Ubicada sobre la margen norte del río Santa Cruz, a 231 km de Río Gallegos, se ubica la Isla Pavón, que habitara Luis Piedra Buena y su familia. Su acceso, ubicado sobre el puente del río Santa Cruz, se encuentra a escasa distancia de la ciudad homónima “Comandante Luis Piedra Buena”.

En el corazón de la Isla, existe, desde 1991, la Estación Municipal de Piscicultura, donde se crían en cautiverio especies salmónidas como la Trucha Arco Iris, la Marrón y la Fontinalis. Especies que, si bien no son autóctonas, hoy son características en la región.

El equipo de Santa Cruz Produce Play (SCPP), del Grupo La Opinión Austral, esta vez con la conducción periodística de Ángel Vargas, se trasladó hasta esta Estación de Piscicultura, que tiene una característica muy especial: la mayoría de sus trabajadores hace décadas que están en dicho lugar.

Una idea local

La creación de la Estación de Piscicultura surge de la decisión de un joven de la localidad de Comandante Luis Piedra Buena, Rubén Hudson, de estudiar Acuicultura y volver a su localidad para ponerla en práctica. Interesado en el tema, fue el intendente de ese momento, Carlos Lemarchand, quien impulsó que se instalara una estación de cría en la Isla Pavón. Desde entonces, el lugar está a cargo de Rubén.

RUBÉN HUDSON. La fecundación de los huevos de trucha se hace en forma externa.

“En aquel momento era una novedad, porque en cualquier lugar la piscicultura se realiza en los ríos, donde cae el agua por gravedad, en la Isla había que bombearla y tampoco había energía en el lugar”, pero la decisión estaba tomada. “A partir de ahí comenzó el desarrollo de la Isla Pavón, se trajo la energía y comenzamos a trabajar”, destacó Hudson a SCPP.

Fueron momentos “locos” recuerda con nostalgia Rubén. “Nos proveíamos agua de la noria, y si bien el agua era interminable, pero se rompía y había que mantenerla”. Con la llegada de la energía “cambió el desarrollo de la Isla, no sólo para la estación, sino también como polo turístico para Comandante Luis Piedra Buena”.

El principio

Trabajamos con todas las especies y empezamos a desarrollar el cultivo de peces autóctonos también”, indicó el profesional. Pero la producción fundamental es la Trucha Arco Iris, “una especie que está muy bien adaptada a la zona, desde hace muchos años, existe genética de cautiverio y es un producto comercial, que se desarrolla en el mundo”.

Se cultivan truchas Arco iris, Marrón y Fontinalis, además de especies autóctonas

Hace una década atrás, la trucha de la Isla Pavón, “terminaba en un plato en Estados Unidos” porque los alevinos que se producían en Pavón, se terminaban de engordar en el Embalse de Alicurá en Neuquén y se exportaban a Estados Unidos. Se llegó a enviar, así, más de 1 millón de alevinos. “O sea los hijos de nuestros reproductores terminaban en un plato de Estados Unidos”, destacó Rubén.

Eso se dio en la época en la que la Planta fue concesionada a la empresa Harengus. Durante esa década se realizó el desarrollo comercial de la Estación. En manos nuevamente del Municipio, la misma varió su perfil, dedicándose a la educación, y la promoción de los cuidados de los ríos, para la preservación de los peces y demás especies.

Fecundación

La planta tiene distintos espacios donde se van cultivando los peces en sus distintos estadíos. Así el primer punto es el sector de Incubación. Allí se recolectan los huevos de los reproductores y se “incuban” por un plazo aproximado de “entre 60 y 90 días”, explicó Andrés Benítez, uno de los trabajadores, junto con Rubén, más antiguos de la Planta.

Previamente, para obtener esos huevos, se concreta “la reproducción en forma artificial”, aclaró el acuicultor Hudson. “Para eso hay que esperar la época de maduración normal, que es hacia fines del invierno, en el mes de agosto”.

El proceso de fecundación se hace en forma externa, para lo cual se trata uno a uno cada pez. “Se los duerme, se les extrae a las hembras, mediante un masaje abdominal, los óvulos, por otro lado se hace lo propio con los machos, para extraer el esperma y concretar la fecundación”.
Esos huevos van al período de incubación y de ahí los nacimientos. “La trucha es de temperaturas frías y por eso es tan indicada para esta zona” recordó Hudson..

Desarrollo

Una vez pasado ese tiempo, los pequeños peces son pasados a las bateas de la “sala de alevinaje”, donde estarán entre 10 y 15 días, que el alevino se desprende de la bolsa y necesita comenzar a ser alimentado.

