Mauro Antiñirre fue hallado culpable de abusar sexualmente durante 10 años de su hermanastra y por eso este viernes la Cámara Oral de Río Gallegos lo condenó a 15 años de prisión.

En octubre del 2019, se destapó un caso de abuso que conmocionó e indignó al barrio Fátima de Río Gallegos, y los vecinos no tardaron en mostrar su bronca atacando el frente de la casa del acusado.

Se trata del caso de Mauro Antiñirre, un hombre que hasta el viernes en que se conoció la condena estaba en libertad.

Tal como lo informó La Opinión Austral, Mauro Antiñirre estaba acusado de haber abusado, durante años, de su propia hermanastra. Desde que ambos eran menores de edad, hasta después que él cumpliera 18 años. En el debate de valoración de pruebas, aseguró que se trataba de una denuncia falsa. “Ella inventó todo porque descubrí que era lesbiana“, dijo en la indagatoria cuando fue sentado en el banquillo de los acusados.

Pese a eso, para el Fiscal de Cámara, Federico Heinz, el delito de abuso sexual agravado por el parentesco, más el agravante de acceso carnal estuvo acreditado y solicitó la pena de 18 años de prisión. La querella, a cargo de Yamila Borquez pidió 20 años de cárcel. Por su lado Jorge Trevotich, defensor de Mauro, dijo que no habían pruebas suficientes para condenar a su cliente.

La condena de 15 años por abuso sexual

Finalmente, este viernes el tribunal conformado por Jorge Yance, María Alejandra Vila y Diego Lerena dictaron 15 años de prisión para Mauro Antiñirre. El móvil de La Opinión Austral estuvo en las instalaciones que la Cámara Oral, calle Malaspina al 40, en el momento en que se conoció la decisión de los jueces.

La abogada Borquez explicó que “declararon la responsabilidad penal por aquellos hechos que fueron cometidos durante la minoría de edad del imputado y respecto de los hechos que se sucedieron durante la mayoría de edad le dieron 15 años de prisión de cumplimiento efectivo. A partir de este momento se ordenó la detención”, precisó.

Hasta este viernes Mauro Antiñirre estuvo transitando el proceso judicial en libertad. “Se consideró que estaban dadas las garantías hasta el momento que el tuviera una condena”.

La abogada querellante afirmó que están conformes con el fallo: “Queda la detención de el y la defensa tiene su derecho a apelar”, indicó.

“Hay que denunciar y hay que tener la valentía que tuvo Andy que se animó a contar su historia, hizo la denuncia y se puso al frente del proceso”, subrayó.

El horror que pasé toda mi vida no se me borra con nada pero tengo un alivio en mi corazón

Luego de que se conoció la sentencia del Tribunal, Andy, la joven que lo denunció a los 15 años dijo al móvil de La Opinión Austral que estaba satisfecha con la condena. “El horror que pasé toda mi vida no se me borra con nada pero tengo un alivio en mi corazón”.

Andy cree que a partir de ahora podrá “vivir un poco más tranquila, vivir mi vida a pleno sin tener miedo de salir a la calle y de que me pase algo”.

Hablen con alguien de confianza

Además, dejó unas palabras para las personas que están atravesando una situación como la que ella vivió desde su infancia. “Tomen el valor, la fuerza necesaria para hablar. Hablen con alguien de confianza, que por ahí es difícil por vergüenza, miedo o asco pero que hablen. Hay mucha gente que no lo aguanta y se mata o caen en depresión”, advirtió.

Andy, contó que los abusos comenzaron cuando tenia 4 o 5 años y siguieron hasta sus 15: “Hubo momentos en que paraba y luego continuaba”. Sin embargo a los 15 años, comprendió que tenía que denunciarlo. Según sus palabras, “estaba en pareja con otra persona y me hizo entrar en razón; le podía pasarle a otras personas, a mis sobrinas y me decidí a hablar”.

Andy contó además que, por supuesto no fue fácil. porque le creyeron los familiares por la parte materna, sin embargo por la parte del padre la culparon a ella. “Me echaron la culpa de que estaba destrozando una familia pero estaba salvando a los nenes de que no les pase nada”, sostuvo.

