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La morosidad en los créditos a las familias volvió a acelerarse en septiembre y alcanzó un nuevo máximo histórico, impulsada por el encarecimiento del financiamiento y la caída en la capacidad de pago de los hogares. De acuerdo con el Informe sobre Bancos del Banco Central (BCRA), publicado el 20 de noviembre y al que tuvo acceso La Opinión Austral, el ratio de irregularidad del crédito al sector familiar se ubicó en 7,3%, el registro más alto desde que existen datos comparables, en enero de 2010
El salto en la mora se dio en el marco del undécimo incremento consecutivo del indicador a nivel sistémico, cuyo valor total —considerando familias y empresas— avanzó de 3,8% a 4,2% en el mes, también su mayor nivel desde inicios de 2022.
Morosidad en préstamos personales supera el 9% y arrastra el índice general
El informe del BCRA detalla que el deterioro de la cartera de las familias se concentró nuevamente en dos líneas:
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Préstamos personales: la morosidad escaló del 8,2% al 9,1%, su mayor nivel en al menos 15 años.
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Tarjetas de crédito: la irregularidad aumentó del 6,7% al 7,4%.
Ambas categorías explican la mayor parte del avance en el deterioro de la cartera minorista. En cambio, los préstamos prendarios mostraron solo una suba acotada y los créditos hipotecarios se mantuvieron virtualmente estables en 0,9%, pese al crecimiento de nuevos deudores hipotecarios registrado en el mes.
El peso del crédito a familias sube en el balance, pero también su deterioro
Durante septiembre, el crédito destinado a familias representó 19,8% del activo total del sistema financiero, según el reporte oficial, mientras que la porción correspondiente a empresas alcanzó 23,9%
Este crecimiento en la participación del crédito familiar se combinó con un aumento persistente de los atrasos, lo que llevó a que la morosidad minorista se convierta en el principal factor de tensión dentro de la calidad de cartera.
A nivel agregado, el sistema redujo levemente su exposición crediticia durante el mes, especialmente por parte de los bancos privados extranjeros, aunque el efecto no alcanzó para frenar el deterioro de la cartera irregular.
Previsiones: los bancos cubren el 102% de la cartera irregular
El informe señala que las previsiones totales del sistema financiero —los fondos destinados a cubrir posibles incobrabilidades— equivalieron en septiembre al 102% del saldo de créditos en situación irregular
Si bien el nivel sigue siendo elevado, implica una caída de 6,2 puntos porcentuales respecto de agosto, reflejando que el ritmo de crecimiento de la morosidad está superando la velocidad con la que los bancos fortalecen sus provisiones.
Tomadas en relación con la cartera total, las previsiones subieron ligeramente a 4,2%, lo que indica que el sistema financiero sigue mostrando solvencia y capacidad de absorción, aunque con un deterioro más marcado en la cartera de consumo.
Financiamiento más caro: la raíz del problema
El aumento de la morosidad se da en un contexto de tasas de interés muy por encima de la inflación esperada. Según datos del propio BCRA, los préstamos personales promediaron en septiembre una tasa cercana al 82%, ampliando la brecha con la inflación proyectada a 12 meses (20%).
Tras las elecciones, las tasas comenzaron a descender, pero ese alivio llegó tarde y no fue suficiente para compensar el encarecimiento acumulado durante el mes. Esto se reflejó en una caída del:
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0,3% real en los préstamos personales en octubre,
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1% en el financiamiento vía tarjetas, afectado por la falta de actualización de límites.
Analistas del sector señalan que, además de la baja en tasas, será clave extender plazos para evitar nuevos deterioros. “El alivio en las tasas llegó tarde y aún no mejoran las expectativas. Para que la cartera repunte, deben bajar sostenidamente las tasas y ampliarse los plazos de financiación”, explicó Guillermo Barbero, socio de First Capital Group.
Empresas: la morosidad también sube
El financiamiento a empresas mostró un desempeño más contenido. La morosidad corporativa pasó de 1,4% a 1,7%, impulsada por aumentos en créditos prendarios.
Aun así, los niveles siguen muy por debajo del segmento de familias y por debajo del promedio histórico.
El nivel más alto desde 2022
Al combinar familias y empresas, la irregularidad del crédito llegó a 4,2%, el valor más alto desde principios de 2022 y 0,4 puntos por encima del mes previo.
Este avance se da pese a que el sistema mantiene altos niveles de solvencia y liquidez, con un ratio de capitalización (RPC) del 27,1% de los activos ponderados por riesgo, uno de los más elevados de la región.
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