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El 22 de febrero del 2014, Lourdes Ferrando abandonó la redacción de La Opinión Austral por última vez. Apenas unas horas después, encontraría la muerte de una manera trágica: un auto conducido por un hombre llamado Marcos Soto le arrebataría sus sueños embistiéndola a ella y al grupo de amigos que habían salido de un barcito de rock de Río Gallegos.

Era una madrugada lluviosa, Lourdes caminaba por la calle porque las veredas estaban repletas de agua. Fue en ese momento cuando apareció en la escena el auto de Soto que terminó provocándole la muerte en el instante a Lourdes. “Siempre agradezco a Dios que ella no sufrió” recuerda hoy Elena Montenegro, su madre, en declaraciones a La Opinión Austral.

Marcos Soto durante el juicio. (FOTO: JOSÉ SILVA/LA OPINIÓN AUSTRAL)

Este domingo se cumplen once años del fallecimiento de la periodista y la herida sigue abierta. “Mis hijos me dicen que se siente la ausencia en la casa” comentó Elena que, actualmente, reside en la localidad de El Calafate. “Me tuve que ir porque habían muchos recuerdos” reflexionó.

Después de la muerte de “Lula” como era conocida la periodista, hubo que esperar cuatro años hasta que se conociera la sentencia contra Soto. Tres años y medio de prisión en suspenso. El homicida solo estuvo detenido unas horas por haber asesinado a Lourdes y haber herido gravemente a sus amigos. “Fue algo irrisorio ese juicio” recordó Elena.

A once años de la muerte y ocho del debate, no hay respuestas por parte del Tribunal Superior de Justicia. “Lo único que quiero es que la Justicia me dé una respuesta para poder cerrar esta etapa de mi vida” pidió Elena.

Uno de los tantos pedidos de justicia de la familia de Lourdes. (FOTO: LA OPINIÓN AUSTRAL)

“Lula” era muy compañera de su padre, Ricardo alias “Puchi“. Él era una persona alegre que siempre hacía chistes pero, desde la muerte de su hija, su vida cambió por completo. Un giro de 180° que lo transformó en un ente sin vida. “A Puchi lo mataron cuando le mataron a la hija, después con el juicio y ahora que está en el cementerio” dijo María Sanz, subsecretaria de la Agencia Provincial de Seguridad Vial el día del velorio de Ricardo.

“Nosotros éramos cinco y ahora somos tres” dijo Elena. Es que con la ausencia de Lourdes y de Ricardo, la familia ahora es la madre y sus hijos Emma y Beto, quienes esperan encontrar un poco de paz con una respuesta del Poder Judicial.

“Lula” era “un cascabel” recuerda hoy su madre, siempre fue muy curiosa, quería saber todo de todo. Se desempeñaba en el área de información general de La Opinión Austral. Quienes compartieron redacción con ella, la recuerdan afectuosamente. Al igual que sus compañeros de la UNPA donde estaba haciendo la carrera de Letras.

En estos once años, hubo muchísimos incidentes viales con víctimas fatales en Río Gallegos. Para la mamá de la periodista esto pasa porque “a un juez nunca se le murió un hijo en un incidente vial, la Ley de Tránsito es irrisoria”, en relación a las bajas penas que tienen personas que matan detrás de un volante.

Lourdes sonriendo en la redacción de La Opinión Austral (FOTO: LA OPINIÓN AUSTRAL)

Elena también se refirió a personas que perdieron a familiares en incidentes viales diciéndoles que “se refugien en Dios, en los amigos, en la familia. Que sepan que sus seres queridos están en un lugar mejor, aunque la Justicia se nos ría en la cara. En aceptar esto. Esto es sobrevivir, no es vivir” expresó.

Como dato, la plaza que está en la esquina de la escuela N°10, a metros de la avenida Gobernador Gregores, llevaría el nombre de Lourdes Ferrando pero la ordenanza, que ya fue aprobada, todavía no fue ejecutada. “pasó mucho tiempo, es todo por colores políticos parece” opinó Elena.

Lo cierto es que, a más de una década, una familia y una comunidad esperan respuestas por un trágico suceso que podría haber sido evitable. En palabras de Elena, “si toman, no conduzcan“.

La familia de 5, ahora es de 3. Elena junto a sus “príncipes” Emma y Beto. (FOTO: LA OPINIÓN AUSTRAL)

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