En el mes de la Sensibilización del Cáncer de Mama, La Opinión Austral lleva adelante una campaña en conjunto con Guerreras Rosa del Viento de Río Gallegos.
Guerreras Rosa del Viento es un grupo de mujeres sobrevivientes de cáncer de mama que se reúne para practicar el remo en bote dragón, una actividad para aminorar los efectos secundarios de los tratamientos oncológicos y, a la vez, un espacio de contención.
El ejercicio de estiramiento al remar ayuda a recuperar movilidad, mejorar la postura y prevenir el linfedema, una afección que surge cuando en la operación extirpan los ganglios y se inflaman los brazos.
Rosa Benítez, Paula Carrillo, Marina Villarroel, Marcela Moreno, Irma Montiel y Gloria Olivares visitaron los estudios de LOA Contenidos y contaron cómo atravesaron la enfermedad. Serán seis entregas que se publicarán cada lunes y jueves de este mes en la edición impresa, el sitio web y las redes sociales.
“Empecé pensando que era una grasita en el lado izquierdo”, contó Gloria Olivares sobre aquel día de 2014 tras el cual fue rápidamente a la consulta médica. “Era propensa a que fuera a ser un nódulo cancerígeno”, señaló.
A Gloria la operaron, le extrajeron el nódulo y comenzó con los tratamientos de quimioterapia en Río Gallegos y radioterapia en Buenos Aires.
Recordó que “cuando se me empezó a caer el pelo, en la segunda sesión de quimioterapia, fui a la peluquería y me corté el pelo de una sola vez para no sentir más emociones fuertes”.
Hoy, aseguró, “puedo decir que gracias a Dios lo atravesé tranquilamente. Tuve a mi compañero, que fue mi marido, que todo el tiempo me acompañaba”.
En este sentido, afirmó: “Es muy importante, es muy necesario estar acompañada porque es menos el dolor que te provoca esa enfermedad. Tu marido, los hijos, inclusive hasta que una amiga esté contigo para no decaer”.
Ama de casa, madre y abuela, Gloria aseguró que el día a día “me ayudó a no estar constantemente encima de mi problema de salud, eso ayuda mucho a que uno se olvide de lo que tiene”.
Cerrando, recomendó “cualquier síntoma que sientan en su seno, vayan al médico enseguida, no dejen para mañana las cosas. Yo puedo agradecer que llegué a tiempo”.
¡NO TE PIERDAS LA PRÓXIMA NOTA!
En el marco de la campaña iniciada por el Grupo La Opinión Austral, cada lunes y jueves de octubre, mes de la Sensibilización sobre el Cáncer de Mama, se publicará una nueva entrevista en la edición impresa, en laopinionaustral.com.ar y redes sociales.
Este jueves no te pierdas la entrevista a la santacruceña Rosa Benítez.
¿QUÉ FACTORES AUMENTAN EL RIESGO DE ENFERMAR?
Aunque no se sabe qué es lo que causa el cáncer de mama, se reconocen algunos factores que aumentan el riesgo de enfermar. Es decir, no hay única causa que la provoque, sino que es producto de diferentes factores de riesgo y de estilos de vida, así como también de una carga genética que predispone a enfermar o no.
Lo que sí se puede hacer es disminuir o evitar ciertos hábitos que pueden aumentar el riesgo de desarrollarlo, y además concurrir al médico para hacer los estudios con los que se puede detectar tempranamente.
Seguir un estilo de vida saludable es una forma de actuar de modo preventivo: no fumar, reducir el consumo de grasas, realizar actividad física, moderar el consumo de alcohol. También es importante evitar, en la medida de lo posible, las terapias de reemplazo hormonal y la exposición excesiva a los rayos X.
¿Cuáles son los factores de riesgo?
- La edad: la predisposición a enfermar aumenta con la edad, en especial después de los 50 años.
- Antecedentes personales de cáncer de mama.
- Antecedentes en la familia de mujeres que hayan tenido cáncer de mama u ovario.
- Tratamiento con radioterapia dirigida al pecho, tratamiento con hormonas, como estrógeno y progesterona, luego de la menopausia.
- Inicio de la menstruación a edad temprana o menopausia a edad tardía (después de los 55).
- Edad avanzada en el momento del primer parto (después de los 30) o nunca haber tenido hijos.
- Obesidad.
- Vida sedentari.a
- Tomar alcohol (más de 2 copas de vino por día o equivalente, por ejemplo: 350 cc. de cerveza, 44 cc. de whisky).
(Fuente: Instituto Nacional del Cáncer)
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