El comisario Oscar José Aguilar, Jefe de la  Comisaría de la Mujer y Familia de Río Gallegos habló acerca del caso del golpeador que arrastró a su expareja colgada del auto en la avenida Néstor Kirchner y Chiclana.

 

El hombre, identificado como J.P de 38 años, que le había quitado las llaves de su vivienda a su expareja (44), recuperó la libertad tras haber estado 6 horas detenido en la comisaria sexta por orden del juzgado, confirmo Aguilar en diálogo con Radio LU12 AM680 y FM Láser 92.9 de Río Gallegos.

 

La mujer había intentado evitar que escapara a bordo de su Fiat Uno con las llaves de su casa. Le abrió la puerta del acompañante y se le abalanzó para quitárselas, a lo que el conductor dio arranque al automóvil y aceleró, para tirarla del vehículo. De milagro la víctima -que se sujetó con todas sus fuerzas de donde pudo- no se cayó y dio contra el pavimento.

 

Vecinos que vieron toda la secuencia casi lo linchan. Al menos dos personas lo intentaron agredir. El personal policial evitó que se haga “justicia por mano propia”.

 

Una mujer registró con su teléfono celular imágenes del hombre que se hicieron virales. En ese momento, el conductor del Fiat se mostró ofuscado ante la presencia de los vecinos -queriéndolo agredir- y de los policías. “No hice nada”, dijo a la Policía, mientras era fotografiado.

 

 

“¿¡Qué hacés loca?!”, le gritó luego a una de las mujeres que le sacó fotos. Estaba vestido de traje. Intentó cubrir su rostro ante la insistencia de la indignada vecina, y también arrebatarle el teléfono celular. Tal como intentó con su expareja.

Faltan testigos

 

El jefe de la Comisaría de la Mujer y Familia de Río Gallegos afirmó que ellos intervienen “en muchos casos como estos pero no de esta magnitud”.

 

 

“A veces en estos hechos, que generalmente ocurren en un espacio cerrado, nos complica mucho no tener el aporte del vecino o un testigo que hayan escuchado algo”, lamentó el comisario Oscar José Aguilar.

 

“No es que no es creíble la denuncia de la víctima pero es necesario el aporte de pruebas” para la causa, explicó y señaló que en el caso del miércoles ocurrido en plena calle sí lo hay.

 

“El agresor espera su momento, no lo hace en público y generalmente cuando pasa afuera la amenaza se produce puertas adentro”, aseguró.

 

 

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