También agradeció a su familia, a Yamila, su abogada “que hizo todo lo posible para que él caiga; a mi psicólogo Lucio que lamentablemente no me pudo acompañar pero desde arriba me está acompañando; y a mi pareja. Ahora a vivir a pleno mi vida”, cerró.

La historia de Mauro, el hombre que abusó de su hermanastra y quisieron lincharlo en Río Gallegos

Hijo de mil p… te vas a pudrir en la cárcel”, “infeliz” y una serie de improperios irrumpieron en el mediodía del jueves en Río Gallegos, cuando un grupo de personas mostró su bronca e indignación contra un hombre que, pese a que puede tener una dura pena, continúa libre -al menos- hasta la semana que viene.

Se trataba de Mauro Antiñirre un hombre acusado de abuso que, durante años, sometió sexualmente a quien es su hermanastra y, según indican desde la familia de la sobreviviente, bajo el amparo de su madre.

Mauro fue denunciado en el año 2019 y fue noticia en los medios de nuestra ciudad capital cuando los vecinos del barrio Fátima se agolparon afuera de su casa para intentar lincharlo, una vez que se supo la denuncia que caía en su contra.

Efectivos policiales afuera de la casa que fue blanco de la bronca, en octubre del 2019 (FOTO: LA OPINIÓN AUSTRAL)

Una multitud se había acercado a la casa ubicada en la calle Zumalacarregui, en la noche del 29 de octubre. La turba iracunda había hecho de las suyas antes que la Policía llegara a controlar la situación. “Mauro violín” fue una de las pintadas que quedó grabada en la pared de un garage y en la mente de todos los presentes.

Pese a eso, el Juzgado Penal Juvenil, a cargo de Fernando Zanetta solo hizo que el hombre fije domicilio y siguió el proceso en libertad. En el medio, el caso tuvo diferentes ribetes que derivaron en la realización del juicio que se hizo este jueves en las instalaciones donde, nuevamente, los vecinos descargaron su bronca intentando atacar a Mauro y golpear al patrullero que lo sacó del recinto de la Cámara Oral.

El caso es seguido por La Opinión Austral desde un primer momento. La víctima a quien la conoceremos en esta historia como Andy, luego de años, juntó coraje y le contó a su tía sobre los abusos a los que era sometida. Si bien nunca recordó cuando comenzaron fehacientemente, dijo que habrían empezado cuando tenía cuatro o cinco años y se extendieron en el tiempo.

De manera pacífica, los seres queridos de A habían llegado afuera de la Cámara Oral. (FOTO: JOSÉ SILVA/LA OPINIÓN AUSTRAL)

Yamila Borquez y el recordado Carlos Muriete tomaron el caso como querellantes y, junto a la tía, A comenzó con una lucha de casi cuatro años donde, por ejemplo, llegó a marcar un precedente cuando el mismo juez que había decidido dejar libre a su abusador, determinó que ella es lo “suficientemente madura” para poder ser querellante, es decir, que puede defenderse sola, junto el acompañamiento de los letrados.

La carátula con la que se llegó al juicio era “abuso sexual gravemente ultrajante agravado por relación de parentesco” pero la misma cambió durante el juicio, gracias a la perspicacia y fundamento por parte del fiscal Federico Heinz quien sumó un agravante.

A. es una joven a quien la conocen como “Peke“. Pese a que el apodo refiera a su estatura, lejos está de la altura con la que llevó adelante su reclamo. Pese a lo que le pasó, todos remarcan que es muy valiente por la lucha que lleva adelante. No escondió todo lo que, lamentablemente le tocó vivir sino que siempre aprovecha sus redes para pedir justicia. Quienes la conocen, dan cuenta de su entereza, integridad y madurez.

Todos los presentes destacaron la madrurez y la integridad de “Peke”. (FOTO: JOSÉ SILVA/LA OPNIÓN AUSTRAL)

En la previa al debate, el círculo íntimo acompañó firmemente a A. Incluso, a través de las redes sociales, Argentinos del Sur F. C., el club de futbol en el que juega actualmente, brindó su apoyo. En un comunicado, indicaron: “queremos que se haga justicia, que los jueces estén a a altura y a esta persona si se le puede decir así que pague por todo el daño que le causa a una nena indefensa durante tanto tiempo. ‘Peke’, todo Argentinos del Sur está con vos“.

