Al caer el sol, el pasado martes, personal policial e inspectores de Tránsito detuvieron dos camiones que habían partido del puerto de Caleta Olivia.

 

Por ello, fueron acompañados hasta el acceso norte, de modo que pudieran ser inspeccionados por Bromatología. En la mañana de este miércoles se produjo la maniobra.

Uno de los camiones, perteneciente a un flete privado, volvió al puerto sin resistencia, dado que sólo contaba con el remito de despacho de la mercadería.

Materia prima sin procesar se encontró en el camión. Fotos: David Capitanelli

 

Sin embargo, el restante, perteneciente a la compañía Transcont, según declararon autoridades de Comercio y Bromatología, se habría resistido e intentado escapar. El control detectó que tenía el remito, y un papel firmado por la autoridad en materia de pesca en el puerto local, pero no contaba con un permiso de circulación.

Según confirmaron desde la Delegación local del Senasa y el Municipio, el transporte se dirigía a Mar del Plata, para dar procesamiento a la materia prima.

 

Fuentes de la actividad portuaria recordaron, en tal sentido, que la reglamentación provincial prohíbe el traslado de productos para ser procesados fuera del territorio provincial.

Un empleado del Senasa se acercó al operativo, y admitió haber sido consultado por las empresas. Dijo que las plantas locales de procesamiento estaban “saturadas”. Desde la comuna se cuestionó el planteo, y le pidieron que lo ponga por escrito.

 

Por otra parte, fuentes oficiales también informaron que la caja refrigerada del camión presentaba deficiencias. La reglamentación del Senasa estipula que debe tener piso acanalado y depósito de efluentes. Aseguraron que no contaba con esto último, por lo cual, fruto del descongelado del pescado, el camión dejó escapar líquidos pestilentes en su sitio de detención.

 

 

Finalmente, desde el área medioambiental de la ciudad, extendieron un acta, llamando a los responsables de la maniobra a remediar el suelo afectado en un plazo de 24 horas. El pescado, cuyo olor hacía pensar que estaba en proceso de descomposición, fue decomisado para su disposición final.

 

 

Leé más notas de La Opinión Austral