Pablo Grasso: a la ciudad “se le puso valor agregado” para hacerla turística

Este miércoles y jueves se desarrollaron las jornadas organizadas por la Asociación Hoteleros y Gastronómicos de Río Gallegos, que invitó a los candidatos a intendentes de la ciudad capital bajo un evento denominado “El Turismo como Herramienta de Desarrollo“. Durante 30 minutos, de los cuales 20 eran para explicar la política turística que implementarán en caso de ganar las elecciones, hablaron de los proyectos para que ese sector siga generando puestos de trabajo y eso repercuta positivamente en la ocupación hotelera y gastronómica local.

A la cita acudió gran parte de los 23 candidatos a gobernar la ciudad capital, entre ellos el actual intendente Pablo Grasso, cuya exposición fue este jueves a partir de las 17:00. En este caso, el jefe comunal -a diferencia de sus adversarios- pudo mostrar los logros de su gestión en materia de turismo. En cuanto a algunos de los puntos destacados, informó que se logró una ocupación hotelera histórica en diciembre de 2022, de más del 84%. También subrayó el movimiento regional, nacional e internacional de Chile, Francia, Tailandia, Alemania, Nueva Zelanda, Colombia y Ecuador, turistas que otros años sólo iban a destinos como El Calafate o El Chaltén.

En un informe que Grasso presentó en este evento, detalló que los ingresos acumulados del Paso de Integración Austral de noviembre a diciembre de 2022 fueron de 25.950. Mientras que sólo en diciembre de 2022 el aeropuerto de Río Gallegos registró una cantidad de pasajeros que ascendió a 18.547.

También se destacó que el turista que llega a nuestra ciudad genera un impacto económico inmediato directo o indirecto, lo cual genera crecimiento productivo, nuevos locales gastronómicos y comercios habilitados. En síntesis, un fortalecimiento de todo el sector.

Durante su exposición, Grasso resaltó algunos lugares naturales que tiene Río Gallegos, como el estuario, la pingüinera, la Laguna Azul, Punta Loyola, etc. Al tiempo que indicó que también se potenció con algo que no es esencialmente turístico, pero que ayuda mucho, como es la Zona Franca.

“Nosotros primero necesitábamos tener diferentes movimientos culturales y sectores de nuestra ciudad que los teníamos que recomponer; anteriormente, cuando se hablaba de un lugar como la barcaza, lo primero que se hacía era cercarla“, en cambio “en nuestro caso lo que hicimos fue ponerle valor agregado, saber de su historia, que se convierta en otro atractivo más“, expresó.

El intendente puso también como ejemplo la obra del “Muelle Fiscal“, que no se podía utilizar ni subir porque no estaba bajo la jurisdicción del municipio. “Como actividad económica, el turismo generó un crecimiento productivo, se llenan los restaurantes, lo cual fue generador de empleo“, lo que “ayuda a la demanda laboral que tenemos en la ciudad“.

“Lo que queríamos lograr era saber cuánta gente de nuestra localidad, por ejemplo, conocía la pingüinera, lo nuestro, lo que teníamos cerca y no era costumbre recorrerlo. ¿Qué nos llamó la atención? Incorporar recorridas dentro del casco urbano. En la gestión anterior a la nuestra habían ido a Cabo Vírgenes 2 mil personas, en nuestra gestión fueron 3 mil en un mes”.

“Logramos que se empiece a contar esta dinámica y eso implicó trabajar con Vialidad en las rutas y tuvimos los embajadores turísticos, esto fue algo que nosotros implementamos en diferentes lugares de la provincia para que estudien cuáles son los atractivos que tenemos nosotros y lo publiciten en sus localidades, para cuando vengan vecinos de allí sepan con lo que se iban a encontrar”.

Asimismo, especificó que se armaron diferentes paseos, como el de la Laguna Azul, el de las estrellas, más allá del horizonte, etc. “Hubo muchas incorporaciones que pudimos hacer, algunas de ellas que tenían cupos y que los tuvimos que triplicar”. Incluso comentó que la forma de inscribirse era online y que se proveía de información sobre los atractivos mediante esa misma forma.

Entre otras cosas, Grasso comentó que con la reciente inauguración del parque de dinosaurios, a “Carlitos”, el niño de 11 años al que se le ocurrió la idea, lo llaman de todo el país para que cuente la experiencia.