Por Juan Manuel Reyna

A casi dos semanas del homicidio de Santiago Díaz, el interno de la Comisaría Segunda de Caleta Olivia que se fugó y murió en manos de la Policía a metros de la dependencia policial, en las últimas horas hubo novedades en la causa.

Mientras que es inminente que el juez Marcos Pérez Soruco resuelva la situación procesal de los tres policías acusados, la querella, representada por el doctor Heraldo Nanni, presentó un escrito en el Juzgado para requerir ciertas medidas.

Marcos Pérez Soruco, juez que instruye la causa.

En primer término, buscan que Oscar Ezequiel Melgarejo (30), Adrián Ramiro Cardozo (41) y Franco Ramón Mamani (29) sean nuevamente citados a prestar declaración, pero que sean indagados por “homicidio simple calificado”.

Es decir, buscan demostrar que los efectivos policiales tuvieron intención de matar y que no se trató de un “homicidio culposo” en donde se interpreta que el accionar que provocó la muerte de Díaz fue involuntario o por negligencia.

Además, que la causa debe agravarse en virtud de ser miembros de una fuerza de seguridad.

¿Quién fue?

La querella también busca que uno de los policías sea indagado como autor y que los otros dos declaren como partícipes necesarios.

Esto, en virtud de las pruebas y declaraciones que al día de hoy constan en el expediente judicial. Hay testimonios que son claves para determinar la responsabilidad en el fallecimiento de Santiago Díaz, el joven de 25 años que padecía esquizofrenia y estaba detenido procesado por el homicidio de Pedro González (53), cometido en noviembre del año pasado.

Entre ellas, la declaración del policía Cardozo, quien al sentarse ante el juez dio precisiones con respecto a la ubicación y lo que hicieron los otros dos efectivos.

“Ambos estaban arrodillados, uno de cada lado de Díaz. Mamani estaba del lado derecho y Melgarejo del lado izquierdo. Ahí logran colocarle una esposa”, relató el efectivo al detallar cómo fue la aprehensión de Díaz sobre quien, por su corpulencia, costó poder reducirlo.

La compresión tuvo la total y consciente intención de matar

Fue en ese momento, en que el joven murió por una “asfixia mecánica por compresión cervical”. Así lo marcó la autopsia practicada al cuerpo, echando por tierra la primera versión que intentaron instalar los policías en que Díaz se descompensó y sufrió un paro cardiorrespiratorio mientras huía.

En su declaración, Cardozo también apunta, indirectamente, a quien lo asfixió. Es decir, el autor material del homicidio.
No obstante, su testimonio no es contundente. “Creo que Mamani tenía una rodilla en el piso y la otra en el cuerpo de Díaz, y Melgarejo creo que estaba con las dos piernas en el suelo”. Dos veces “creo”, algo que le resta credibilidad a su versión de los hechos.

De igual manera, su testimonio condice con el de Melgarejo, quien también ubica a Mamani en el lado derecho de Díaz.

Qué dijo el perito

El médico forense del Poder Judicial, Dr. Marcelo Ocampo, fue el especialista que estuvo a cargo de la necropsia a Díaz en la ciudad de Puerto Deseado.

Él, al ser consultado por el juez sobre cómo asfixiaron a la víctima, marcó que por lo general se utiliza “el antebrazo, el codo”, aunque también sostuvo que puede usarse la rodilla o un pie para comprimir la zona, aunque aclaró que es menos usual.

Se espera que en las próximas horas el juez resuelva la situación procesal de los policías

En el informe pericial realizado se destaca que, en virtud de la contextura física de Díaz, esto conllevó a realizar diversos mecanismos de reducción “con una fuerza muy intensa que provocaron la muerte”.

Heraldo Nanni, abogado de la familia Díaz.

La querella que aún “se guarda” un “testigo clave”, por esto también apunta que, como policías, no podían desconocer que las maniobras utilizadas podían provocar la muerte del detenido, y que “esa forma de reducción con compresión especialmente en la zona cervical derecha tuvo la total y consciente intención de matar”, ya que además de arrojarlo dos veces al suelo, prosiguieron sosteniéndolo pese a que estaba inmovilizado.

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