La doctora Carina Martin, referente del Servicio de Epidemiología del Hospital Zonal de Caleta Olivia, habló con La Opinión Zona Norte tras cumplirse un año desde el inicio de la pandemia de Covid-19. En esta oportunidad reflexionó sobre los primeros meses, la continuidad y lo que depara el futuro. Destacó el trabajo que realizó su equipo y también recordó que la primera víctima del virus fue un compañero de trabajo.

 

 

“A un año del inicio de todo, es un sentimiento que no solamente me sucede a mí, sino a muchos integrantes del equipo médico, ya que una gran parte de nosotros venimos trabajando hace 365 días en la pandemia”, comenzó diciendo la profesional. En enero comenzaron a recibir las primeras normativas y protocolos de lo que estaba pasando en China y en Italia, este último como el lugar donde comenzó el gran brote. La información llegaba y el equipo de salud comenzó a ser convocado por la dirección del nosocomio.

Era todo nuevo para el equipo, Martin aseguró que sabían que se estaba originando una pandemia, pero una cosa era lo que escuchaban y leían y otra muy diferente cuando había que plasmar toda la información que les llegaba. “De golpe se decretó la cuarentena, se cerraron un montón de actividades y al principio fue como que de un día para el otro quedamos muy pocos en el hospital”, recordó. El personal que presentaba factores de riesgo dejó de ir a trabajar.

Asimismo, mencionó que nunca va a olvidar la semana del 15-16 de marzo de 2020, cuando de repente eran menos en la institución de salud y tuvieron que restructurar las formas de desempeñarse y del mismo modo que se empezaron a organizar distintos protocolos, se abrió el sector de Covid y se creó la línea 190, entre otras cosas. “Nosotros sabíamos que teníamos que prepararnos para lo que se venía y que esto no tenía que impactar en el servicio de salud”, destacó Martin.

Con el pasar de los días, en jornadas extensas de mucha información e incansables horas de trabajo dentro del hospital, los profesionales de la salud fueron aprendiendo cómo debían vestirse y cómo usar los equipos de protección, “porque sabíamos que era una virosis muy contagiante”, añadió. Desde marzo a abril, tuvieron que aprender a combatir el virus. La médica se acordó que volvía a su casa muy tarde y que eran los únicos que andaban circulando, porque en ese momento había restricción de circulación.

El comienzo

“Si bien los casos en Argentina empezaron en Buenos Aires, siempre estuvimos esperando que llegaran acá”, contó. Al principio comenzaron con los controles en los ingresos de la localidad, indicando el aislamiento obligatorio a las personas que ingresaban desde otros lugares. “Nos llegaba la información desde Migraciones, entonces sabíamos de la gente que venía de otros lados, porque era un periodo que había mucha gente de vacaciones y habían viajado al exterior”.

Martin recordó que mientras las áreas de internación, guardia y terapia intensiva se alistaban para lo que iba a llegar, se enteraban de los primeros casos positivos -e importados- de la familia que había llegado de Ecuador. “Fue un trabajo de muchos, como todavía no estábamos todavía muy prácticos, no sabíamos, así que intervino mucha gente en el hisopado de esa familia, en el control y en el seguimiento”.

“Tuvimos meses con casos escasos, la mayoría que venía de otros lados, es decir, importados. Hasta que en el mes de septiembre en adelante tuvimos nuestros primeros casos autóctonos, que no tuvieron explicación epidemiológica. Cuando llegamos al 10% de la población que no explicara de donde se había contagiado, entramos en transmisión comunitaria viral, ahí es donde comenzamos a tener un aumento en el incremento de demanda de patologías y esa curva fue subiendo hasta que en noviembre tuvimos el pico máximo de casos en un día, que fueron más de 120”, repasó.

Por otro lado, Martin manifestó que, aunque el aumento de los casos fue sostenido por mucho tiempo, en el mes de enero comenzó a bajar la curva y hasta el día de hoy se mantuvo una estabilidad. “En estos últimos días hemos tenido un aumento de casos nuevos y estamos viendo algunos casos de reactivaciones, de personas que ya son positivas por segunda vez”.

La reflexión

“En lo personal, a mí me dejó aprendizaje de un montón de cosas nuevas, aprender sobre algo que no sabíamos y haber conocido gente nueva con la cual trabajo y estoy trabajando actualmente, aprender a trabajar en equipo”, destacó la doctora Carina Martin sobre el primer año de pandemia en la localidad de Caleta Olivia. “Si bien hubo momentos de diferencias y discusiones, como todos, que cuesta ponernos de acuerdo, creo que se pudo trabajar en equipo”.

Como negativo y triste, para el esquipo, es que la primera víctima del virus fue un compañero de trabajo. “Otra sensación que tenemos es recordar al primer fallecido, eso nos dejó una gran marca. Además, “toda la gente que la pasó muy mal, todos aquellos que lamentablemente fallecieron a pesar de todos los esfuerzos que se hicieron desde el sistema de salud, del diagnóstico precoz. Además del gran desgaste que tuvimos con el personal de salud”, cerró.

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