La segunda audiencia del juicio del triple crimen se llevó a cabo desde las 9 horas del miércoles pasado, a través de la plataforma Microsoft Teams.

Se trata del proceso en el que serán juzgados los hermanos José y Fernando Gallardo, Cristian Gil y Adrián Paredes, que se encuentran detenidos en distintas dependencias policiales de la localidad de Caleta Olivia e imputados por provocar un incendio en el barrio 17 de Octubre que le arrebató las vidas a una joven madre y sus dos hijos.

Karin, Natasha y Lautaro.

Tal como había informado La Opinión Zona Norte en la edición del martes pasado, en la primera audiencia, que se realizó el lunes a la mañana, se informó que Natasha Schumacher (24), Karin Fernández (6) y Lautaro Pacheco (8) murieron por anoxia al inhalar monóxido de carbono y luego calcinados por el fuego, que avanzó rápido por las habitaciones debido a que en la casa había dos motos cargadas de nafta que terminaron explotando. Las motos eran propiedad de Ricardo Luna, que era pareja de la joven.

Natasha Schumacher (24), Karin Fernández (6) y Lautaro Pacheco (8) murieron por anoxia al inhalar monóxido de carbono y luego calcinados por el fuego

De los 20 testigos que estaban previstos para la audiencia del día miércoles, las partes -querella, defensa y Fiscalía- llegaron al arreglo de que 13 sean incorporados por lectura y los restantes 7 hagan su declaración de forma virtual. Esta decisión fue tomada el lunes pasado, en un cuarto intermedio que fue solicitado con este fin.

El primero en testificar, el lunes, justamente fue Luna, quien aseguró que los imputados le incendiaron la casa por “no tener los huevos para agarrarme a mí solo”.

Es así que, en esta ocasión, prestaron declaración el padre y la abuela de Lautaro: Juan Pacheco y Olga Vera. Ambos habían sido imputados al inicio de la instrucción a cargo del juez Gabriel Contreras, a cargo del Juzgado de Instrucción Penal N° 2 y luego fueron sobreseídas en función de las pericias realizadas.

Entre otras personas, como vecinos del barrio, declararon un efectivo policial de la División de Investigaciones que participó en el relevamiento de cámaras y otro policía que en ese momento estuvo a cargo de la intervención, trabajaba en la Comisaría Tercera de Caleta.

“Mi único hijo”

El primero en testificar en la jornada de audiencia fue Juan Pacheco, parte de la querella y padre de Lautaro, una de las víctimas. En esa ocasión, el joven rememoró el último día que vio a su hijo con vida. Desde noviembre de 2019 Lautaro había estado en su casa y, un día antes del trágico incendio, la madre le pidió que se lo lleve, “desesperada”, dijo.

“Esa fue la última vez que lo vi… Él era mi único hijo, mi compañero, era todo para mí y ahora no lo tengo”, fueron las palabras de Pacheco.

Al ser consultado por la relación que tenía con Luna, mencionó que sólo tuvieron un cruce, “una vez que le había tirado un vaso a mi hijo y él llegó a mi casa”. La familia le decía a Lautaro que cuando le hagan algo, se suba a un remise y vaya a la casa de ellos.

“Otra vez apareció con quemaduras con cigarrillo en el brazo. La madre me ocultaba todo, me decía que mi hijo estaba viviendo bien en esa casa que prendieron fuego, que era un rancho”. Dijo que Luna era agresivo y problemático.

“Los maltrataban”

Otra de las declaraciones significativas, que dio su testimonio en quinto lugar, fue la de Olga Vera, abuela del nene que falleció calcinado.

La mujer detalló la relación que tenía su nieto con Luna y dijo que tanto Lautaro como Karin eran maltratados por el hombre, que finalizó siendo el único sobreviviente del incendio. “Luna le pegaba cuando él no hacía caso, lo metía en agua fría y cuando venía a mi casa tenía quemaduras con cigarros y golpes en el cuerpo”.

“Nosotros siempre le comprábamos cosas para mi nieto, como yogur y galletitas, y se la dábamos en una bolsita para que tengan Lautaro y Karin, y mi nieto me contó que Luna se las sacaba y les decía miren como me como todo”, agregó Olga.

Además, supo por dichos de su nieto que un día la pareja se peleó y Luna agarró a los menores y los puso en el medio. “Dijo que sacó un arma que tenía en el cajón de la ropa del nene y le dijo a Natasha elegí a cuál de los dos le doy primero y hacía tatetí para que los nenes se asusten”.

sacó un arma que tenía en el cajón de la ropa del nene y le dijo a Natasha elegí a cuál de los dos le doy primero

Otro de los maltratos que sufrió el nene y le contó a su abuela es que, cuando quería ir al baño, Luna no lo dejaba. Lautaro tenía que hacerse pis o encima o aguantar y después le dolía la panza.

“Luna le decía que haga pis en cualquier lado, que si tenía una botella haga ahí. Los castigaba mucho a los nenes y nosotros veíamos a Lauty si es que Luna quería, sino no… A veces ellos dos se iban y dejaban a los nenes encerrados en la casa. Muchas veces lo fui a buscar y tuve que hablar con él por la ventana”, mencionó la mujer.

Testimonios

El resto de los testimonios fueron de dos efectivos de la Policía de Chubut, vecinos que estuvieron afuera de la casa, cuando se estaba incendiando, y dos hombres que fueron detenidos por orden del juez de Instrucción, Gabriel Contreras.

Declararon dos hombres que fueron imputados en la causa y luego sobreseídos

Se trata de Víctor Neira y Franco Rementeria, que estuvieron detenidos por varios días hasta que el magistrado resolvió su situación procesal y los absolvió. El primero estuvo implicado por haber llevado a uno de los hermanos Gallardo hasta el barrio y el otro por conocer a Gil.

La segunda audiencia finalizó alrededor de las 12 horas del miércoles. De la lista que pasaron las partes quedan dos testigos, que van a declarar el jueves desde las 9 de la mañana.

El juicio continuará con dos testigos. Hay uno de ellos que será llevado por la fuerza pública

Uno de ellos no se presentó voluntariamente en el edificio de la Cámara Criminal. Luego de esas declaraciones se reproducirán videos y otras pruebas de la causa. El siguiente paso serían los alegatos finales, el pedido de sentencia y la resolución de los jueces de Cámara, Juan Pablo Olivera, Jorge Alonso y Mario Albarrán.