Pasadas las 21:40, en miles y miles de hogares y en las redacciones de los medios de todo el país se seguía con atención la carta, hecha discurso, que el presidente leía y se veía en todas las pantallas de tevé, en las redes, radios. Impacto. Alberto Fernández, flanqueado por el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y los gobernadores Omar Perotti, de Santa Fe, Axel Kicillof, de Buenos Aires, y Gerardo Morales, de Jujuy, con un mensaje moderado lanzó la cuarentena. Fue oficial.

Dos frases del presidente quedaron marcadas: “Tratamos que los efectos sobre la economía sean los menos posibles” y “Peleamos contra la pandemia y contra la psicosis”.

Había que quedarse en casa: “….tenemos muchos días para cuidarnos por delante una pelea que debemos dar como argentinos.” Después del saludo formal de cierre, el país se conmovió.

Hasta ese momento había 240 mil personas infectadas en todo el mundo y casi 10 mil muertos. Y Argentina comenzaba a ser protagonista…

¿Qué hacemos? ¿Cómo será? ¿Qué pasará?

La redacción de La Opinión también vibró en ese momento. Atentos a cada palabra del presidente y convencidos de que empezaba una nueva etapa en nuestras vidas.

En muchos lugares sonó la sirena a la medianoche. “Empezaba” la pandemia.

Y en La Opinión “empezamos a cuidarnos”: fue – y es – el único medio del país que puso en su logo el barbijo, que aún se mantiene, y que hasta fue tema de análisis y elogios entre los editores de diarios y revistas.

Desde nuestras tapas ya habíamos anticipado con “Estamos amenazados” y “Cuarentena”. Desde cada rincón de Santa Cruz los oyentes de LU 12 AM 680 de Río Gallegos daban sus más conmovedores testimonios. La radio con todos sus periodistas, fiel a su estilo, se transformó en esencial y fue el nexo entre la realidad, la vida misma y la imaginación.

El virus acechaba. Se agotaban el alcohol en gellos barbijos y la lavandina. Supermercados, kioscos, mercados y todo tipo de negocios agotaron sus productos. Hubo desesperación e incertidumbre. Nos volvimos obsesivos con la limpieza.

El distanciamiento social – desde familiar hasta el de las amistades – caló hondo. Meses y meses sin salir a la calle y sin poder ver a los seres queridos. En ese camino, comenzó el resurgimiento de la nueva vida en la sociedad y a la adaptación a las nuevas costumbres. Las videollamadas se hicieron tan populares como el arroz (muchos aprendieron a cocinarlo y que no se queme), Netflix salió campeón del mundo y todos fuimos rehenes del streaming y la conectividad.

Cada uno, a su manera, armó su Bake Off familiar: surgieron las recetas más insólitas y todos fuimos los más creativos entre ollas y sartenes…

Las páginas del diario reflejaron cada instante de la vida. Se conocieron las más maravillosas y hasta dolorosas historias de vida, hubo nacimientos y muertes, luchas incansables de anónimos héroes de la salud.

Y así volvía el recuerdo del mensaje del presidente: “‘Dictamos un DNU que a partir de las cero horas de mañana, viernes 20 de marzo, deberán someterse al aislamiento social preventivo y obligatorio; nadie puede moverse de su residencia”.

Y se sumó que nadie andaba en las calles. Todo cerrado. Toda esa vida fue puertas adentro. Hasta se habló de estado de sitio. Hubo un mix entre paranoia y realidad.

Mientras la vida fluía, en cada texto de La Opinión Austral, en cada foto, en cada historia, se vivía la pandemia desde las entrañas. Y lo mismo pasó con La Opinión Zona Norte y en nuestra web, laopinionaustral.com.ar

Nuestras tapas tuvieron mensajes claros y con énfasis sobre la gestión y también del esfuerzo del Gobierno. En las páginas siguientes de esta edición especial, algunos de los funcionarios hacen su balance en un año inolvidable.

