Este fin de semana, la fiesta de Corpus Christi reunió a la Iglesia Católica para celebrar el don de la Eucaristía.

Desde el atrio de la catedral Metropolitana, el arzobispo de Buenos Aires, Jorge Ignacio García Cuerva, sostuvo este sábado que “la Eucaristía es verdadera comida con sabor a todos”.

“El Señor ve la comida como algo comunitario. Por eso dice: ‘¿Dónde voy a comer la comida pascual con mis discípulos?’. Jesús no entiende esa comida como algo de él solo, esa comida es con todos, es el mejor antídoto contra la gran pobreza de la ciudad: la soledad. No es una relación intimista o privada que nos aleja de los hermanos y de la realidad. La Eucaristía es verdadera comida con sabor a todos”, reflexionó sobre la homilía.

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El Obispo Medina encabezó la misa en el cuartel de Bomberos. Foto: Juan Palacios/La Opinión Austral

Sobre el lugar donde se celebra la cena, sostuvo: “Es un lugar en el que todos nos podemos sentar, donde podemos descansar nuestras penurias, podemos allí poner nuestras tristezas, podemos allí descansar de tanto esfuerzo, podemos allí descansar nuestras fatigas. Por eso es con almohadones. Así también tienen que ser nuestras celebraciones, en las que cada uno pueda descansar su vida y la ponga desnudamente y sin vergüenza sobre el altar“.

Tras la finalización de la misa, se realizó una procesión con la Eucaristía por la plaza de Mayo.

En Río Gallegos, la celebración del cuerpo y la sangre de Cristo, encabezada por el obispo diocesano Ignacio Medina, se realizó en el cuartel de Bomberos del barrio San Benito, tras lo cual hubo una caravana de autos por los barrios San Benito, Santa Cruz y Bicentenario.

La celebración se realizó en el Cuartel de Bomberos del barrio San Benito. Foto: Juan Palacios/La Opinión Austral

El Corpus Christi nos convoca a convertirnos en alimento vivo para la ciudad y para el mundo, porque esta fiesta nos hace conscientes de que nos tenemos que nutrir del pan, es Cristo, cuerpo y sangre”, expresó durante su homilía.

“Nos envía a preparar mesas de fraternidad donde quepan todos, sin exclusión, nada queda fuera de su amor”, continuó.

La Eucaristía se convierte en nosotros en la gran fuente del amor fraterno, incluso, como decía Pablo VI, de la caridad social. Nosotros debemos demostrar en el sentimiento, en el pensamiento, en la práctica que sabemos verdaderamente amar al prójimo, incluso aquel que no se sienta con nosotros a la mesa del señor”, continuó.

“La enseñanza del amor que brota de la eucaristía debe encontrarnos a todos como estudiantes dispuestos a perdonar, a servir al prójimo”, manifestó y finalizando, destacó que esta no es una utopía, es la raíz de la sociedad humana, no fundarse en el egoísmo, en la violencia, sino en el amor. Después de la Eucaristía, este va a ser el rasgo distintivo de los discípulos: el arte de amarse unos a otros, porque Dios los amó primero”.

PAPA FRANCISCO: “NOS ENSEÑA A OFRECER LO POCO QUE TENEMOS”

En la basílica San Juan de Letrán, el papa Francisco encabezó este domingo la celebración de la solemnidad de Corpus Christi.

El papa aseguró que la Eucaristía “nos enseña a ofrecer lo poco que tenemos y a dar gracias. En nuestro mundo hace falta la fragancia y el olor del pan recién horneado, el pan de la gratitud, de la libertad y de la cercanía, un bien demasiado precioso para ser desechado”.

Es urgente devolver al mundo el aroma bueno y fresco del pan del amor, seguir esperando y reconstruyendo sin cansarse nunca de lo que el odio destruye”, continuó.

La Eucaristía “nos enseña a bendecir, acoger y besar siempre los dones de Dios”, expresó y continuó señalando que la invitación es a asumir cada día “actitudes eucarísticas” y “ayudar siempre a los que han caído: sólo una vez en tu vida puedes mirar a una persona desde abajo, para ayudarla a levantarse“.

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