Lorena Leonett es la subgerenta de Energías Renovables y Eficiencia Energética del Instituto Energía de Santa Cruz. Feminista en un ámbito en el cual ellos siempre se sintieron cómodos.

 

 

“Con el 8M me pasa que, a medida que pasan los años, va tomando un significado distinto. Parece que todos los días, sea el motivo que sea que lleva a conmemorar o a reivindicar un derecho de mujeres o distintos colectivos, siento que todas apuntamos a que no nos maten más. Un día que se hace más visible y podemos juntarnos, pedimos que se empiecen a hacer cargo quienes deben trabajar para que se termine la violencia hacia las mujeres”, reflexionó sobre una jornada que se presenta contabilizando más de cincuenta femicidios en lo que va del año.

 

 

 

Leonett advierte que su incursión en un ámbito masculinizado y ella en una posición de liderazgo pueden incomodar. “En la parte de energía eléctrica, que es el ámbito en el que me muevo, todo el tiempo tenés que demostrar que sabés más, lo más probable es que a una le pidan que demuestre no sólo hablando, sino académicamente, si tiene compatibilidad con el lugar que va a ocupar, a los hombres no les pasa eso”.

 

 

Contó que “todavía pasa que en reuniones técnicas, más científicas, siento la presión de que si me equivoco va a pegar doble porque van a usar mi condición de género, pero cuando la intervención da un resultado positivo el planteo inmediatamente después es que la persona me quiere dar o quiere estar conmigo y que por eso me felicita”. Ella sabe que no puede resultar gracioso y esconde algo más, porque “es violencia simbólica y vos lo tratás de explicar y todavía piensan que tendrías que ponerte contenta porque es un elogio”, se quejó.

 

 

 

Pero al advertir estas fallas, la repetición de estereotipos se aprende.

 

 

“Me pone contenta que en el inicio de mi carrera no identificada esa situaciones, pero igual me reía y ahora puedo aclarar que está mal porque es ningunear mi trabajo y humillar mi capacidad”.

Ellos explican cosas

 

El “mansplainig” es un término que representa las veces que un varón asume un rol paternalista para explicarle a una mujer algo sobre lo que ella está en conocimiento. “Cuando querés saber algo específico que vos ya manejás, te lo vuelven a explicar. Noto eso y que te repiten las cosas muchas veces porque suponen que no vas a entender, que te va a costar más”.

 

 

Leonett aseguró que no todos los varones de su ámbito son así, sobre todo porque de un tiempo a esta parte las mujeres fueron ocupando espacios, incluso en el ámbito privado, aunque no como CEOs.

Estereotipos

En la parte renovables hay un estereotipo, como que lo ambiental es para minas, más sensibles, y hay más mujeres. En la parte de energía eléctrica no tanto y en hidrocarburos tampoco”, explicó la mujer, de profesión bióloga.

 

 

 

Para ella, estos estereotipos vienen desde las universidades, donde las mujeres ocupan la mayor porción de la matrícula, pero luego desertan antes de recibirse. Obstáculos.

El año pasado, la funcionaria provincial impulsó una capacitación para mujeres que quisieran saber de instalaciones eléctricas. Sólo en un día, mas de 200 postulantes demostraron que hay saberes que son necesarios para no depender de un varón.

 

“La administración del hogar cae siempre en mujeres que no cuentan con las herramientas para la resolución de problemas. Un enchufe que se rompe, arreglar un cableado, generó mucho interés, porque son herramientas que aportan seguridad, que por lo menos por algo menos vas a depender de otra persona y vas a intentar hacerlo por tu cuenta”, sostuvo más tarde la subgerenta, para quien quedó demostrado que “no es cierto que haya asuntos sobre los cuales no podamos meter las manos, somos capaces de todo”.

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