Con el edificio del Ministerio de Salud tomado por un grupo de trabajadores que fueron contratados para cubrir el aumento de la demanda hospitalaria durante el crecimiento de contagios, la rotura de vidrios en el Hospital de Río Gallegos y un intento de impedir la aplicación de vacunas en el Complejo Cultural, funcionarios de la cartera sanitaria decidieron suspender la distribución de vacunas a los centros por temor a un sabotaje.

 

Así amaneció el viernes el corte de la Autovía por el reclamo de los enfermeros. FOTO: JOSÉ SILVA / LA OPINIÓN AUSTRAL.

 

Hasta el momento, no está garantizado que el lunes se puedan comenzar a vacunar los docentes, tal como fue anticipado por La Opinión Austral, según el cronograma de vacunación.

 

 

En los centros de vacunación de Río Gallegos y el resto de la provincia continúan aplicando las dosis que ya habían sido distribuidas, pero cuando éstas se acaben el operativo no podrá continuar.

 

 

 

En el Gobierno encendieron las alertas este jueves, cuando el grupo de manifestantes amenazó con llevar a cabo un boicot contra las dosis que Santa Cruz estaba distribuyendo a todas las localidades.

 

 

 

La forma de llevar adelante este cometido -según revelaron otros trabajadores que no estuvieron de acuerdo- sería tomando el sector del Hospital Regional de Río Gallegos, dañando los equipos de refrigeración.

 

La medida que tomó el Ministerio de Salud responde a proteger las dosis que están bajo el resguardo del Estado y son para inmunizar a la población.

 

 

 

En declaraciones a La Opinión Austral, el secretario de Estado de Salud, Germán Aballay, reveló que la coordinadora de hospitales, “Laura Beveraggi fue agredida verbal y físicamente” y que intentaron sabotear el proceso de vacunación del personal esencial cuando se estaba vacunando a los policías, y no contentos con eso fueron al hospital y originaron destrozos dentro del Departamento de Enfermería”.

 

  1. German Aballay Secretario de Estado de Salud y seguridad


 

Todavía conmocionada por los actos de violencia, Beveraggi explicó a La Opinión Austral que “la logística de distribución de la vacuna requiere de todo un respaldo administrativo y un resguardo que se debe hacer antes de salir a la ruta” y marcó que para trasladar las dosis hay un minucioso proceso en el que, algo que sale mal, puede significar la inutilización de la vacuna.

 

“Las vacunas son un bien del Estado, que está la servicio de la gente y retrasar la vacuna, es retrasar la recuperación de la inmunidad comunitaria”, remarcó.

 

Por otro lado, Beveraggi indicó que el intento de ingresar al área donde se sostiene la cadena de frío dentro el hospital “puede llevar a la pérdida de vacunas, que es la pérdida de la posibilidad de vivir de alguien. Es exponer y dañar a alguien, es gravísimo, sin contar con que el hospital es un bien del Estado, la vacuna es de la gente y nosotros somos custodios y no podemos poner en peligro ese bien”.

 

  1. Laura Beveraggi Subsecretaria de Acceso y Equidad de Salud


 

Con la distribución suspendida, las vacunas para docentes, policías, discapacitados y adultos mayores no pueden llegar a los centros de vacunación de Río Gallegos ni al resto del sur de la provincia de Santa Cruz. Pero no es todo. Con ese eslabón de la cadena del proceso de vacunación paralizado también está parado el reparto de elementos de protección personal para el personal. Mientras tanto en los centros de vacunación se agotan las dosis que ya fueron repartidas.

 

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