablo Carrizo que se acercaran hasta el lugar, y finalmente lamentó que “nadie me ayudó“.


La exigencia de la mujer era que las autoridades le brindaran un espacio para que su mamá y su abuela, que están al cargo de dos hijos de ella, vivan momentáneamente hasta encontrar algo más. “Al final tuvimos que dejar la casa, ahora (por el martes) estamos todos amontonados en mi casa, mi mamá y mi abuela no tienen donde dormir, no hay espacio para nada y no sé qué vamos a hacer, comentó al diario La Opinión Austral.
“No me dejaban ni sacar las cosas de mi mamá, ella puso todo en esa casa, estaban equivocados si pensaban que íbamos a dejar todo lo que hicimos con sacrificio”, dijo la mujer, al momento que agregó que la dueña del departamento y su hija estuvieron afuera de la escalera y les exigían en todo momento que se vayan, pero sin llevarse las cosas como muebles, ropa y otros elementos que son comunes en los hogares.
Finalmente, Gisella, antes de ser desalojada, le había dicho a LOA: “las cosas se están yendo de las manos, no nos dejan sacar las cosas que son de mi mamá y ya no sabemos qué hacer”, comentó a este medio. También dijo que su abuela tiene 76 años y su mamá 56. “La cosa se está poniendo fea porque los dueños están acá exigiendo que nos vayamos”.
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