Desde ese momento, la atención que demandan los peces es constante, tanto en alimentación y limpieza, para lograr un buen desarrollo. De acuerdo al mismo van siendo clasificados y trasladados a los piletones, a medida que van alcanzando el tamaño adecuado.

La planta de procesamiento se espera inaugurar el próximo 24 de agosto

“Desde que nace hasta llegar a un tamaño comercial, la trucha demora un año aproximadamente”, explicó Benítez . El estadío final son los piletones, donde el pez alcanza su tamaño adecuado para la comercialización. En la actualidad la planta produce unas 25 mil truchas al año. Cabe señalar que cada ejemplar de Trucha Arco Iris, por ejemplo, puede alcanzar los 90 cm de largo y un peso de hasta 12 kilos.

PROYECTO. Uno de los objetivos de la Estación de Piscicultura de la Isla Pavón, es transformar la trucha en el plato gourmet de Piedra Buena

“Para lograr buenos ejemplares, tenemos una selección de reproductores, los mejores de nuestros criaderos, los cuales están marcados con un chip para poder hacer un seguimiento adecuado”, explicó Rubén Hudson. Y aclaró que la trucha, para llegar a su madurez reproductiva, demanda tres años de crianza.

Educación y Promoción

La Estación, además de la cría de truchas, cumple en la actualidad un rol muy importante en materia de investigación, educación, concientización, turismo y el desarrollo de la pesca deportiva de la localidad.

En materia educativa, es constante la visita de alumnos al lugar, “con ellos hacemos distintos tipos de actividades” indicó Hudson. También en tareas investigas sobre la especie, no sólo para conocer las causas por las cuales, alguna vez, se muere un pez durante el proceso, sino para mejorar la genética.

En convenio con la UNPA, se trabaja en distintos proyectos para mejorar la productividad. Un dato singular es que trabajan en la “reversión sexual” de las truchas, “transformamos hembras en machos y con eso logramos desarrollar poblaciones monosexo, es decir 100% hembras, que es muy importante”.

Es un producto comercial que se desarrolla en el mundo

Hudson explicó que esa importancia radica en que hoy en el mundo se tiene a lotes “todo hembras”, porque tienen mejor condición de crianza y mejor calidad de carne. Todo esto en una búsqueda “que apunta al cultivo comercial de la trucha”.

El futuro

De ahí surge el proyecto que se presentó al Fondo Nacional de Acuicultura, para lograr el financiamiento del próximo paso. Es que, aunque lleven tres décadas de laboreo, los proyectos y los sueños del equipo a cargo de la Estación no ceden. Recuperar el desarrollo de la comercialización a escala, nuevamente.

“Este año, trabajamos en un importante proyecto que es cambiar los ciclos de reproducción a nuestros reproductores”. Si bien normalmente el tiempo de desove es a fines de invierno, “por cuestiones de conveniencia de crianza, lo vamos a hacer reproducir a fines de verano, para lo cual trabajamos en el mejoramiento genético”.

Estamos buscando desarrollar la genética de tal forma que nos distinga como proveedor de ovas de truchas de criadero en el orden nacional, primero y en muy pocos años también a nivel internacional”, enfatizó Rubén Hudson.

De la estación al plato

La intención es poder obtener “un sello de calidad” que los identifique. Contribuye a ello que la calidad de agua del río Santa Cruz “es inigualable”. Y ello, a la par, irá demandando mano de obra especializada. “Estamos en ese camino” enfatizó el profesional.

Nuestra intención es lograr un sello de calidad

“Para poder comercializar necesitamos una planta de proceso, habilitada” explicó Hudson, para poder así cubrir toda la etapa del criadero. Desde la ova hasta la faena.

“Armamos un proyecto, en función de la nueva ley para la piscicultura sustentable, y logramos acceder al financiamiento para realizar la construcción de la planta de proceso, que esperamos inaugurar el 24 de agosto”.

FUTURO. La exportación de ovas y alevinos es otro de los objetivos futuros de la Estación.

Además, “queremos ser un centro de difusión de la actividad, que quien quiera capacitarse pueda hacerlo en la Estación”, sostuvo Rubén, al tiempo que marcó que la piscicultura en Santa Cruz “tiene mucho para crecer”.
Con una mirada “turística”, Hudson remarcó que pese a que se crían truchas en Pavón, “vas a un restaurante de Piedra Buena y no hay”, por lo que buscan “instalar a la trucha como el plato gourmet y turístico, de la localidad”.

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