*Por Nazarena Malatesta

El 5 de marzo, diputadxs por el Frente de Todos presentaron, una vez más, el proyecto de ley que establece que el sector público debe reservar un cupo laboral de 1,5% del total de empleados para personas trans y travestis. Asimismo, incluye beneficios impositivos para el sector privado.

Para un colectivo muy golpeado por el contexto político y
social, el cupo laboral trans es un avance significativo, sin embargo, es
apenas el comienzo.

¿Por qué la lucha feminista debe tener en cuenta a las travas y trans?

Para Angie Foti, quien preside la ONG Diversidad en
Acción Marcela Chocobar, “vemos a diario la necesidad de trabajo, de abandono
de parte del gobierno, así que esperemos que este año sea uno próspero en esta
área, donde haya empatía y compromiso”.

“Si bien vemos que algunas chicas y chicos están
trabajando, no se está cumpliendo el cupo. Yo creo que en la lucha no tiene que
haber distinción de nada, todxs luchamos desde un lado u otro, quizás podemos
disentir en un aspecto u otro, pero en esta lucha por nuestros derechos estamos
codo a codo sin distinción”, apuntó Foti.

La situación en la
provincia y la eterna deuda con el colectivo

En nuestra provincia, no contamos con el cupo. Sin
embargo, está incorporado dentro de la Ley Integral Trans que este año esperará
por su aprobación.

Para Roxana Rodríguez, de la Secretaría de Estado de
Derechos Humanos, esta ley “viene a completar lo que es la Ley 26.743 de
Identidad de Género”.

Según sostuvo Delfina Brizuela, coordinadora provincial
de ATTA, dentro de la provincia no tenemos cupo y conseguir trabajo es bastante
complejo.

“Lo que sí se está trabajando es cómo incorporar a
compañeras y compañeros trans, con algún programa que tenga relación para el
colectivo. Se está trabajando en eso y en los programas que tengan que ver con
la terminalidad de los estudios secundarios, capacitaciones y salud”, detalló.

Sin embargo, Brizuela indicó que muchas mujeres están
incorporadas desde la profesión de cada una que comenzó a trabajar en ciertas
áreas. Otras hicieron lo propio a través de becas y, de esta manera, se
mantienen en sus puestos, pero sin tener el cupo.

“Santa Cruz es una de las provincias que más mujeres
tiene incorporadas trabajando dentro del Estado, porque en comparativa con
otras provincias no somos muchas. Algo que acorta la brecha y no sucede en
lugares más grandes como Tucumán, Jujuy o Buenos Aires, donde hay mayor
población de comunidad trans y menos ingresos al Estado”, afirmó.

Para Rodríguez, la situación provincial está bastante
complicada: “En realidad es que les cuesta mucho a las personas trans acceder
al trabajo formal, creo que si sale la ley Integral vamos a empezar como Estado
a saldar la deuda de acceso laboral con les compañeres trans”.

EN ESTA NOTA ley-de-cupo-laboral

Leé más notas de Eugenia María Rodríguez