Se trata de los hermanos Vera, Mario y Jorge, quienes comenzaron a ser juzgados en la mañana de ayer por el homicidio de César Vito, el joven que fue encontrado enterrado en la casa de los Vera el 30 de noviembre del año 2016. Uno de ellos confesó el crimen, el otro planteó la nulidad del juicio.

En la jornada de ayer comenzó un juicio a dos hermanos por un homicidio que conmocionó a la ciudad durante el 2016, cuando se conoció el hallazgo de un cuerpo con más de 10 puñaladas en el patio de una casa ubicada en la calle Tucumán al 900 de nuestra ciudad.

Fuentes judiciales consultadas por La Opinión Austral dieron cuenta del comienzo del proceso judicial que tuvo como escenario la Cámara Oral, siendo encabezado por el Dr. Cabral, en el que comenzaron a ser juzgados Mario “Coqui” Vera de 23 años y su hermano Jorge “Lilo”, de 30 años, por el homicidio de César Vito, de 26 años, quien fuera encontrado el 30 de octubre enterrado con varias puñaladas en el patio de los Vera.

Según se pudo saber, tras la lectura del pedido de elevación a juicio realizado en su momento por el fiscal de Instrucción Gustavo Cima, los acusados fueron sentados en el banquillo, primero Mario y luego Jorge.

Fue Mario quien se sentó y confesó el crimen, dando detalles escabrosos sobre los hechos que habían tenido lugar en aquella fatídica madrugada de octubre del 2016.

Pese a las lagunas mentales que dijo tener Mario, el acusado contó al tribunal que todo comenzó con una pelea entre él y Vito en la madrugada, en momentos en los que se encontraban con otros amigos consumiendo bebidas alcohólicas y que, en un momento dado, la pelea subió de tono y en un momento, cuchillo en mano, todo se descontroló.

Por su parte, el hermano de Mario, Jorge, decidió no declarar ante la Justicia por consejo de su abogado defensor, el Dr. Carlos Muriete.

Previa  a la parte de la declaración de testigos, al no tener pruebas contundentes sobre la participación de los imputados, no se pudo llegar al pase de un juicio abreviado.

Tras el testimonio de seis testigos, entre ellos amigos que tenían en común Vito y los Vera, quienes contaron su versión de los hechos, llegó el turno del testimonio del Dr. Suárez, profesional que estuvo a cargo de la autopsia, quien indicó que el cuerpo fue hallado enterrado en un pozo de unos 60 centímetros y que tenía un total de 11 puñaladas, siendo dos de ellas mortales, una que atravesó y comprometió el pulmón y la restante en la zona del cuello, donde complicó el flujo sanguíneo de una arteria principal del cuerpo humano.

Posteriormente llegó la lectura de los alegatos y las solicitudes de las partes intervinientes. 

Por parte del abogado defensor, se pidió la nulidad del juicio ya que, en su momento, había sido la madre de los Vera quien radicó la denuncia luego de que uno de los hijos confesara que el cuerpo de Vito se encontraba enterrado en el patio de la casa. Este planteo se encuentra amparado en un artículo del Código Penal en donde se expresa que los familiares directos no pueden acusar a los integrantes de su núcleo directo.

Si bien parecía una buena estrategia para hacer caer por completo al juicio, quedaría descartada ya que, para la Fiscalía, el pedido de nulidad debería haberse hecho durante el periodo de instrucción. 

Dando cuenta y aprobando el pedido de elevación a juicio, el abogado defensor oficial con el que contaban los hermanos Vera en ese momento, les jugó una mala pasada.

Respecto a la solicitud realizada por el Dr. Iván Saldivia, representante del Ministerio Público Fiscal, se pudo saber que pidió una pena de 12 años de prisión efectiva para ambos acusados por “homicidio simple” ya que, más allá de la confesión de Mario Vera, se podría entender un grado de participación importante por parte de Jorge.

El Tribunal Oral tendrá cinco días hábiles para determinar la suerte de los acusados, dándola a conocer el próximo jueves.

Por lo pronto, los sujetos fueron alojados nuevamente en la Alcaidía Provincial, lugar donde se encuentran detenidos desde el día de la denuncia de su madre y posterior hallazgo del cuerpo de Vito.

Hallazgo y detención

Tal como lo informó este medio en su momento, fue el 1 de noviembre del 2016 cuando César Vito fue hallado asesinado y enterrado en el patio de una casa de la ciudad y, como sospechosos de haber participado del crimen, habían sido detenidos cuatro sujetos, uno de los cuales se “quebró” y le relató lo sucedido a su madre, que fue la que denunció el hecho ante la Policía y permitió el esclarecimiento del caso.

El cuerpo de Vito, de 26 años, fue encontrado enterrado en el fondo de la vivienda, en un allanamiento solicitado por orden de la juez penal Valeria López Lestón.

En el procedimiento, los efectivos advirtieron tierra removida en un patio y al profundizar la búsqueda hallaron el cuerpo del joven, que fue trasladado a la morgue judicial con el fin de determinar las circunstancias del crimen. Tras el hallazgo, la Justicia dispuso el arresto de cuatro personas que habrían estado reunidas con la víctima durante el fin de semana y que serían algunos familiares y otros amigos. 

Durante el periodo de investigación e instrucción dos conocidos de Vito recuperaron la libertad y los hermanos Vera quedaron detenidos, primero en la Seccional Primera y posteriormente en la Alcaidía.

Lo curioso del hecho en aquella oportunidad fue que durante la mañana del domingo, horas después de ocurrido el homicidio, la Policía había sido alertada por un vecino, pero por un principio de incendio en el patio de esa vivienda.

Un móvil de la comisaría Primera de Río Gallegos había llegado al lugar junto a Bomberos y uno de los hoy detenidos les indicó que no había ninguna emergencia, ya que sólo se encontraban quemando basura. Esa basura, hoy se sabe, eran las pertenencias de Vito.

El cuerpo de Vito fue encontrado enterrado en el patio de una casa ubicada en Tucumán al 900. (Foto: Archivo)

 

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