Your browser doesn’t support HTML5 audio
La Patagonia Sur volvió a consolidarse en octubre como la región más cara del país para llenar el “changuito” de compras. Así lo reveló el último informe del Observatorio de Economía de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco (OEFC), que registró que tanto Chubut como Santa Cruz mantuvieron los precios más altos en alimentos y productos esenciales.
Según el relevamiento, el costo total del changuito ya supera los $829.000 en Chubut y $834.000 en Santa Cruz, cifras muy por encima del promedio nacional y del resto de las provincias.
El informe del OEFC va en línea y menciona otro estudio, realizado por la Consultora Analytica llamado “Changuito Federal” que también ubica a Santa Cruz y la Patagonia sur en general, como la provincia y la región más cara del país.
Un encarecimiento sostenido
Lo que aparece como un dato más dentro de la dinámica inflacionaria, en realidad revela un fenómeno estructural: la Patagonia Sur está atravesando un proceso de encarecimiento sostenido, producto de factores logísticos, comerciales, demográficos y de ingreso, que la dejan hoy como la región más desigual del país en términos de acceso a los alimentos.
Para comprender por qué el changuito patagónico es el más caro, qué elementos lo impulsan, qué efectos tiene sobre los hogares y qué puede esperarse hacia 2026 si no hay cambios de fondo hay varios puntos a tener en cuenta
1. El dato duro: el changuito más caro del país
El Observatorio de la UNPSJB, con foco en precios de supermercados de toda la región, confirmó que en octubre de 2025 los valores fueron los siguientes:
Santa Cruz: $834.177
Chubut: $829.597
Tierra del Fuego: $822.066
Estos montos se alinean con otra variable clave: la Canasta Básica Alimentaria (CBA) y la Canasta Básica Total (CBT), que también se ubicaron entre las más altas del país. En ciudades como Comodoro Rivadavia, Río Gallegos y Caleta Olivia, la CBA superó los $709.000, mientras que la CBT trepó hasta casi $1.600.000.
La región no solo es la más cara para llenar el carrito: también es una de las que más rápido ajusta sus precios.
2. La inflación patagónica corre por arriba del promedio nacional
El informe muestra que las divisiones alimentos y bebidas no alcohólicas y bebidas alcohólicas y tabaco tuvieron aumentos interanuales del 15,1% y 17,8%, cifras más altas que el índice general de inflación medido por el INDEC.
¿Qué implica? Que la inflación patagónica está concentrada en los productos más esenciales y no en rubros complementarios. El golpe directo es sobre la alimentación, el consumo diario y la vida cotidiana.
3. Factores estructurales: la Patagonia paga sobrecostos invisibles
El informe identifica los principales motores detrás de los valores récord:
a) Logística compleja y cara. La Patagonia es extensa, con baja densidad poblacional. Cada kilo de alimento recorre cientos o miles de kilómetros. El flete impacta directamente en góndola.
b) Menor competencia comercial. A diferencia de Buenos Aires, Córdoba o incluso Mendoza, la presencia de grandes cadenas es más limitada. Menos jugadores → Menos presión competitiva → Precios más altos.
c) Reversión de la homogenización de precios. Entre 2016 y 2018 hubo un proceso de homogeneización nacional de precios minoristas. Ese fenómeno se rompió. Hoy, la Patagonia volvió a ser un “territorio premium” para el consumo básico.
El problema no es solo el precio: es el ingreso
Quizás el dato más contundente del informe no es el precio del changuito, sino el impacto en la capacidad de compra.
El Índice de Accesibilidad a la Canasta Básica Alimentaria (IACBA) muestra que:
- Chubut perdió el equivalente a 0,75 canastas alimentarias.
- Santa Cruz perdió una canasta completa.
Es decir, los salarios no acompañaron la suba. Y a este deterioro se suma un dato crítico: Entre enero y junio de 2025, la Patagonia Sur perdió 26.000 empleos formales.
Menos empleo registrado implica menor ingreso, menos aportes, menos obra social y un mercado laboral presionado donde los salarios ajustan hacia abajo.
La foto económica de 2025 es entonces la peor combinación:
✔ Precios altos.
✔ Salarios que corren atrás.
✔ Caída fuerte del empleo formal.
✔ Regiones aisladas con costos estructurales permanentes.
El resultado: el changuito imposible de llenar.
¿Hacia dónde va la Patagonia Sur en 2026?
De mantenerse las tendencias actuales, hay tres escenarios probables:
1) Continuidad del encarecimiento estructural. Sin nuevas cadenas, sin cambios logísticos y sin políticas de integración territorial, los precios seguirán arriba del promedio nacional.
2) Mayor desigualdad en el acceso a la alimentación. Con pérdida salarial acumulada y empleo formal en caída, el acceso a la CBA se vuelve más difícil para los hogares vulnerables y también para los de ingresos medios.
3) Reacomodamiento migratorio y laboral. El informe ya detecta traslado de trabajadores hacia zonas de mayor empleabilidad (Neuquén), jubilaciones fuera de la región y mayor informalidad.
Estos movimientos podrían profundizarse.
Síntoma de una desigualdad estructural
El precio récord del changuito en la Patagonia Sur no es una anomalía de corto plazo. Es un síntoma de un proceso más profundo: una región con sobrecostos logísticos, una estructura comercial menos competitiva, salarios deteriorados y pérdida de empleo.
Mientras el resto del país mira el promedio nacional de inflación, la Patagonia enfrenta su propia realidad: una economía donde la comida cuesta más, donde el ingreso rinde menos y donde la brecha territorial se amplía cada mes.
Si no hay políticas sostenidas de integración, transporte, promoción comercial y fortalecimiento del empleo formal, la Patagonia Sur podría seguir en 2026 en el mismo lugar que hoy: encabezando el ranking del changuito más caro del país.
Leé más notas de Irene Stur
Compartir esta noticia

