El hecho sucedió en una cervecería propiedad del concejal que hace apenas dos meses tomó su banca en el Concejo Deliberante de Caleta Olivia, Cristian Bazán. La brutalidad de lo sucedido fue relatada por tres testigos que radicaron la denuncia ante el juzgado de familia de Caleta Olivia, a cargo de la conjueza Rosa González.

Según contaron, la mujer intenta salir de la cervecería pero Bazán la tomó del cuello por la espalda, quiere ahorcarla, le pega una piña y la deja tendida en el suelo a pocos centímetros de la puerta de salida.

Desencajado, el concejal que hace apenas dos meses tomó su banca en el Concejo Deliberante de esa ciudad petrolera de Santa Cruz, continuó con golpes de puño y patadas hacia la mujer, con quien no sólo tiene una relación sentimental sino que además es su empleada en el parlamento local.

Más tarde, el concejal agarró a la joven de una pierna y la arrastró por el suelo hacia adentro del local.

Tres mujeres que fueron testigos de toda la secuencia desde la vereda de enfrente cruzaron la calle y golpearon el vidrio de la cervecería para intentar detener al concejal. Funcionó. Bazán corrió entre las mesas de pool del salón y se escondió detrás de una barra.

Fue en ese momento en el que la mujer salió del local de cervezas y las testigos vieron que tenía la ropa toda desacomodada, el rostro con los puños marcados y el cuello muy rojo. “No voy a hacer nada, debería haberlo hecho al principio y no lo hice, así que no voy a hacer nada“, escucharon en boca de la joven que estaba “como estado de shock”.

Cuando llegó la Policía, la chica ya se había ido y ellas relataron todo lo que vieron, según consta en la denuncia a la que accedió La Opinión Zona Norte, pero los uniformados “nunca lo llamaron, ni intentaron entrar a local a buscarlo”. Sólo le pidieron los datos a una de las testigos y se retiraron.

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