El debate comenzó en la mañana del jueves en las instalaciones de la calle Malaspina, bajo un fuerte operativo policial. Mauro fue ingresado por una puerta lateral, mientras los seres queridos de A estuvieron con banderas y pancartas “bancando la parada” en el frente del recinto.

Mauro, un joven de gran porte, llegó con un buzo verde oliva que difícilmente pasaría desapercibido. Como contraposición, estuvo con un cuellito color oscuro que le tapó parte del rostro. Un jean suelto algo desgarbado completó el outfit con el que afrontó el juicio junto a su abogado Jorge Trevotich.

El debate estuvo encabezado por Jorge Yance. Junto a él estuvieron Alejandra Vila como vocal titular y Diego Lerena como vocal subrogante. La nombrada Yamila Borquez estuvo en la querella, el fiscal Federico Heinz estuvo junto a Analía Molina como jefa de despacho, en tanto que -además- hubo querellas complementarias de la Defensoría del Menor, Jorge Godoy por “Peke” y Verónica Zuvic por Mauro.

Mauro abrazando a su madre arriba del patrullero. (FOTO:JOSÉ SILVA/LA OPINIÓN AUSTRAL)

En ese punto hay que remarcar que los abusos contra A comenzaron cuando ambos eran menores de edad y se extendieron hasta después que él cumpliera los 18 años. Los hechos por los que fue juzgado correspondieron a estos últimos.

Con el ceño fruncido y un gesto adusto, Mauro escuchó atentamente la acusación en su contra y luego llegaría uno de los momentos más esperados: la posibilidad del descargo del acusado frente al tribunal.

Si bien se trató de un juicio público, fue de instancia privada debido a los delitos que iban a ser juzgados. Más allá de eso fuentes judiciales consultadas por este diario indicaron que, en su defensa, Mauro dijo que era inocente, incluso dio una versión de los hechos que, en su momento, ya había brindado. “Ella me denunció porque yo descubrí que ella era lesbiana“, dijo sin ponerse colorado.

Más allá de eso, “Peke” también tuvo la posibilidad de dar su testimonio. Quienes la escucharon frente a los jueces destacaron que fue contundente sobre lo que había sucedido. “Madurez, coraje, seguridad. muy valiente. Me sentí orgullosa” confió a este diario su abogada.

En el medio también declaró la madre de Mauro y un amigo de él. Además de otros testimonios que no sumaron mucho más a lo que ya sabía, teniendo en cuenta que los delitos de integridad sexual no cuentan con testigos que no sean de concepto.

Llegó el momento de los alegatos. Federico Heinz sorprendió a propios y extraños gracias al cambio de carátula con el agravante del acceso carnal y solicitó una pena de 17 años de prisión. Borquez, por su lado, pidió una pena de 20 años de cárcel alegando la contundencia, las pericias y la perspectiva de género que debe aplicarse.

El acusado antes de ser subido al móvil de la Policía de Santa Cruz. (FOTO: JOSÉ SILVA/LA OPINIÓN AUSTRAL)

Trevotich pidió la absolución de su cliente y, al igual que Mauro, cargó contra la identidad de género de la víctima. Algo que resultó “inadmisible” para los presentes en los que, hasta Zuvic, se despachó diciéndole que debería volver a estudiar en la escuela de Derecho.

Llegaría el momento de la salida del acusado. Tal como se vio en la transmisión en vivo del Facebook de La Opinión Austral, cerca de veinte personas se acercaron al móvil policial que trasladaría al acusado a la Alcaidía para que fije domicilio. Con ayuda de los trabajadores de la Cámara, los efectivos subieron a Mauro. En paralelo, la gente -al igual que en octubre del 2019- descargaron su bronca pero esta vez contra el patrullero que trasladaba al agresor sexual quien, en ningún momento emitió sonidos ni levantó la vista.

Ahora, resta esperar, la semana que viene, precisamente el viernes, se conocerá la sentencia en la que, gran parte de Río Gallegos, un club de futbol y especialmente una joven, espera que la Justicia la ayude a cerrar este triste e indignante episodio de su vida.

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