La gobernadora Alicia Kirchner marcó la cancha, junto al vicegobernador Eugenio Quiroga. Así, la Jefatura de Gabinete de Ministros, a cargo de Leonardo Alvarez, fue esencial para coordinar aquellas acciones necesarias que tuvieron que abordar junto con los ministros de Salud, primero con Juan Carlos Nadalich, y luego con Claudio García; de Gobierno, con Leandro Zuliani; de Producción, con Silvina Córdoba; de Desarrollo Social, con Bárbara Weinzettel; de Economía, con Ignacio Perincioli; de Seguridad, con Lisandro De la Torre; de Trabajo, con Teodoro Camino, con “Chachi” Velázquez en Educación, y así con cada uno de los responsables e integrantes de las distintas áreas de gobierno. Todos protagonistas. Y el rol clave del voluntariado de toda la provincia. Fue conmovedor. Y la asistencia social a los hogares de los que más necesitaban y necesitan.

Parece lejano lo que fueron las reuniones de los COE, la interacción con los municipios, los intendentes y directores de hospitales junto a todas las fuerzas de seguridad y el rol de la justicia. Hubo compromiso y solidaridad. Los matices de las diferencias siempre existen cuando hay gente que hace.

Aplauso a los médicos del hospital de Río Gallegos

¿Alguien recuerda lo que fue la llegada del primer vuelo de los “repatriados”? ¿Y los micros? Y los que estaban varados en otras provincias o países? ¿Y el ruego de los familiares para poder volver? El furor por los PCR, los laboratorios. Y “la cuarentena” en hoteles. La llegada de médicos y enfermeros desde otras provincias para ayudar a nuestros héroes, los médicos y enfermeros y todo el personal del Hospital de Río GallegosY el desafío de mantener el empleo o la generación, como en el caso de las mineras que incorporaron más de 500 trabajadores. Y cómo se mantuvo la industria petrolera, entre otras actividades de gran relevancia en la provincia. La energía, las regalías y el sostenimiento de la economía en días aciagos.

La pandemia arrastró a una crisis profunda a cientos de comercios que tuvieron que cerrar sus puertas y no volvieron a abrir. Todos los rubros de la producción fueron afectados. Ya sea público o privado, el virus no distinguió. El país, en sintonía. Algunos resurgieron, otros están volviendo a ser lo que eran, y hasta aparecieron nuevas oportunidades laborales para “reinventarse”.

Y así, hasta hubo nieve para disfrutar y de la otra, con las rutas intransitables, las excavadoras y las historias de personajes que jamás olvidaremos, animales muertos. Más dolor, al dolor del coronavirus.

La pelota dejó de picar en las canchas de fútbol o básquet, todos los deportes “en cuarteles de invierno”; las aulas vacías, recreos en silencio porque no había más recreos, maestros que se reinventaron junto a sus alumnos con el “zoom”. Esa era la vida. Así fue hasta que empezó a “abrirse” cada localidad.

En La Opinión llegamos a hacer la tapa con “0” casos. Fue tremendo. Hasta que comenzaron a aparecer de nuevo y fue un descontrol.

Muertos, más contagios, más dolor y la impotencia de no saber cuándo esto termina.

El anuncio de que había una vacuna parecía una utopía. Se la anunció y llegó al país. Y en Santa Cruz, fue una realidad. “La vacuna es esperanza”, dijo Alicia Kirchner. Hace unos días, el título “Dosis de felicidad”, como fue una de nuestras tapas, reflejó la confianza que tiene la gente.

Y la esperanza de la reactivación económica y el compromiso de las grandes empresas, como YPF, que apuestan con sus inversiones en una provincia que pelea cada día para fortalecerse aún más.

“NO ES JODA”

Ahora, ante el temor de la segunda ola, es el momento más importante de cuidarnos y ser más responsables que nunca.

Como lo pusimos en primera plana y fue de gran impacto en todo el país: #NoEsJoda.

EN ESTA NOTA Cuarentena

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